Pruebas durante el embarazo

Probablemente tú ya te hayas hecho un test de embarazo de los de la farmacia y sepas que estás embarazada. Si te has sometido a un tratamiento por infertilidad y te has estado hormonando, ya te habrán avisado de que los test de farmacia pueden dar falsos positivos en esos casos, y tendrás que hacerte una analítica de sangre en la que se mirarán los niveles de Beta-GCH (Gonadotropina coriónica humana) para saber si estás embarazada realmente. Los tests de embarazo de farmacia miden esto mismo en la orina.
Una vez que ya se sabe con certeza que existe un embarazo, las primeras pruebas que te mandarán serán, nuevamente, analíticas: en esta primera analítica  se determina hemograma, coagulación y bioquímica general, grupo sanguíneo y Rh (en las pacientes Rh negativo se hará un test de Coombs para descartar isoinmunización Rh), serologías (Hepatitis B y C. HIV, Sífilis, Toxoplasmosis, Rubéola y Varicela), y analítica de orina. Es probable que se solicite una citología, en el caso de que haya pasado más de un año desde la anterior, y tal vez te hagan una ecografía. También se procederá a hacer la historia clínica con los datos sobre tu salud que se consideran relevantes, enfermedades sufridas o actuales, medicamentos que tomas, si fumas o bebes o te drogas, si haces ejercicio regularmente, si tu trabajo es de pie o sentada, si es estresante, si has tenido embarazos anteriores o antecedentes familiares de embarazos problemáticos, múltiples... Te pesarán, te tomarán la tensión y probablemente te manden algún tipo de complemento vitamínico que incluya hierro y calcio, además de ácido fólico, si no lo estabas tomando ya de antes.