Un testimonio lactancia materna con gemelos prematuros
En este especial prematuros, queríamos compartir con vosotros el testimonio de una de nuestras foreras, Laia. Laia, cuenta en el blog de Alba, su experiencia con la lactancia de sus gemelos prematuros. Una experiencia primero preciosa y segundo muy valiosa para otras mamás que se encuentren en la misma situación. Laia, eres una campeona :)
"El 14 de Enero 2010 tuve a mis gemelitos de manera prematura a las 31 semanas. Irene y Erik nacieron finalmente como menos deseaba y apenas tenía pensado...: una cesárea inesperada.
La tarde anterior me encontraba estupenda, había ido a clase de piscina para embarazadas, incluso había recibido una hora de Shiatsu esa misma mañana, pero de madrugada Irene decidió romper su bolsa y salir.
Nacieron en el hospital Sant Joan de Déu (Barcelona) a las 11:02h, la niña pesó 1.335 kg y el niño 1.705 kg.
El nacimiento de mis bebés fue un susto terrible, no nos dio tiempo a mi marido y a mí hacernos la idea. Fue muy duro para los dos desear durante todo el embarazo un parto digno y natural y saber y defender lo importante que era respetar el vínculo y que no nos separaran tras nacer y luego salió todo al revés…
Ya que el parto no pudo ser como deseábamos, puse toda mi energía en salir adelante con la lactancia, sabiendo que iba a recibir toda la ayuda del mundo, pues eran tantas veces las que había escuchado hablar de ello a mis dos hermanas comadronas.
Gracias a la experiencia e insistencia continuas de Inma Marcos (mami de 4 hijos, comadrona y asesora de lactancia materna... y además mi hermana mayor) a mi marido Bernat y a mi familia, más un esfuerzo enorme continuo para lograrlo ¡¡lo he conseguido!!
Mis bebés han estado ingresados un mes y medio en Neonatología, en incubadoras y cunas y no han recibido ni una gota de leche artificial. Desde las tres horas posteriores al nacimiento empecé a estimular mis pechos, y a las doce horas conseguí extraerme ya ¡un centímetro y medio de calostro!
Me sacaba leche con un extractor doble con frecuencia mientras ellos no podían todavía mamar. Los primeros días estuvieron muy enfermos, no respiraban bien por sí mismos, tenían un ductus o problema en el corazón debido a su prematuridad extrema y no se les podía coger aún en método madre canguro. Les daban mi leche por sonda nasogástrica.
Lo peor para mí era la terrible separación de mis hijos, y el tener que irme a dormir a casa cada noche dejándolos allí. Podíamos acceder a ellos las 24h, pasábamos allí alrededor de las doce horas diarias. Mis hermanas me han apoyado tanto que he conseguido darles sólo leche materna. Las primeras noches en casa con ellos han sido MUY duras, les hemos dado algún biberón de mi leche extraída.
Sacarme leche y el peligro de que baje la producción es algo que por fin no me preocupa: ¡Es tema olvidado! Los dos maman directamente del pecho, ganan mucho peso y no necesito ya utilizar el extractor.
Realmente ha sido difícil y habría sido menos angustioso para mí si algunas de las enfermeras y médicos del hospital hubieran comprendido mi ansia por no darles otra cosa que no fuera mi leche. No tenían ni idea de los motivos que llevan a una madre a defender de tal manera la lactancia y la importancia de no separarnos.
Algo que nos disgustó especialmente fue la respuesta negativa a que juntaran a los dos hermanos en una sola cuna al menos por las noches cuando nosotros los papis no estábamos, ya que cabían de sobras y seguro que se habrían sentido más acompañados.
Nuestra insistencia en cogerlos continuamente en método madre canguro y probar a amamantarlos a cada momento, a ojos de alguna de las enfermeras le parecía que yo era una pesada y molestaba a mis bebés por tanto cogerlos, aunque para mí era algo esencial y necesario. Todo mi empeño era reducir y evitar en lo posible el trauma del nacimiento y la separación a mis queridos bebés. Ninguna de las madres que tenía gemelos como yo en neonatología daba el pecho, al menos en modo exclusivo, y me miraban raro por mi empeño. Muchos comentarios eran de: “¿Cómo? si no vas a poder… es muy duro, mejor para ti si les das biberón también ya que no tendrás suficiente leche para los dos…, etc “
Pero, entre mucho cansancio y lágrimas de una madre que sólo desea tener a sus dos bebés entre sus brazos las 24 horas del día, hemos sobrevivido a este interminable período del ingreso en hospital y ahora que estamos los cuatro en casa es maravilloso estar juntos y con lactancia materna cuando ellos quieren, aunque me tenga que estar una hora y media seguida sentada sin moverme, que es lo que llegan a pasar los dos mamando de mis pechos a la vez en posiciones como las de las fotos que podéis ver, y las noches son muy duras pero vale la pena pasarlo por ellos, ya que mis hijos son mis dos amores y sé que así les ayudo a crear y seguir con ese vínculo tan necesario y maravilloso que casi perdemos por los dichosos protocolos del hospital…
Yo sigo y seguiré esforzándome día a día para dar a mis bebés mellizos lactancia materna en exclusiva…
¡¡Ánimo a las demás mamis que todo es posible!! ¡¡Si yo puedo con dos bebés vosotras también!
Un abrazo de los 3 para todos,
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