17 de octubre de 2010

Cómo sobrevivir teniendo múltiples

"¡A veces tengo ganas de gritar!” “Le pegué a mi hijo más fuerte de lo que pensaba.” “Algunos días me gustaría tirar a mis bebés por la ventana.” Comentarios de este tipo son señales de socorro de una madre de gemelos desesperada. Aunque probablemente no siempre se sientan de esta manera, estas madres tienen algo en común: están sufriendo de estrés. A pesar de que lo agotador del cuidado de múltiples hace a los padres especialmente susceptibles al estrés, hay medidas que pueden ayudar a reducir las tensiones de este doble trabajo. A continuación se presentan algunas sugerencias que pueden ayudarle a reconocer y hacer frente a las presiones físicas, emocionales, ambientales y financieras de criar múltiples.

En primer lugar, ¿qué es el estrés? El esfuerzo físico, mental y emocional o tensión que llamamos estrés es la manera que tienen el cuerpo y la mente de decirnos que estamos sobrecargando nuestros mecanismos de supervivencia. Las madres citadas se sienten, sobre todo, abrumadas. Ellas puede que tengan suficiente energía y leche para dar a un bebé, pero dividirlo entre dos, tres, cuatro o más es más de lo que pueden afrontar, y reaccionan con una lucha típica: “quedarse o irse”, se enfadan o quieren escapar de la fuente de estrés, sus bebés. Quieren a sus bebés, pero a veces los odian también, y estas emociones conflictivas contribuyen a aumentar la tensión que están sintiendo. Por ejemplo, la madre que golpea sin querer a su hijo a causa de su enojo y frustración, a continuación siente una intensa culpa. Y la madre que “quiere tirar a sus bebés por la ventana” en realidad puede tener un anhelo de liberación de las abrumadoras demandas del cuidado de los bebés y sentirse resentida porque sus esfuerzos no son apreciados. Así, además de estar físicamente agotadas, estas mujeres pueden estar emocionalmente llenas de sentimientos de ira, frustración, tristeza, culpa, depresión o autocompasión.

Aunque los padres no suelen expresar sus emociones con tanta facilidad como las madres, ellos también pueden sufrir de estrés. Es común que los padres de múltiples se sientan abandonados, un tanto celosos de la atención mostrada a los bebés, y presionados por las exigencias económicas adicionales. Podrán, sin embargo, ser capaces de escapar de estas tensiones en una forma en que sus esposas no pueden: pasando unas horas extras en su lugar de trabajo. Claramente esto les supone mayores broncas con sus mujeres, que necesitan de su colaboración y ayuda en casa más que nunca.

Cualquiera que sea la causa específica o la respuesta al estrés, ambos padres a menudo experimentan un “hundimiento” de energía y baja autoestima, que hacen que el estrés sea aún más difícil de disipar. Pero por muy negativas que pueda parecer todas estas reacciones, es muy importante darse cuenta de que son respuestas normales al estrés de cuidar a los gemelos y otros múltiples. Y es igualmente importante desarrollar habilidades para tratar de aligerar su carga doble.

El estrés físico

En las primeras semanas y meses, la principal causa de estrés físico en los padres de múltiples puede ser la falta de sueño y ejercicio, y las comidas irregulares. Incluso con tiempo suficiente para descansar, manejar un horario en torno a la alimentación, el cambio de pañales y lavar ropa es bastante difícil, especialmente si hay otros hermanos que cuidar. Pero tratar de hacer todo esto mientras se está privado de las propias necesidades físicas es ir de culo, cuesta abajo y sin frenos.

Si bien no hay remedios mágicos para el estrés físico de cuidar a los múltiples, especialmente de los recién nacidos, la primera necesidad es la búsqueda de ayuda. No tengas miedo de recurrir a familiares y amigos o niñeras para conseguir un poco de alivio. Si tu familia es monoparental, tal vez dispongas de ayudas en los servicios sociales de tu municipio. Recuerda que será más fácil para la persona a la que solicites ayuda que le sugieras tareas específicas, tales como alimentar o bañar a uno de los bebés, llevarse a los niños de paseo, ir a la compra, limpiar la cocina, o preparar una comida.

Otras técnicas fáciles de hacer frente al cansancio incluyen dormir siestas cuando dormir toda la noche parece imposible, o hacer comidas pequeñas y frecuentes cuando no hay tiempo para preparar una comida completa. A pesar de que descansar cuando los niños están durmiendo la siesta puede significar sacrificar la satisfacción de “hacer las cosas” serás recompensada con una energía renovada. Y es posible mantener una buena nutrición picoteando queso, vegetales crudos y frutas, sándwiches integrales, huevos o sopa. Eso sí, no hay que caer en la trampa de confiar en el café, refrescos de cola y comida basura rica en azúcar y grasa para mantenerse en marcha. El consumo adecuado de vitaminas, especialmente del complejo de vitaminas B, se ha relacionado con la reducción del estrés, pero cuidado con sustituir con suplementos una nutrición equilibrada.

El ejercicio físico puede no apetecerte cuando estás agotado, pero actividades regulares, tales como caminar, correr, pilates, yoga, natación, ciclismo y ejercicios aeróbicos en realidad pueden ser energizantes. La meditación también puede reducir el estrés y aumentar su nivel de energía. Lo que elijas, que sea algo que te guste, y no sólo una obligación más, trata de mantener el énfasis en la relajación y ten expectativas realistas. Luego escoge un tiempo “sagrado” para esa actividad en una planificación diaria o semanal. Con el ejercicio adecuado, puedes encontrarte con que tu sueño y tu apetito mejoran, así como tu nivel de energía.

Problemas emocionales

El agotamiento físico a menudo se traduce en estrés emocional. Cuando los padres se sienten agotados pero las demandas de los niños continúan, la depresión, la irritabilidad, y un sentimiento de inutilidad son respuestas comunes. La madre de gemelos que dice: “Me sentiría muy bien si pudiera salir o dormir un poco”, probablemente sentirá que sale del bache emocional cuando sus necesidades físicas estén satisfechas.

Pero a veces el estrés de cuidar a múltiples puede confundirse con problemas emocionales más profundos. Si los padres asumen que siempre deben sentir un amor instintivo y natural hacia sus hijos, pueden experimentar dudas cuando las demandas de los niños superan su oferta emocional, según un asesor que trabaja con madres de gemelos. Ella dice que no es raro que los padres de múltiples en esta situación experimenten en secreto el deseo de tener solamente un niño

La madre cuya imagen de sí misma se basa en Superwoman también puede ser una candidata a padecer de alto estrés. Las superpadres de la publicidad televisiva pueden ser capaces de manejar todas las crisis perfectamente en todo momento, pero esas expectativas en la vida real suelen ser un camino hacia el desastre, especialmente en múltiples. Cuando las demandas de los gemelos se cargan los horarios fijados y la eficiencia, una “supermadre” pueden encontrarse resentida con sus hijos por “sabotear” supuestos mejores planes. Si tu idea de ser una buena madre significa estar siempre bien organizada y tenerlo todo bajo control, perderlo puede parecer como perder una parte preciosa de tí misma.

Ajustar expectativas poco realistas para adaptarse a la realidad puede ayudar a aliviar las tensiones emocionales como las que acabamos de describir. Si bien reconocer los propios límites puede parecer a primera vista como admitir el fracaso, superar este nivel es la clave para hacer frente a los gemelos y otros múltiples. Sin embargo, si estás experimentando problemas persistentes, es posible que prefieras hablar con un experto acerca de cómo manejar el estrés de la crianza de los hijos múltiples.

Encontrar tiempo para estar solo con uno mismo (aparte del papel de madre, padre, esposa, esposo, proveedor, cocinero o ama de llaves) es esencial para reducir el estrés emocional de cualquier tipo.

Tan pronto como los padres y los niños se sientan cómodos estando lejos unos de los otros, es aconsejable organizar períodos de tiempo separados. Tal vez los padres pueden turnarse, o intercambiar favores con amigos o familiares para tener un rato de relax. Si te puedes permitir el gasto, puedes pagar por el cuidado de los niños. Permitir que otra persona cuide de ti es una buena manera de aliviar el estrés de la atención constante. Una madre de gemelos encontró que la relajación de un masaje regular e ir a la peluquería la hacía sentirse “mimada”. Ser atendido en el hogar o en un restaurante puede tener un efecto similar. Sea cual sea la actividad, ¡no necesitas justificar esta “auto-alimentación” cuando estás satisfaciendo las dobles demandas de los múltiples!

Muchos padres de múltiples dicen que sus mejores recursos son la flexibilidad, el humor, la resistencia y, una vez más, la capacidad de pedir ayuda. El apoyo de amigos, familia, grupos de juego, niñeras o servicios de la comunidad puede ser un salvavidas emocional, así como una fuente de alivio físico. A menudo, hablando con otros padres de gemelos, ya sea de manera informal o en un grupo de apoyo, proporciona alivio emocional y una oportunidad para el intercambio de consejos útiles. Incluso aunque los problemas difieran de una familia a otra, es reconfortante saber que no estás solo.

Las presiones del medio ambiente

Aunque el estrés ambiental en la crianza de múltiples puede ser menos evidente que el estrés físico, también se cobra su peaje. La llegada de un nuevo bebé a menudo se traduce en un menor espacio vital, aumento del ruido e interrupciones constantes. Pues añade a este estrés por la crianza de un hijo la llegada de gemelos o más, especialmente si hay otros hermanos pequeños cercanos en edad, y podrás ver cómo los padres pueden sentirse atrapados.

Afortunadamente, muchos de estos factores de estrés son controlables. Puedes reducir las interrupciones desconectando el teléfono o usando un contestador automático durante las comidas y las siestas. Limita el tiempo de TV o pon la tele en otra habitación si lo encuentras irritante, no te sobreexpongas a las crisis mundiales cuando estás en medio de la tuya propia. Pero escoge un rato para ti misma, para enterarte de lo que pasa fuera de tu casa, y así no te sentirás completamente aislada.

Controlar algunas cosas de tu hogar puede evitar desastres futuros. Cuando los niños están ahí, ese cable de teléfono colgando, una plancha “abandonada”, objetos afilados y cosas que se pueden derramar son invitaciones a los accidentes y, en consecuencia, al estrés. Una forma de minimizar los riesgos de este tipo es acostumbrarse a de terminar una tarea antes de comenzar otra. En resumen, mediante el control de algunos de los factores de estrés potencial, aumentarás tu sensación de bienestar y tu confianza para otros desafíos.

Las cargas económicas

Las presiones financieras complican aún más la vida de los padres de múltiples, ¡dos o más bebés claramente no pueden ser tan baratos como uno. Los padres pueden ahorrar, sin embargo, haciendo que los gemelos compartan cosas tan grandes como la cuna durante los primeros meses, comprar ropa y otras cosas de segunda o intercambiándolas con otras personas (“heredando” ropa de los primos, por ejemplo). Sin embargo, las cargas económicas no pueden ser completamente resueltas por los esfuerzos para economizar. Los padres todavía tienen que comprar muchas otras cosas. Además, el cuidado de dos niños es más caro y difícil de encontrar. Esto representa un problema especial para las mujeres a las que les gustaría continuar con su carrera. Aunque la familia puede necesitar desesperadamente un segundo sueldo, su potencial de ingresos apenas puede justificar los gastos, y también la necesitan desesperadamente en su casa. En una situación así, las mujeres experimentan un tremendo conflicto. Los padres deben ser sensibles a estas cuestiones cuando la doble carga de la maternidad hace que sus esposas se sientan como si estuvieran quedándose fuera de ambos mundos.

Las opciones prácticas de este problema son difíciles de conseguir, pero la planificación financiera real a veces puede revelar soluciones que alivian la preocupación. Un primer paso antes de decidir volver a trabajar es ponderar la ganancia contra todos los gastos, incluyendo el coste oculto de la tensión en los miembros de la familia.

Si las madres tienen trabajos remunerados, la distribución del trabajo doméstico y cuidado de los niños parece ser el mayor problema en la mayoría de los hogares. Una manera de hacer que ese trabajo infinito no remunerado sea más visible es hacer una lista diaria de todas las tareas del hogar, desde las compras hasta pasar la aspiradora, alimentar a los bebés y sacar al perro. Entonces, puede asignar tareas a cada miembro de la familia o puede dejarles elegir su propia tarea. Una lista de tareas proporciona un sentido de logro para todo el mundo, así como una distribución más igual de mano de obra.

Un reductor de estrés vital es conseguir el reconocimiento del trabajo realizado, independientemente de su naturaleza o si el papel de la familia son tradicionales o no tradicionales. Un simple “gracias por intentarlo” al padre de guardia esaa noche es y sienta mejor que la crítica, aun cuando tus bebés todavía estén llorando a las 3 am.

De hecho, el valorar los esfuerzos de cada uno y la sensibilidad a las necesidades del otro ayuda a que todos los otros tipos de estrés sean más soportables. A veces, por supuesto, incluso las mejores técnicas de control de estrés pueden parecer de poca utilidad. Como una madre agotada comentó: “¡Es un trabajo duro como para poder relajarse!” Por más que queramos, simplemente no existen fórmulas inmediatas para una perfecta paz mental. Pero el proceso de descubrir lo que funciona para ti y tu familia pueden transformar el estrés en la fuerza y el trauma en un triunfo.

Qué hacer y qué no hacer

Qué hacer

  1. Solicitar una consulta con un consejero para padres.
  2. Pedir ayuda a amigos, familiares, cuidadores, servicios sociales y otras familias con múltiples.
  3. Dormir siempre que puedas
  4. Comer bien
  5. Hacer ejercicio con regularidad. Intenta pasear, correr caminar, nadar, yoga, gimnasia, baile, o cualquier otra cosa que te guste
  6. Tómate un tiempo “sagrado” para tí mismo, al día o a la semana
  7. Mantén expectativas realistas y flexibles.
  8. Acaba una tarea antes de comenzar otras.
  9. Cree en ti mismo
Qué no hacer 

  1. Aislarte en tu casa.
  2. Depender de las drogas o el alcohol.
  3. Culparte a ti mismo o a tu pareja por los sentimientos de estrés.
  4. Intentar ser una supermamá, tratando de hacer frente a todo sola.
  5. Sacrificar diversión y disfrute por el bien de la eficiencia perfecta.
  6. Usar tu “tiempo sagrado” para hacer las tareas, recados o compras.
  7. Esperar que tus necesidades se resuelvan por arte de magia, sin preguntar.
  8. ¡Y no te rindas! 

Extraído de Twin services y traducido por Marisol

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