19 de junio de 2011

Por fin juntos: adaptación


Tras muchos meses de espera, ya podéis abrazaros, ya sois una familia. Los primeros meses son de aprendizaje y conocimiento mutuo.

ADAPTACIÓN
1. Un recién nacido necesita del contacto con su madre, sentir su calor, su seguridad. El contacto físico continuo es la base de su futuro bienestar.
2. El llanto de un bebé es un grito de ayuda que siempre hay que atender. Con él intenta transmitirnos sus necesidades básicas: comida, abrigo, compañía, tranquilidad. Las lágrimas indican sufrimiento, y precisan consuelo.
3. Vuestra casa debería ser u lugar en el que se respire calma. Durante un tiempo hay que evitar cualquier interferencia que complique esta etapa de adaptación y conocimiento mutuo.
4. Todo sería más sencillo si supiéramos que necesita un bebé en cada momento, pero la vida no es así. Lo más inteligente es adaptarse a su ritmo para acabar comprendiéndole mejor.
5. Es imprescindible que en casa no se fume. El humo no sólo convierte a los bebés en fumadores pasivos, sino que, además, aumenta las posibilidades de que tengan asma u otras enfermedades respiratorias.
6. ¿Qué son los cólicos en realidad? ¿Gases, inmadurez, nerviosismo a última hora? Parece que es una cuestión de adaptabilidad: el bebé necesita sentirse seguro, con su madre, cuanto más tiempo mejor. Los bebés que permanecen en contacto con el cuerpo materno lloran mucho menos.
7. Al dejar a un bebé sobre una superficie plana, o al cogerlo, hay que mantenerlo cerca de nuestro cuerpo. Hasta los tres o cuatro meses la musculatura del cuello no es suficientemente fuerte: sujeta su cabeza suavemente con la palma de tu mano.
8. Para un niño pequeño, lo que no ve no existe. Por eso, necesita acompañarte por las diferentes habitaciones mientras haces tus tareas. Colócalo sobre tu pecho con un portabebés siempre que puedas y la actividad no implique riesgos. Sino lo puedes desplazar con su moisés o su hamaca.
9. El aire libre nos conviene a todos, pero sobre todo a la nueva madre; es un antídoto contra el agobio de sentirse encerrada entre cuatro paredes. Si el clima es bueno, un bebé puede salir de casa desde el primer día.
10. Para el bebé es vital notar los límites de su cuerpo como los notaba en el útero materno. Si está inquieto, coloca t mano sobre su cabeza y mantenla allí; notarás que enseguida se calma.
11. No te sientas en la obligación de compartir a tu hijo, dejando que vaya de brazos en brazos de extraños. Si un bebé llora cuando lo cogen, hay que respetarlo; a lo mejor es que en ese momento no desea estar con esa persona.
12. Los bebés captan el nerviosismo del adulto. Ante un momento de conflicto, de llanto que no se sabe consolar, es mejor dejar al bebé en brazos de alguien cercano –el padre, la abuela...- que le transmita la calma y la serenidad que necesita.

Artículo de la revista “El mundo de tu bebé” nº 200, escrito por: Julio Basulto, Dr. Carlos González, Laura Gutman, Rosa jové e Imma Marín.

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