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Secuelas y atención temprana
El gran avance la neonatología en los últimos años ha hecho que el 90% de los peques nacidos antes de la semana 29 sobrevivan y que cada vez, aunque todavía en un pequeño porcentaje, más bebés con menos de 500 g. de peso, los llamados “bebé milagro”, sobrevivan. Situación que está a años luz de las posibilidades de supervivencia hace no tantos años. En 1963, nació el hijo de John F. Kennedy con 34 semanas y 2.300 g. que, desafortunadamente, falleció un par de días más tarde debido a una infección. Algo casi impensable que le ocurriese a la familia Obama hoy en día.
Ahora mismo, la neonatología no se centra tanto en la supervivencia del peque, aunque sigue siendo una parte muy importante, sino en cómo apoyarlos para que tengan el menor número de secuelas posibles.
El centro de investigación francés INSERM publico en la revista “The Lancet” un estudio sobre las secuelas en prematuros. En este estudio se concluye que alrededor del 40% de los grandes prematuros (bebés nacidos antes de la semana 32 y/o con peso menor a 1.500 g.) tienen a los cinco años problemas cognitivos en diferentes grados, siendo éstos más graves cuanto más se haya adelantado el parto. El estudio usó un grupo de control con bebés a término donde sólo el 16% presentaba algún tipo de alteración.
El centro de investigación francés INSERM publico en la revista “The Lancet” un estudio sobre las secuelas en prematuros. En este estudio se concluye que alrededor del 40% de los grandes prematuros (bebés nacidos antes de la semana 32 y/o con peso menor a 1.500 g.) tienen a los cinco años problemas cognitivos en diferentes grados, siendo éstos más graves cuanto más se haya adelantado el parto. El estudio usó un grupo de control con bebés a término donde sólo el 16% presentaba algún tipo de alteración.
Los problemas que pueden presentar van desde la parálisis cerebral, en los casos más graves (alrededor del 9%), a problemas cognitivos menores, como falta de concentración, mala memoria a corto plazo, problemas para socializar con otros peques, dificultad para andar, sordera, ceguera, etc. Hay estudios que muestran que los prematuros tienen más probabilidades de sufrir el déficit de atención e hiperactividad (TDAH). (http://www.gacetamedica.com/gacetamedica/articulo.asp?idcat=233&idart=371638).
Muchas de estas secuelas serán detectadas cuando el peque empiece a ir al colegio o, por ejemplo, cuando empiece a andar, por lo que se han perdido unos años en los que el cerebro es muy plástico, que podrían haber ayudado a que la deficiencia fuese mínima en el momento de empezar el colegio. Debido a esto, la estimulación desde que son bebés, la llamada estimulación precoz, es básica. Pero, ¿cómo saber si nuestros bebes tienen alguna secuela? El quid de la cuestión es la detención precoz por medio de un extenso control del desarrollo de los prematuros.
La forma en la que el desarrollo de un prematuro se controla depende de la comunidad autónoma en la que vivamos y de la edad de gestación y estado de los peques. Unos bebés que todavía tienen problemas deglutiendo necesitan un seguimiento diferente al de unos bebés que nacieron sólo bajos de peso.
En general, podemos decir que los bebés tendrán un seguimiento hecho por el pediatra del centro de salud que nos corresponda, tal y como tienen los bebés a término. Puede ser que, al principio, las visitas sean, por ejemplo, cada semana, para poder hacer un mejor seguimiento.
Paralelamente al pediatra, la sección de neonatología del hospital hará también un seguimiento, sobre todo centrado en detectar los problemas motores y/o cognitivos que un prematuro puede tener. Cómo será este seguimiento dependerá mucho del estado de los peques. En algunos casos, sólo tendremos que ir un par de veces hasta que vean que todo va bien, mientras que en otros, cuando se detecten problemas, tendremos que ir incluso durante años y pasar por diferentes secciones del hospital para el seguimiento.
Los padres y personas que rodeen a los niños diariamente tienen también un papel muy importante en el seguimiento del desarrollo de los bebés, ya que ellos los ven a menudo y en su salsa. En el caso de que veáis alguna cosa que no os cuadre, aunque sea pequeña o a primera vista sin importancia, comunicarlo al pediatra y al hospital en la próxima revisión. Aunque hay que estar atento, nos gustaría aconsejaros que no os obsesionéis y, sobre todo, no comparéis el desarrollo entre los bebés. Cada uno tiene su ritmo, aunque sean múltiples. Uno andará con 10 meses, mientras que el otro lo hará con 18.
Para apoyar a las familias y al seguimiento medico que se hace de los prematuros, existe también la llamada atención Temprana. Los Centros de Desarrollo Infantil y Atención Precoz (CDIAP) son centros dependientes de la comunidad autónoma u organizaciones sin ánimo de lucro con apoyo de la administración, donde se ayuda a peques (0-6 años) y a su entorno con problemas o con riesgo de tenerlos. El objetivo de estos centros, a los que normalmente nos derivará el pediatra o el hospital si es necesario, es apoyar de una forma global e interdisciplinaria al entorno del peque y el conseguir la máxima normalización e integración. Normalmente, un centro de atención temprana cuenta con los siguientes profesionales; psicólogo, pedagogo, estimulador, fisioterapeuta, psicomotricista, logopeda y trabajador social. Estos profesionales tratan problemas como el retraso en el lenguaje, retraso psicomotor, alteraciones auditivas, etc. El tratamiento consiste en sesiones donde se trabajan las diferentes áreas donde el bebé tiene dificultades. También se enseña a los padres cómo estimular a su hijo en casa de una forma relajada.
En general, podemos decir que los bebés tendrán un seguimiento hecho por el pediatra del centro de salud que nos corresponda, tal y como tienen los bebés a término. Puede ser que, al principio, las visitas sean, por ejemplo, cada semana, para poder hacer un mejor seguimiento.
Paralelamente al pediatra, la sección de neonatología del hospital hará también un seguimiento, sobre todo centrado en detectar los problemas motores y/o cognitivos que un prematuro puede tener. Cómo será este seguimiento dependerá mucho del estado de los peques. En algunos casos, sólo tendremos que ir un par de veces hasta que vean que todo va bien, mientras que en otros, cuando se detecten problemas, tendremos que ir incluso durante años y pasar por diferentes secciones del hospital para el seguimiento.
Los padres y personas que rodeen a los niños diariamente tienen también un papel muy importante en el seguimiento del desarrollo de los bebés, ya que ellos los ven a menudo y en su salsa. En el caso de que veáis alguna cosa que no os cuadre, aunque sea pequeña o a primera vista sin importancia, comunicarlo al pediatra y al hospital en la próxima revisión. Aunque hay que estar atento, nos gustaría aconsejaros que no os obsesionéis y, sobre todo, no comparéis el desarrollo entre los bebés. Cada uno tiene su ritmo, aunque sean múltiples. Uno andará con 10 meses, mientras que el otro lo hará con 18.
Para apoyar a las familias y al seguimiento medico que se hace de los prematuros, existe también la llamada atención Temprana. Los Centros de Desarrollo Infantil y Atención Precoz (CDIAP) son centros dependientes de la comunidad autónoma u organizaciones sin ánimo de lucro con apoyo de la administración, donde se ayuda a peques (0-6 años) y a su entorno con problemas o con riesgo de tenerlos. El objetivo de estos centros, a los que normalmente nos derivará el pediatra o el hospital si es necesario, es apoyar de una forma global e interdisciplinaria al entorno del peque y el conseguir la máxima normalización e integración. Normalmente, un centro de atención temprana cuenta con los siguientes profesionales; psicólogo, pedagogo, estimulador, fisioterapeuta, psicomotricista, logopeda y trabajador social. Estos profesionales tratan problemas como el retraso en el lenguaje, retraso psicomotor, alteraciones auditivas, etc. El tratamiento consiste en sesiones donde se trabajan las diferentes áreas donde el bebé tiene dificultades. También se enseña a los padres cómo estimular a su hijo en casa de una forma relajada.
Aunque todas las comunidades se basan el en mismo concepto (Libro blanco de la atención temprana*, tomara diferente forma en las diferentes comunidades. Por esto es necesario informarse en el hospital o en el centro de salud (por ejemplo, a través de un asistente social) sobre cómo esta atención se presta en nuestra zona y cómo podemos acceder a ella en caso necesario. En nuestra experiencia, hemos visto que algunos de estos centros, dependiendo de la comunidad autónoma donde vivamos, tienen lista de espera, por lo que los padres se lanzan a buscar un centro privado donde se proporcione esta estimulación precoz. Antes de elegir un centro privado, es de vital importancia consultar sobre el centro con el equipo médico que está apoyando al bebé e informarnos de las terapias que se usan, cuál es la titulación de sus trabajadores y cuales han sido las experiencias de otros padres en ese centro.
¡Pasado mañana, más!
*http://www.gat-atenciontemprana.org/index.php?option=com_content&view=article&id=3:libroblancoatenciontemprana&catid=2:documentos&Itemid=4
Imagen gallina: Sonia Casanova
Imagen niños jugando: http://atenciontempranayfamilia.blogspot.com
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