27 de febrero de 2013

Cunas gemelares - Mini Meise



Mini Meise es una empresa alemana que fabrica unos muebles de lo más chulo y colorido que hay. Entre ellos, esta cuna gemelar para que nuestros churumbeles duerman juntitos, juntitos. Es ajustable en altura en tres posiciones distintas y se pueden quitar los laterales. 

Las medidas son: 146 cm de ancho, 87 cm de alto y 145 cm de largo. 

Mini Meise nos ha comentado que no venden en España, pero estaría bien que nos la pudieran mandar ¿no os parece? :-)

23 de febrero de 2013

Las cosas que no hay que decir a una madre que da pecho

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Hay muchos temas polémicos en la maternidad pero el que quizás genere más debate es el referido a la crianza del bebé. Las mujeres, como mamíferas que somos, siempre hemos amamantado a nuestros hijos (o alguna mujer lo hacía por nosotras). Fue a partir de los años sesenta con la llegada de la «liberalización» de la mujer que se confundieron muchos conceptos y se trasmitió a estas que no dar la teta era un síntoma más de libertad junto con su incorporación al trabajo y la llegada de la planificación familiar. La consecuencia más inmediata es que, de manera progresiva, pediatras y madres comenzaron a no dar el pecho y muchos personas nacidas a finales de los sesenta y setenta, e incluso ochenta, se criaron sólo con biberón. Desde hace ya más de una década las cosas han vuelto a su forma más natural, es decir, el pecho y muchos expertos se dedican a fomentar de nuevo lo que es la mejor alimentación para el bebé, teoría avalada por la OMS.

Si uno se para a pensar en cómo funciona la lactancia materna se da cuenta cuán perfecto es el cuerpo humano. No existe ninguna fisura en esta alimentación salvo, claro está, que la madre esté gravemente enferma. Es más, a nadie se le escapa que incluso muchas mujeres del tercer mundo que viven en condiciones paupérrimas en la pobreza más absoluta, incluso ellas ofrecen lactancia materna.

A pesar de la perfección del mecanismo la lactancia tiene un alto índice de fracaso en nuestra sociedad y las claves están en la desinformación y en muchos mitos que han pasado de las que ahora son las abuelas de los bebés a las madres. Hemos querido hablar con una experta en alimentación infantil, Pilar Martínez, asesora de lactancia y autora de los libros «Los 5 Pasos para Tener Éxito en tu Lactancia Materna» y «Destetar sin lágrimas», y madre de dos hijas. También tiene un blog, Maternidad Continuum para ayudar a las mamás que se hayan sentido tan abrumadas como ella cuando me convertí en madre.

Pilar cree que «cuando una mujer se convierte en madre también se convierte en el blanco de las opiniones ajenas». Da igual si conoce o no a la persona, si es de su familia o si es su amigo del alma, cualquier persona cree que «debe» ayudar a la mamá reciente con su opinión y a veces puede llegar a ser bastante «agobiante». Si además la mamá decide dar el pecho, la cantidad e intensidad de las opiniones llegan a límites insospechados, porque la lactancia materna está plagada de mitos completamente erróneos que van pasando de generación en generación.

Además, añade, «las mamás de ahora son hijas de las mamás de hace treinta años y las mamás de hace treinta años, por norma general, alimentaban a sus hijos con biberón», por lo que sus conocimientos de lactancia materna no tienen por qué ser acertados (ya que nunca los han necesitado realmente).

Lo cierto es que una mamá que decide dar el pecho y que toma su decisión como adulta que es, debería ser respetada y apoyada por su entorno. Y esto significa que los comentarios que se refieran a su lactancia materna, deberían ir encaminados en ese sentido. Sin embargo las mamás lactantes suelen escuchar muchísimas críticas que minan su confianza, les hacen sentir mal, les hacen dudar de su capacidad de lactar e incluso les hacen abandonar la lactancia.

Todas las madres, sin excepción, reciben cantidad de comentarios sobre cómo alimentan a su hijo, especialmente si le dan el pecho. Le preguntamos cuáles son los más comunes y cómo ayudar a desterrarlos basándonos en criterios científicos, no en lo que diga la abuela. Estos son los más comunes (y erróneos):

¿Otra vez quiere comer? Pero si acaba de hacerlo. O su variante menos respetuosa: ¡Este bebé está todo el día en la teta!

Los bebés tienen el estómago muy pequeño y lo normal es que coman muy a menudo. Además la leche materna se digiere muy bien por lo que esperar que un bebé recién nacido o de pocos meses, tarde tres o cuatro horas en pedir pecho es una utopía. Además, la producción de leche materna se basa en la succión. Cuanta más succión, más producción, así que lo mejor y más conveniente es que el bebé sea amamantado cuando lo pida (a demanda), ya sea cada tres horas o cada media hora.

Yo creo que se queda con hambre porque tu leche no es buena (o no le alimenta o no tienes leche...)

No es posible que una mamá tenga una leche que no alimente. La leche materna es el alimento óptimo para los bebés, nada puede igualarla (y mucho menos superarla). La calidad de la leche materna sólo podría estar en riesgo si la madre tuviera grandes problemas de desnutrición, así que esta afirmación no tiene ninguna base. Pueden ocurrir muchas cosas, pero que la leche no sea buena no es una de ellas.

¿Para qué te complicas tanto teniendo biberones?

La lactancia materna es una de las cosas más tiernas y preciosas que existen, pero también puede ser agotadora a veces. Si una mamá se queja porque está cansada, es mejor ofrecerle ayuda con la casa, con los hermanos mayores, con la comida...pero no es una buena idea cuestionar su lactancia.

Dar el pecho o no, es una decisión que debe tomar la madre y el entorno debería entenderlo respetando su decisión y apoyarla decida lo que decida. No debemos olvidar que estamos hablando de una mujer adulta que es madre.

A este niño hay que ponerle horarios

La lactancia materna (y la lactancia con biberón también) se debe ofrecer a demanda. No tiene ningún sentido poner horarios a un bebé que no distingue el día de la noche. La alimentación a demanda asegura una buena producción de leche materna y una buena autorregulación alimentaria del bebé (previniendo muchos problemas alimentarios en el futuro).

Si le das un biberón tampoco va a pasar nada

Sigo recordando que estamos hablando con una mujer adulta que ha tomado su decisión de amamantar. No es necesario ponerla en duda cada vez que surge alguna dificultad.

Así que si la mamá tiene algún problema al dar el pecho o necesita ayuda, lo mejor es ofrecérsela, no presionarla para que tire la toalla a la primera de cambio.

Habrá mamás a las que no les importe dar un biberón de vez en cuando, pero hay otras que no quieren hacerlo y que lo consideran como un fracaso de su lactancia, así que es mejor no recomendarlo.

A mis hijos los crié con biberón y mira qué fuertes están. O su variante: Con el biberón se crían igual

Perfecto, cada madre elige el tipo de crianza que quiere seguir con sus hijos. La mamá que eligió el biberón lo hizo según su opinión y la mamá que decide amamantar lo hace según la suya, ambas igual de respetables. En realidad casi todo vuelve al mismo punto: apoyo y respeto por la decisión de la madre.

Si le das biberón dormirá más por las noches

Hay bebés que se despiertan mucho con el pecho y hay bebés que se despiertan mucho con el biberón. Aunque es cierto que la leche de fórmula cuesta más de digerir y puede hacer que el bebé tarde más en despertarse, la mamá debe saber que si elimina las tomas nocturnas del bebé, tendrá menos producción de leche materna por el día.

Es decir, que puede que con este consejo estemos poniendo en peligro la lactancia y además no consigamos dormir más.

Si le quitas la teta, el papá podrá participar más en la crianza del bebé

Un bebé necesita muchísimos cuidados. El papá puede participar en la crianza con muchísimas otras cosas: bañar al bebé, vestirlo, cambiarle el pañal, sacarlo de paseo, dormirlo, hacerle un masaje, cantarle una nana, jugar con él, leer un cuento...

No sé por qué se da este consejo porque no tiene mucho sentido. Lo ideal es que el papá participe en la crianza del bebé y puede hacerlo en todo, excepto en darle el pecho.

¿Cuándo dejará de tomar teta?

A muchas mujeres les molesta mucho que les hagan esta pregunta. Muchas me comentan «Acaba de empezar a tomar pecho y parece que todos quieren que lo deje ya» porque es la típica pregunta que le hacen a las mamás lactantes casi desde el hospital.

Algunas mamás tienen decidido cuánto tiempo quieren amamantar, otras no y otras van cambiando sus planes conforme el bebé crece, así que, ¿qué más da cuando dejará el pecho? ¿Por qué preguntarle sobre esto? ¿Realmente nos importa la respuesta o es sólo por romper el silencio?

Si no se nos ocurre nada que decir, mejor comentemos lo guapo que es el bebé y ya está.

Por otra parte, aunque mucha gente lo desconoce la OMS y la Asociación Española de Pediatría recomiendan dar el pecho de manera exclusiva durante los seis primeros meses de vida y junto con otros alimentos al menos hasta los dos primeros años y una vez pasado este tiempo, hasta que la mamá y el bebé lo decidan.

Osea, que aunque nos pueda extrañar ver a un bebé de más de un año siendo amamantado, lo cierto es que es lo normal y lo recomendado por todos los organismos oficiales.

La lactancia materna es muy esclava y no te deja hacer nada...

Depende de para quién. Hay personas que consideran que dar el pecho te ata demasiado, sin embargo muchas mujeres piensan que es mucho más cómodo tener la leche preparada y esterilizada en cualquier parte que tener que cargar con bolsa, biberones, esterilizador, leche, agua...

En mi opinión la lactancia materna te deja hacer todo igual que la artificial, pero lavando menos biberones.

Conclusión

Las críticas gratuitas casi siempre son molestas, pero en el caso de las mamás lactantes pueden llegar a ser muy desestabilizadoras porque en el periodo de puerperio (que según algunos autores puede durar dos años) las hormonas están bastante alteradas y ocurren grandes cambios a nivel físico y emocional, lo que impide que la madre pueda recibir las críticas de manera “constructiva” y responder ante ellas con su nivel de raciocinio habitual. Todo esto, suponiendo que las críticas vienen con buena intención...

Así que si conocéis a alguna mamá que ha decidido amamantar a su hijo y no sabéis qué decir al respecto, mejor no digáis nada.

Publicado en el diario ABC

Nuestros hijos nos quieren


Nuestro hijos nos quieren.

No quieren aprovecharse de nosotros ni tomarnos el pelo. No están “probando los límites” para encontrar un resquicio en nuestras férreas defensas. Nos obedecen casi siempre, y de hecho buscan a menudo nuestra orientación y aprobación. Nada les hace más felices que nuestras muestras de afecto, nada les duele más que nuestro enfado.

Criar hijos es fácil. Aunque sea el primero. No necesita estudios ni experiencia, porque todos tenemos experiencia. Tal vez no hayamos sido nunca padres, pero sí que hemos sido hijos. Durante muchos años.

Recuerde.

Recuerde qué hacía, qué sentía, qué cosas le alegraban y qué cosas le dolían. Intente mirar al niño que tiene con los ojos del niño que fue.

Nuestros hijos nos quieren con corazón puro, con fe inagotable, con total desinterés. Nos quieren como nosotros les queremos, sin exigencias y sin condiciones. No nos avergoncemos de quererles.

Por Carlos González
La imagen es de I'll bring the cookies you bring the milk

21 de febrero de 2013

Hablar sin gritar


¿Has notado que hay familias que se comunican a gritos? Los gritos son algo constante durante el día. Los padres gritan a sus hijos en la casa, en la tienda, en el parque, en el auto.

Me he dado cuenta que hay papás que creen que es la única manera “no violenta” de criar a sus hijos porque no les pegan. Los gritos no son respetuosos, también son una forma de violencia; no hay violencia física pero si emocional.

Tal parece que hay padres que entienden el dicho “Se atrapan más moscas con miel que con hiel”. Criar a los hijos sin gritar es positivo, respetuoso y efectivo.

Aquí hay algunos trucos que estoy segura te serán útiles.

Habla con tu hijo. No olvides que tu hijo es una persona. Hay quienes les hablan a los niños en lugar de hablar CON ellos, no sé si me explico. En lugar de simplemente dar órdenes y tener un monólogo comunícate con tu hijo. Escúchalo, presta atención a lo que te dice.
Los niños aprenden a comunicarse como lo hacen sus padres. Si tú gritas no te extrañe que tu hijo te conteste de la misma manera. Cuando hay buena comunicación la relación con tu hijo se fortalece.

Mantén la calma. Ya sé que es más fácil decirlo que hacerlo en especial en un día pesado. A menudo comento que ser mamá me ha permitido ser una mejor persona, para mí ha sido una oportunidad para mejorar aquello que no me gusta de mí y de aprender a manejar mis emociones.
Las presiones del trabajo y todas las responsabilidades de la vida diaria puede hacer que perdamos la calma rápidamente y terminemos gritando por cualquier cosa. Cuando controlas tu temperamento tu hijo también aprenderá a controlar el suyo.

Date tiempo para estar con tu hijo. Demuéstrale tu amor, abrázalo, bésalo, dile que lo amas. Dedica diariamente una parte de tu día para hablar con él, para preguntarle cómo le fue, qué hizo, a qué jugó.
Es una buena forma de abrir la comunicación y de crear confianza entre ustedes de tal manera que cuando tu hijo esté molesto o preocupado se sienta seguro de poder hablar contigo.
Hablar con tu hijo en los momentos tranquilos, de una forma apacible y amable le enseñará a comunicarse sin gritar.

Enseña con el ejemplo. Si quieres que tu hijo hable contigo sin gritar, que te diga lo que está sintiendo, lo que le gusta y lo que le molesta, tienes que hacerlo tú primero. Recuerda que se enseña más con lo que hacemos que con lo que decimos. Es una incoherencia pedirle a tu hijo que haga justo lo contrario que está viendo en tí.
Si tú le gritas a tu hijo le estás dando el mensaje de que esa es la forma correcta de comportarse. Los niños imitan el comportamiento de nosotros, sus padres. Nosotros somos sus modelos. Si quieres que tu hijo sea respetuoso al comunicarse contigo - y con los demás – muéstrale cómo se hace.

Extraído de Escuela de padres primerizos

19 de febrero de 2013

La agitación del amamantamiento


Es fácil imaginarse que a una madre con experiencia en la lactancia, que ha ayudado a muchas mamás a resolver sus problemas, ya nada afectaría a sus experiencias personales con respecto al amamantamiento. Sin embargo hay que estar alerta, el fenómeno de la agitación del amamantamiento puede sucederle a cualquiera.

Tener una clara perspectiva de la agitación del amamantamiento puede ayudarte, ya sea para entender a una madre a la que estás apoyando o a ti misma si quieres amamantar en tándem. Lo siguiente es una adaptación de Adventures in Tandem Nursing: Breastfeeding during Pregnancy and Beyond, (Las Aventuras de la lactancia en tándem: lactancia durante el embarazo y más allá), la mas reciente publicación de la Liga de La Leche Internacional.

La agitación del amamantamiento no es divertida, y el embarazo parece ser la etapa específica para que se de la agitación del amamantamiento (afectando a más de una tercera parte de las mujeres que amamantan durante el embarazo). Algunas mujeres embarazadas pueden decir con exactitud en qué semana sintieron por primera vez la agitación, y a pesar de que varía mucho de madre a madre, parece ser que a mediados del embarazo es cuando se inicia en la mayoría de las personas. Para muchas mujeres la agitación disminuye al final del embarazo, mientras que para otras este parece ser el periodo en que es más intensa. De cualquier manera, la agitación puede sucederle también a cualquier mamá que amamanta a un niño mayorcito inclusive sin que exista un nuevo embarazo.

Cuando se amamanta embarazada, la agitación puede ser motivada exclusivamente por la succión del niño mayorcito, o puede suceder solamente cuando los dos niños amamantan simultáneamente. las madres que amamantan en tándem y se quedan embarazadas parecen más propensas a sufrir esta agitación. En muchos casos la agitación puede no tener nada que ver, o muy poco con el embarazo o la lactancia en tándem.
El mayor fenómeno con el que me enfrenté fue muy inesperado. Me había preparado para tener sentimiento negativos hacia mi niño mayorcito cuando naciera mi nuevo bebé, pero no sucedió. Los tres tuvimos una maravillosa relación de lactancia. Después cuando mi hijo tenia un año y mi hija cono tres, mis sentimientos cambiaron. Amamantar a mi hija se convirtió en una experiencia terrible. Ella todavía tenía mucha necesidad de mamar y yo ya no podía mas. Me sentía incomoda, angustiada, y enojada cuando ella estaba al pecgi. Mis emociones y reacciones eran primarias y muy fuertes. --- Elisa, New York
La naturaleza precisa de la agitación varía enormemente de mujer a mujer. Algunas madres describen un sentimiento de irritación. 
Es casi imposible describir lo que se siente; es como si pudieras convertir el sonido de clavos contra una pizarra en una sensación física. Algunas veces la agitación me producía ganas de gritar a todo lo que dan mis pulmones, y al mismo tiempo dar vueltas en un circulo muy pequeño una y otra vez. --- Lisa, California
Para algunas es más como piel de gallina. 
Lo mejor que puedo hacer es decir que sentía como si tuviera insectos recorriendo todo mi cuerpo, y no me los pudiera sacudir. Comenzaba siendo una molestia y pronto se hacia intolerable. La gente me preguntaba, “¿Duele mucho?” , y yo pensaba, “ojalà” El dolor lo habría podido manejar. Esto iba mucho mas allá que el dolor, esto era rarísimo, muy extraño ---Barbara, Minesota 
Algunas veces es como si tuvieras tu mente en contra de ti y del bebé. 
Sentía una urgencia poderosísima de parar de amamantar inmediatamente. Era una reacción viseral, de las entrañas, como una comezón , que me ponía tensa, ansiosa, de malas y agitada. Era muy confuso, porque no sentía dolor, y yo estaba decidida a amamantar a mi hijo tanto tiempo como lo necesitara. El sentimiento solo venía cuando Jake amamantaba, y pronto desaparecía cuando el terminaba --- Sarah, Texas
La severidad de la reacción varía de ligera (“¿Por qué ya no disfruto al dar el pecho a mi hijo?”) a extrema (“¡Ahhhhhh! ¡Quítenme de aquí a este niño!”). Algunos le llaman repulsión a la lactancia. En ciertas ocasiones, las madres no se dan cuenta de la agitación hasta que el dolor del seno disminuye y el deseo de separarse persiste. 

La agitación del amamantamiento puede venir de nuestras raíces como mamíferos. La agresión maternal no es poco común en el mundo animal durante el tiempo de destete, y es posible que el embarazo haga que nuestros cuerpos piensen que es tiempo de destetar. 
Me sentí como mi perra de la niñez cuando destetó a sus perritos solo levantándose y caminando cada vez que querían amamantar. El sentimiento que tenía mientras lactaba embarazada solo se puede describir como “primario”, era tan instintivo huir de la lactancia que casi no me podía controlar. Sentía una urgencia muy fuerte de levantarla, quitarla del medio y salir corriendo lejos de ella. De ninguna manera estaba preparada para eso y me sentía como la peor madre del planeta. Después de mi experiencia, he hecho una encuesta informal ente mis colíderes y otras mamás de LLL que amamantaron durante el embarazo, y la mayoría experimentaron emociones negativas muy poderosas al amamantar estando embarazadas. ---Kelly, Georgia
Las historias de las madres acerca de la agitación nos dejan claro que esta no es un reflejo de la relación de la madre con el hijo y ni siquiera de sus sentimientos acerca de la lactancia. Parece ser una instancia en que la sabiduría del cuerpo y la conciencia personal son muy útiles. ¿Es posible que formas alternativas de acurrucarnos con el niño pudieran ayudar a la relación de la madre con su hijo? ¿Es que la madre está agotada? Se sugiere que trate de alimentarse mejor, descansar más, y que pase más tiempo a solas. Recuérdale que haga todo lo que le sea posible para consentirse a sí misma, ¡a nadie le hace daño! Una madre se dio cuenta de que incluso un pequeño descanso de la lactancia representa una gran diferencia. 
Me di cuenta de que levantarme y caminar durante algunos segundos me ayudaba a recobrar un sentido de paz. ---Helene, Ontario, Canadá 
Extraído de "Adventures in Tandem Nursing: Breastfeeding during Pregnancy and Beyond" de Hilary Flower.

17 de febrero de 2013

Tener el control. Lo posible y lo imposible de ser padres y 2

crianza respeto jugar aprender ser padres

Antes de leer esta entrada te recomendamos que leas la anterior:
Tener el control 1.

LA META DE SER UN APRENDIZ

Yo creo que nosotros como padres podemos fijarnos metas razonables:
  • Disfrutar a nuestros hijos
  • Aprender algo nuevo cada día
  • Considerarnos aprendices a nosotros mismos y a nuestro hijo
Decidir ser aprendices puede quitarnos mucha presión interna y también a nuestros hijos. Los aprendices tienen permiso para cometer muchos errores, los aprendices piden ayuda, los aprendices a menudo no saben qué hacer o cómo funcionan las cosas. Lo mejor de todo es que los aprendices se ríen (o lloran) cuando su proyecto se da la vuelta y fracasa estrepitosamente ante de todo mundo. Es comprensible. Así es esto del aprendizaje.

Si estamos aprendiendo, entonces sabemos que podemos hacernos cargo de algunas cosas y resolver el resto de una manera confusa y por casualidad. Como padres, pueden sernos de enorme utilidad algunas estrategias del tipo “estoy aprendiendo, no controlando”.
  • Reconoce activamente lo que es divertido, lo que está bien, lo que funciona correctamente. Nuestras mentes se quedan tan aturulladas en las metas que tenemos a la mano que perdemos de vista quién nos gusta, quién va bien y las pequeñas cosas que vamos aprendiendo. Puede ser útil poner una pequeña lista en la nevera o en el espejo del baño, donde todo el mundo pueda ver unas pocas palabras acerca de lo que estuvo bien en ese día. Algunas familias comienzan la cena con una pequeña ronda de ¿qué es lo que estuvo bien este día? para que lo niños puedan participar, y tengan la oportunidad de contar su experiencia y de ser escuchados por toda la familia.
  • Da la bienvenida a los sentimientos de tu hijo. Los sentimientos ocupan una gran parte de la vida de los niños, y expresando estos sentimientos es como los niños se recuperan de las experiencias duras, pequeñas y grandes, que les suceden. El llanto, los berrinches y la risa, son profundamente curativos para los niños. Expresar esas emociones en toda su dimensión le quita a los niños la sensación de que sus vidas no son lo suficientemente buenas. Cuando terminan, se reconectan con su sentido de amar y ser amados. Puede ayudarles el que te acerques y los escuches a través de sus angustias, pero si no puedes hacerlo, contempla la posibilidad de no criticarlos, avergonzarlos o culparles mientras te muestran sus sentimientos de tristeza o enojo.
  • Encuentra a alguien que escuche tus propios sentimientos. Nosotros como padres y madres tenemos también muchos sentimientos y hemos sido entrenados para tragárnoslos, como si no existieran. De hecho, tragarse los sentimientos, es equiparado ¡con “mantener bajo control” nuestras vidas! El problema es que no podemos tragarnos los sentimientos para siempre. Nuestras preocupaciones, frustraciones, enojos se incrementan, requerimos cada vez de un mayor esfuerzo para tragárnoslos, y finalmente, explotan cuando la más insignificante cuestión está mal. Con frecuencia explotamos contra nuestros hijos y siempre nos arrepentimos después. Encontrar a otro padre y hablar con él por teléfono o después de que se duerman los niños, puede ayudar a aliviar la carga que crean nuestros sentimientos. Una buena risa, un buen llanto, un buen desvarío acerca de la enorme cantidad de expectativas que estamos tratando de satisfacer, puede hacer mucho para aligerar nuestros pasos y ayudarnos a recordar que somos buenos, sin importar cuántos errores hayamos cometido o cuantas respuestas no conozcamos en ese momento.
  • Reconoce aquello que no sepas cómo hacer y habla con otros acerca de ello. En la vida de cada padre probablemente suceden 50 cosas al día ¡que no entiende! ¿Por qué no accede el niño a cepillarse los dientes voluntariamente? ¿porqué se asusta de la oscuridad? ¿Porque los pre-adolescentes piensan que tú eres la persona mas aburrida que hayan conocido?. Estar abiertos a aquello que no sabemos es una excelente estrategia de aprendizaje. Nos torna en buscadores activos de información y entendimiento. Y también está bien el abrirnos a nuestros hijos cuando no sepamos qué hacer. “No sé que hacer contigo cuando te niegas a ayudar en las tareas de la casa. Estoy pensando en cómo hacerlo. ¿Podríamos hablar de esto mañana, después de que yo haya hablado con varias personas a ver si me dan unas buenas ideas?”. Ésta es una buena manera de abordar un problema con un niño.
  • Organiza la ayuda. Estamos entrenados a pensar que pedir ayuda es admitir debilidad. Sin embargo existen muchas clases de trabajo que no han sido diseñadas para que las realice una persona sola. Construir tabiques, dirigir un supermercado, cuidados intensivos durante la lactancia y criar niños son la clase de trabajos que sólo puede hacerse bien con varias personas organizadas para trabajar bajo un propósito común. Cuando damos a luz a nuestros hijos, la mayoría de nosotros no tiene idea de que organizar la ayuda era parte de la descripción de funciones del trabajo de padres. Aprendemos esto generalmente, al quedar exhaustos tratando de hacer todo nosotros mismos y sintiéndonos fatal cuando tenemos que “rebajarnos” a pedir ayuda. Pero cualquier padre con experiencia puede reconfortarte diciéndote que todos los padres necesitan un tiempo sin sus hijos, todos los padres necesitan que otros cuiden a sus hijos, todos los padres necesitan personas que piensen y con quienes puedan hablar acerca de los detalles de la vida con los niños. ¡Todos los padres necesitan ayuda!
  • Tira las expectativas por la borda. Cuando estás haciendo un esfuerzo por apreciarte a ti mismo o a alguien más. Tira las expectativas por la borda. Deja que la casa sea un desastre por un par de semanas, meses o años, o no te preocupes por servir comidas calientes, o deja que los parientes gruñan porque decidiste no ir a verlos este mes, o duerme en tu hora de comida, aunque la gente en el trabajo hable de ti. Tú has de decidir lo que es realmente necesario y lo que no y tratar de mantener las apariencias cuando se es padre es aniquilar la alegría. Tienes permiso para dejar que las cosas sean imperfectas, y aun así, estar orgulloso de ti mismo, tu familia y tus decisiones.
  • Organiza juegos que incluyan la risa. A los niños les encanta reír, y cuando estamos dispuestos a jugar con ellos para que rían (¡sin hacerles cosquillas!) se llenan de ánimos y de esperanza. Es contagioso. Los vemos menearse con deleite, viniendo hacia nosotros por diversión y mucho contacto, y no podemos evitar el estar encantados. Nuestra taza vacía de esperanza comienza a llenarse de nuevo. Tenemos mucho que aprender de los niños acerca de cómo una buena vida incluye tiempo para jugar, peleas de broma, persecuciones, atrapadas, en donde los adultos puedan “perder”, pero todos recuperen el sentido de que es bueno estar vivo.
  • Cuando estés al borde de la ofuscación, acuéstate en el suelo por un rato. Cuando estamos agotados, las cosas que hacemos generalmente no tienen mucho éxito. Nuestras tensiones y las de nuestros hijos forman un nudo que se va enredando y se aprieta cada vez más. En momentos como ése, "rendirnos” por diez o quince minutos y tirarnos en el suelo nos proporcionará un contraste suficiente con la situación anterior, para que nosotros y nuestros niños podamos volver a empezar con frescura. A veces podemos darnos permiso de llorar, lo cual ayuda a aligerar la tensión. A veces, nuestros niños vienen hacia nosotros y deciden que quieren estar cerca. Se nos sientan en la barriga, o se arrastran debajo de nuestras piernas o empiezan a brincar alrededor de nosotros para divertirse. Habiendo abandonado el esfuerzo de tenerlo todo bajo control, podemos comenzar a poner atención sobre cómo son las cosas, en vez de la manera en como quisiéramos que fueran. Sin el esfuerzo de tenerlo todo bajo control, a menudo es más factible tomar decisiones que funcionen y que nos vuelvan a gustar de nuevo los niños que tenemos.
Tomado de "Being “In Control” – The Possible and Impossible in Parenting", de Patty Wipfler

15 de febrero de 2013

25 cosas que hacer con un niño de dos años que no para

  1. Ponlo en una bañera vacía, dale acuarelas y déjale que se explaye.
  2. Pon arroz en un molde y dejar que lo eche taza a taza.
  3. Sácalo a la calle todos los días, independientemente del clima.
  4. Dale una pequeña botella de spray con agua y un trapo. Dile que lo eche en el baño, en los azulejos, en los ladrillos de la terraza...
  5. Haz plastilina casera, dale un rodillo.
  6. Cuando le leas en voz alta, hazle muchas preguntas. Déjale que señale, ponga nombres y se ría en cada imagen.
  7. Pídele que corra hasta la puerta, la toque y vuelva, chócale los cinco, y repite. Y repite. Y repite.
  8. Encuentra una caja vacía en la que pueda caber y quédate en la la habitación con él para garantizar su seguridad, pero llévate ese libro que tienes tantas ganas de leer, porque él estará ocupado durante un tiempo.
  9. Enséñale cómo construir un fuerte con los cojines.
  10. Déjale untar con nocilla o con mantequilla su tostada.
  11. Juega con él durante al menos diez minutos a algo que le guste mucho. Esto satisfará gran parte de la necesidad de atención que le lleva a hacer travesuras
  12. Burbujas
  13. Los niños tienden a ser aprendices táctiles; apilar tazas y recipientes de plástico en un armario accesible puede ser divertido.
  14. Llena el fregadero de la cocina con espuma de jabón; saca un cucharón grande y algunos vasos de plástico y échalos al agua. Déjale que "friegue los platos".
  15. Si tienes una zona de juego en el jardín, déjale que tire la pelota en esa zona.
  16. Dale una cuchara vieja y déjale cavar en la tierra.
  17. La música facilita el aprendizaje como ninguna otra actividad. Inventa canciones tontas para todo, haz el tonto y tómales el pelo con la música.
  18. Cuando te sientas mal o se sienta mal, hazle cosquillas.
  19. No temas repetir las actividades muchas veces; si ves que se cansa, dile que "Vamos a hacer..."
  20. Deja que el pequeño "te ayude" en todas tus tareas hasta que redescubra sus bloques o trenes. Le estarás enseñando habilidades valiosas. Ya sé que puede ser difícil porque queremos que las cosas estén hechas, pero el niño aprenderá en seguida y puede ser que desee ayudar más. Este puede ser uno de los momentos más especiales de vuestras vidas.
  21. Ponle su canción favorita, dejaos llevar y bailar por toda la casa. Tu niño se reirá o participará en el baile, y ambas cosas son divertidas.
  22. Deja que se columpie un rato sobre tus pies.
  23. Déjale unos rotuladores y un cuaderno.
  24. Evalúa sus necesidades, ¿tiene hambre, está cansado, mojado, pasado de rosca, aburrido o solo? Ayúdale a tener sus necesidades básicas cubiertas
  25. Piensa un pensamiento positivo por cada pensamiento negativo. En lugar de "Mis hijos me vuelven loca" piensa "Esta es una fase, Juan es realmente un buen chico" o "Mis hijos están aburridos. ¿Qué puedo hacer para que se entretengan?".
Extraído de Courage zone

13 de febrero de 2013

Amamantar a gemelos

lactancia materna gemelos mellizos criando múltiples

¿Tendré suficiente leche para amamantar a gemelos?
Muchas madres primerizas se preocupan sobre si van a tener suficiente leche pero, de hecho, hay muy pocas mujeres que no tienen leche suficiente para su bebé. La producción de leche funciona según el principio de oferta y demanda. El amamantar le pide al cuerpo de la madre que produzca más leche en respuesta a las necesidades del bebé (o bebés). Con dos bebés, más leche se extrae de los pechos y por lo tanto se produce más. La mejor manera de asegurarse de que se establezca una buena producción de leche es que la madre alimente a sus bebés a menudo en las primeras semanas y pedirle a una persona entendida en lactancia que compruebe si los bebés están bien agarrados al pecho y amamantando de forma correcta.

Durante los primeros meses, los bebés pasan por períodos de brotes de crecimiento. Algunas madres interpretan tomas más frecuentes como un signo de falta de leche, pero si permiten que los bebés amamanten más a menudo durante un día o dos, el suministro de leche materna aumentará con rapidez. A las madres que esperan gemelos no siempre se les anima a considerar la lactancia materna, pero los gemelos e, incluso, los trillizos pueden ser amamantados de forma exclusiva.
"Descubrí que estaba esperando gemelos en una ecografía durante el embarazo. Pregunté si podía amamantar y me dijeron que también tendría que darles biberones. Esto me decepcionó porque realmente me había gustado amamantar mis otros dos hijos. Los gemelos nacieron a las 36 semanas de gestación. Nunca han tomado biberones y me alegro de haber averiguado de antemano que es posible amamantar a gemelos".
¿Cómo puedo amamantar a dos o más bebés?
La confianza y la convicción de que se puede hacer son dos de los factores más importantes en hacer que el amamantar a gemelos sea un éxito. Es buena idea asistir a un grupo de apoyo o clases de lactancia materna para aumentar tu confianza y averiguar dónde conseguir apoyo a nivel local. De esta forma, si tienes alguna pregunta después de que nazcan los bebés sabrás a dónde dirigirte. Tal vez tu visitador de salud, matrona o asesora de lactancia te puede poner en contacto con alguien que ha amamantado a gemelos.
"Los gemelos fueron nuestros primeros hijos y pensé que me gustaría tratar de amamantar. Leí un poco y una amiga me invitó a verla amamantar. La mayoría de las madres que conocí en el club de gemelos no lo habían intentado, pero me decidí a darle una oportunidad. Nuestros bebés nacieron a las 37 semanas de parto natural y el personal del hospital fueron alentadores. Ojalá hubiese sabido un poco más acerca de los brotes de crecimiento, y cómo dejar que los bebés aumentaran mi producción de leche en estos momentos mediante tomas más frecuentes".
Los gemelos pueden ser amamantados por separado o juntos. Muchas mamás acaban haciendo las dos cosas en diferentes situaciones y cuando los gemelos se encuentran en diferentes etapas de desarrollo. Alimentar a los bebés juntos puede ser una buena manera de establecer un abundante suministro de leche de forma rápida y puede ahorrar tiempo. La posición de rugby puede ser útil para uno o los dos bebés, a la vez que (o en lugar de) la posición del bebé estirado más tradicional. Mientras la mamá y cada bebé aún están aprendiendo a amamantar, puede ser más fácil que la madre pase algún tiempo amamantando a cada uno por separado.
"No tengas miedo de pedir ayuda para colocar al segundo gemelo en los primeros días para poder intentar amamantar a los dos bebés juntos". 
Cojines en forma de V son útiles cuando la madre amamanta a dos bebés a la vez pero almohadas o cojines ordinarios también se pueden utilizar para apoyar a los bebés. Si tienes a alguien que te ayude en los primeros días, te pueden ayudar a colocar al segundo bebé después de que el primero ha comenzado a amamantar. A medida de que los bebés crezcan y desarrollen el control de su cabeza, será más fácil darles el pecho juntos sin la ayuda de una almohada o un par de extra manos. Más tarde aún, los niños serán capaces de posicionarse por sí solos.

Muchas madres encuentran que, en las primeras semanas, el que cada bebé tenga su propio pecho ayuda a establecer su propia producción de leche. Puede haber excepciones a esto en función del tamaño relativo y el crecimiento de los bebés. Más adelante, algunas madres prefieren variar las posiciones de cada bebé y no siempre ofrecen el mismo pecho al mismo bebé.
"Después de un par de semanas, aprendí a amamantar acostada lo cual hizo las cosas mucho más fácil durante la noche. Cuando los bebés crecieron me las arreglé para encontrar una manera de amamantar acostada a los dos a la vez, pero no se puede hacer facilmente con recién nacidos. Puedes llegar a ser muy creativa sobre el uso de diferentes posiciones y hacer cosas como contestar el teléfono mientras amamantas".
"Nuestras niñas tienen ahora 17 meses de edad y todavía estoy disfrutando de la lactancia materna con ellas. Ahora que son un poco mayores, tienedo a amamantarles por separado, pero que solía hacer una mezcla tomas por separado y juntas". 
¿Qué ocurre si nacen antes de tiempo?
Los gemelos son más propensos a nacer prematuramente que los bebés únicos. Si los bebés nacen antes de tiempo, la leche que su madre produce será diferente que la leche a término y tiene ventajas específicas para los bebés prematuros. La leche materna reduce las posibilidades de los bebés adquieran infecciones, algunas de las cuales puede ser particularmente graves en un bebé prematuro (como por ejemplo, la enterocolitis necrosante). Si los gemelos son muy prematuros, pueden necesitar ser alimentados por sonda o un vaso especial hasta que sean capaces de amamantar. La extracción de leche materna para bebés prematuros puede ayudar a que la madre sienta que está aportando una valiosa contribución al bienestar de sus hijos, sobre todo si el personal del hospital se encarga de otros aspectos de su cuidado.
"Nuestros gemelos nacieron a las 29 semanas de gestación y estuvieron ingresados en la Unidad de Neonatos. Yo conocía algunas de las ventajas de la leche materna, pero cuando me enteré de que mi leche les protegería de la ECN (enterocolitis necrosante - una infección intestinal muy grave que a menudo es mortal en los bebés prematuros) fue suficiente para animarme a empezar a extraer mi leche para que pudieran dársela a través de una sonda . Un bebé comenzó a amamantar en las 34-35 semanas, mientras que el otro tardó un par de semanas más para llegar a dominarlo".
¿No voy a estar demasiado cansada para dar el pecho?
El cansancio es a veces la razón que las madres dan para no amamantar a más de un bebé, pero no hay evidencia de que la lactancia materna en sí sea agotadora. De hecho, las madres que amamantan puede sacar el máximo partido de las oportunidades para sentarse o acostarse. Es importante comer una dieta equilibrada y descansar cuando tus bebés duermen. Una vez que la lactancia materna se ha establecido, es más fácil salir o viajar con más de un bebé, porque la leche materna está disponible de inmediato y a la temperatura correcta. Imagínate el número abrumador de biberones que hay que lavar, esterilizar, preparar y calentar si los gemelos se alimentan con biberón.

La lactancia materna implica la liberación de hormonas específicas que ayudan a que la madre se sienta relajada. Esto es particularmente beneficioso para las madres de gemelos, que son propensas a estar más ocupadas que otras madres. Y la lactancia te ayudará a que tu útero (sobre todo después de haber parido más de un bebé) vuelva de nuevo a la forma y tamaño de antes del embarazo y te ayudará a perder peso más rápidamente  Si la madre decide amamantar a sus bebés al mismo tiempo, puede despertar al otro durante la noche para minimizar el número de tomas nocturnas. La lactancia materna durante la noche se puede realizar acostada y puede ayudar a establecer un buen suministro de leche.

Si la familia y los amigos quieren ayudar. . .
Los abuelos u otras personas a veces preguntan si pueden ayudar dándole un biberón a un bebé pero si los biberones se introducen desde el principio o los bebés son alimentados siguiendo una pauta (y no a demanda), esto puede afectar al buen establecimiento del suministro de leche. La demanda de la leche se reducirá por lo que la oferta también se reducirá.

Chupar una tetina (o un chupete) es muy diferente a la lactancia materna. Si los biberones o chupetes se introducen en las primeras 4 a 6 semanas, esto puede hacer amamantar gemelos más difícil de establecer y reducir la duración del tiempo en el que la madre amamanta. Incluso pequeñas cantidades de leche artificial pueden reducir significativamente las ventajas que ofrece la lactancia materna. Algunas madres de gemelos encuentran que la extracción de leche materna y la congelación puede ser útil y permite que otra persona alimente a los bebés de vez en cuando.

Hay muchas otras cosas que la familia y los amigos pueden ofrecer para ayudar a los padres de gemelos recién nacidos. Por ejemplo, tener en brazos a un bebé, cambiar un pañal, ofrecerle a la madre bebida o comida, ayudarle a la hora del baño si es necesario, tender la ropa o simplemente ofrecer apoyo moral.

Traducido por Noelia Reimundez. Asesora de lactancia de la ABM (Association of Breastfeeding Mothers)

11 de febrero de 2013

Las gemelas más viejas del mundo


Ena Pugh y Lily Millward cumplieron 102 años el pasado 4 de enero. Nacieron en el año 1910, y han pasado todos sus cumpleaños juntas. Han entrado en el libro Guinness de los récords.Están convencidas de que el secreto de su longevidad está en su alegría y en que siempre se ríen mucho cuando están juntas.

¡¡Muchas felicidades para estas dos múltiples tan longevas!! 

9 de febrero de 2013

Tener el control. Lo posible y lo imposible de ser padres (1)

Se espera que los padres tengan el control de sus vidas, de sus niños y de ellos mismos. ¡Gran parte de estas expectativas son imposibles de satisfacer! Pero porque no hay manera de aprender las habilidades de padres y las verdades por anticipado, nosotros como padres batallamos y nos preocupamos cuando parece que no tenemos el control, o cuando controlar significa ser duros con nuestros hijos. Vamos primero a delinear las cosas que ningún padre puede controlar por completo.

  • No tenemos el control absoluto de nuestras vidas. Pueden ocurrirnos cosas duras a nosotros o a nuestros hijos, y las opresiones de la sociedad pueden forzarnos a circunstancias inhumanas. Hay cosas que podemos hacer para mantener sanas a nuestras familias, pero no tenemos el control absoluto sobre eso. Hay cosas que podemos hacer para poder pagar las cuentas, pero la seguridad laboral y económica no es algo que podamos determinar nosotros mismos como clase trabajadora. Trabajamos para construir buenas relaciones, pero muchos de nosotros no contamos con las herramientas, apoyo, información o tiempo para resolver los problemas críticos de las relaciones. Nos alzamos también contra el racismo, las drogas, la violencia y la crueldad en las escuelas y las calles. Pero nosotros mismos y nuestros hijos somos vulnerables a lastimaduras y dificultades imprevistas. Condenarnos por la falta de control no tiene sentido. La influencia que podemos lograr cuando enfrentamos estas condiciones de opresión o de tiempos difíciles en la salud reside en nuestra habilidad de organizarnos con los otros para hacer lo que sea necesario, CON MUCHÍSIMA AYUDA.
  • No tenemos control sobre el comportamiento de nuestros hijos. Tenemos una profunda influencia sobre ellos. El cómo amamos, achuchamos y tratamos a nuestros hijos, los afecta en cada momento, y por el resto de sus vidas. Pero nuestra influencia no implica que podamos ejercer control sobre lo que piensan y sienten. Ni tampoco quiere decir que un niño cuyo comportamiento es difícil venga de un padre que no este intentando lo suficiente, o que no esté haciendo las cosas correctamente. Nuestros hijos están sujetos a dificultades a causa de circunstancias más allá de nuestro control – su salud, accidentes, encuentros inesperados con personas que no los cuidan bien, una gran cantidad de estrés en nosotros, incidentes imprevistos atemorizantes. Cuando los niños son lastimados por este tipo de circunstancias, su comportamiento refleja sus miedos y puede percibirse como “difícil”. ¡Pero esto no es culpa de los padres!. Es más, este comportamiento “descarriado” es necesariamente una señal que el niño nos da de que ha sido herido y necesita de nuestra atención. Independientemente de lo “difícil” que pueda ser su comportamiento, nosotros como padres, podremos estar agradecidos que nuestro niño no quiera sufrir en silencio cuando se siente demasiado aislado, asustado, o enojado para pensar.
  • En lo inmediato, a veces no tenemos control sobre nuestro propio comportamiento. Uno de los grandes shocks al ser padres es encontrarnos gritando o lastimando a nuestro adorado hijo, cuando nunca tuvimos la intención de hacerlo. Hay cosas que ellos hacen que nos sacan de nuestras casillas (gimotear, pelear entre sí, decir palabrotas, hablar mal de nosotros cuando estamos tratando controlar la situación). Cada uno de nosotros tiene sus propios umbrales de resistencia que, cuando son rebasados, nos hacen perder el poder sobre nuestro propio comportamiento. Normalmente, nos convertimos en algo parecido a nuestros padres cuando perdían el control de sus reacciones.
  • Finalmente, no tenemos absoluto control acerca de lo que otras personas sienten acerca de nosotros o nuestros hijos. Nosotros los padres, tratamos mucho de que nuestros hijos cumplan con un estándar no escrito de “avenencia” con los otros, esperando que si ellos “ actúan correctamente”, van a gustarle a la gente. De hecho, vivimos en una sociedad en donde a los que ya crecieron, se les enseña a ver a los niños como “problemas”, “dificultades”, “trabajo extra”, “estorbos” y más. Este entrenamiento está bastante extendido, y no importa cómo se comporte el niño, esas actitudes permanecen bajo la superficie en muchas personas. Nosotros como padres necesitamos decidir, por el bien de nuestros niños, no atacarlos para complacer a los adultos que solo aceptan a los niños si actúan como adultos. Ni el mejor comportamiento de un niño puede curar esta clase de actitud hostil. Así que si tu hijo está teniendo una saludable rabieta delante de un familiar que explícitamente te demanda que lo sometas, puedes simplemente retirarte a otra habitación para manejar la situación, tomándote el tiempo que necesites. Ser severo con tu hijo a causa de la demanda de alguien más, no te ayudará a respetarte a ti mismo, no cambiará los prejuicios de los adultos en contra de tu hijo, y te pone en contra del niño a quien tú amas tiernamente.
Tomado de "Being “In Control” – The Possible and Impossible in Parenting", By Patty Wipfler

7 de febrero de 2013

Prevención de las enfermedades de invierno


Ha llegado el invierno y con él un aumento grande de todas las enfermedades infecciosas que suelen elegir estos meses para invadir a los pequeños. Por esto es un buen momento para que recordemos las cosas que podemos hacer tanto en casa como en la escuela para limitar en lo posible la transmisión de enfermedades.

Para adecuarlo mejor según la edad de los niños lo he dividido en tres tramos:

0 – 6 meses
En este primer tramo de edad es cuando más importante es intentar prevenir las infecciones invernales, ya que pueden ser mucho más complicadas que en otras edades.
En esta edad la prevención se basa en tres pilares fundamentales:

  1. Lactancia materna. Está demostrada la utilidad de la alimentación con leche materna para la prevención de enfermedades infecciosas, sobre todo digestivas.
  2. Vacunación correcta de los bebés según el calendario vacunal de cada Comunidad Autónoma. Tampoco debe olvidarse la conveniencia de la vacunación de las personas adultas que están al cuidado de los niños, para evitar que estos se conviertan en transmisores de enfermedades.
  3. Lavado frecuente de manos de todos los adultos que están en contacto con los niños, muy especialmente después de la manipulación de pañales y antes de la preparación de alimentos

Otras cosas que debemos tener en cuenta son:

  • Evitar el contacto con adultos u otros niños con infecciones respiratorias (resfriados, bronquiolitis,…) o digestivas (vómitos, diarreas).
  • Evitar el contacto del bebé con el humo del tabaco. Existen estudios que demuestran un aumento en la frecuencia de infecciones en niños expuestos al humo de tabaco.
  • Evitar que duerman muchos niños en la misma habitación.
  • Mantener una adecuada ventilación de las habitaciones.

6 – 12 meses
En esta edad seguiría vigente todo lo citado anteriormente. Podríamos añadir unas cuantas cosas referentes sobre todo a las escuelas infantiles o guarderías, aunque también se deben tener en cuenta en las casas:

  • Es recomendable que las guarderías sean pequeñas con no más de 8 – 12 niños por estancia.
  • Se deben tener zonas separadas tanto para el cambio de pañales como para la preparación de alimentación.
  • Es recomendable que las cunas estén separadas al menos 1 metro de distancia entre ellas para evitar en lo posible la transmisión de gérmenes.
  • Los juguetes deben ser lavables y evitar que los niños compartan juguetes blandos o peluches.
  • Sigue siendo muy importante el lavado de manos de todos los adultos que están al cuidado de los niños, así como mantener una adecuada ventilación de las habitaciones en las que están los niños.
  • También es muy importante insistir en la correcta vacunación de niños y cuidadores.
  • Si es posible, es adecuado mantener la lactancia materna, ahora ya complementada con otros alimentos.

1 – 6 años
A partir de esta edad ya es importante ir educando a los propios niños en hábitos higiénicos para evitar la transmisión de infecciones:

  • El factor clave sigue siendo el LAVADO DE MANOS frecuente, y sobre todo después de ir al baño y antes de comer
  • Enseñarles a toser y estornudar cubriéndose la boca con un pañuelo
  • Utilizar pañuelos desechables
  • Evitar que se lleven a la boca juguetes u otros objetos compartidos
  • Evitar que acudan al colegio cuando están enfermos
  • Mantener una buena ventilación de aulas y viviendas
  • Sigue siendo muy importante completar el calendario de vacunaciones, y en esta edad, la vacunación antigripal en los niños en los que está indicada.

Siguiendo estas normas sencillas no conseguiremos evitar que los niños contraigan resfriados y otras infecciones, pero sí conseguiremos limitar en parte la transmisión de estas enfermedades.

Fuente: Pediatic

5 de febrero de 2013

Ventajas del vínculo paterno para los niños


Todos sabemos de la importancia que tienen tanto una madre como un padre en la educación y en el desarrollo emocional de sus hijos. Pero siempre leeréis u oiréis hablar de lo importante que es el vínculo afectivo maternal y de las excelencias de la madre en la crianza de los niños. Y tienen toda la razón, pero ¿y el padre? El vínculo afectivo paterno es el gran olvidado…

El vínculo paterno y su olvido
Abundan, como os decía, las publicaciones en internet, en revistas especializadas, en prensa, en documentales de la tv, etc., las investigaciones sobre la importancia del vínculo afectivo materno con los niños, la importancia del “piel con piel” nada más para el niño, de lo bueno del lenguaje maternal para el desarrollo emocional, de lo importante de que la madre estimule al niño cuando aun está en el útero… y, sin embargo, hay escasez de publicaciones en cuanto al vínculo con el padre y todo lo que puede aportar.
Y todo esto lo comento como padre interesado en la temática, pero también como psicólogo. En mi opinión hay mucha y muy buena difusión del papel de la madre, pero poca en cuanto al papel del padre. Es lógico pensar, que puede deberse a varias razones de peso: el papel del padre a lo largo de la historia menos implicado en la crianza; el machismo reinante siglos atrás y con vestigios aun en nuestra época; el hecho de que todas estas publicaciones y medios tengan un público mayoritariamente femenino, etc.
Sin embargo, en esta ocasión como padre, debo romper una lanza a favor de las nuevas generaciones y su implicación en la crianza. Está claro que aun no podemos generalizar como al nivel de la madres, pero nos empezamos a implicar, a colaborar en las tareas domésticas, a preocuparnos por los deberes y las actividades extraescolares, a pasar más horas cuidándolos, porque ahora la mujer trabaja, o simplemente porque ahora le damos más importancia al tiempo que pasamos con nuestros peques.

Ventajas del vínculo paterno para los niños
Las ventajas o aportes del vínculo paterno en la crianza y desarrollo de los hijos son muchas, con lo que vamos a señalar las más importantes:

  • Nunca debemos de olvidar que la figura de un padre es irreemplazable y su aporte en la crianza único y valioso para el niño. Con ello no quiero decir que no se pueda criar a un hijo sin la figura del padre, ya que todos sabemos que sí, ni tampoco que se vaya a criar peor, tan solo de forma distinta.
  • Los niños necesitan de modelos para su desarrollo y el modelo masculino es imprescindible, tanto si lo hay en la familia cercana como si lo toma de fuera.
  • El padre sabe aportar amor, cariño y comprensión, no solamente las clásicas que se le atribuyen como son el respeto, la disciplina y la autoridad.
  • En muchas ocasiones, cuando los niños buscan seguridad ante el temor a algo desconocido o que les provoca miedo, buscan al padre, ya que les otorga dicha seguridad, al igual que cuando los niños buscan cuidado suelen acudir a la madre. Es algo natural, innato a nuestra especia y comprobado en muchos estudios e investigaciones.
  • Mejora del desarrollo de las habilidades sociales y emocionales cuando son niños de padres involucrados en la crianza, en relación a aquellos niños que tienen padres no involucrados.
  • Además de servir de apoyo durante el embarazo y después del parto, ante la temida depresión postparto, se debe incidir, que no solamente somos un apoyo, somos los padres, no estamos para ayudar a la madre, sino para cuidar de nuestro hijo, cuestión que no solo beneficia a la madre y al hijo, sino también a nosotros mismos.
  • Los juegos del padre con el bebé los primeros años de vida, ayudan al niño en la tarea de exploración y de conocimiento de su entorno y de su propio cuerpo.

Como os comentaba, estos son solo algunos de los potenciales beneficios del vínculo paterno. Repito también, que si os ponéis a realizar una búsqueda, solo encontráis artículos relacionados con el vínculo materno, y en los escasos que existen sobre el vínculo afectivo paterno, le dedican unas pocas líneas, y el resto están ensalzando la importancia de la madre. Nadie le va a quitar importancia a la relación madre-hijo, que es indudable, el hecho está en empezar a hablar y a promover la relación padre-hijo, cuya importancia también es indudable.

Creo que los padres de hoy nos estamos ganando un hueco en todo este tipo de publicaciones, estudios, artículos y demás, que trabajamos a diario a favor del bienestar de nuestros hijos y de la mejora de la unidad familiar, que nos implicamos en tareas que, por desgracia para todos, tradicionalmente han sido de las madres, que leemos éste tipo de publicaciones buscando respuestas a preguntas que nos surgen a diario y que, sobre todo, queremos cuidar y amar a nuestros hijos. Creo que ya es hora de reconocer la importancia del vínculo afectivo paterno.

Extraído de la web Cómete la sopa

3 de febrero de 2013

Cunas gemelares: So-Ro


La empresa escandinava So-Ro ha creado esta cuna gemelar tan original. Diseñada para poder balancearla con facilidad, esta cuna no debe ser usada una vez que los niños empiezan a gatear y ponerse de pie, por lo que nos parece poco práctica. El precio, al parecer, es de 6000 coronas noruegas, unos 800€ al cambio.


La cuna dispone de un separador de zonas, por si en algún momento cada niño necesita su "espacio". Está diseñada por la terapeuta emocional Lillian Tveit, que ha llegado a la conclusión de que el movimiento de mecer al niño es mejor haceia adelante y hacia atrás y no de lado, como cuando estás en una mecedora, porque el cerebro del niño toma ese movimiento rítmico como algo calmante.

Tiene tres acabados: en abedul, blanco y nogal.

A mí me angustia un poco que los niños no puedan ver nada alrededor, sólo por arriba... ¿y a vosotras?


1 de febrero de 2013

Juntos o separados: una victoria


Hoy os queremos contar la historia de Irene y de sus hijos, de su separación en el colegio y de su victoria tras pelear por que les juntaran:
Mi nombre es Irene y quería compartir con vosotras mi historia.

Tengo hijos gemelos de tres años, a los cuales matriculé en un colegio de Sevilla.

Me puse en contacto con el Director del centro, le expresé mi disconformidad con que los niños fueran separados de aula. Me indicó que eran las normas del centro y no me permitió elegir.

A las dos semanas de colegio, les solicité que los unieran en clase lo antes posible. El motivo no era otro que la mala adaptación que han tenido al colegio.
Después de ponerme en contacto con varios psicólogos y exponerle la actitud de los niños, me confirmaron que todo lo que les ocurre es debido a la nueva situación. Y no están asimilando como debieran el estar separados.

Me reuní con profesoras y con el Director, que hicieron caso omiso a mi petición, alegando que los niños en el colegio no demuestran nada. Además me confirman que son las normas del colegio, pero me encuentro en una situación de agravio comparativo y discriminación ya que existen hermanos gemelos, mellizas e incluso trillizos, de cursos superiores, que sí están juntos en clase.

Mi respuesta siempre es la misma, ¿no es suficiente que se hagan pipí un día sí y otro también?, después de llevar un año sin pañales. O, ¿no es suficiente llamada de atención que los niños se escapen de su clase llorando para ir en busca del hermano a la otra clase?. Esto según me confirman las profesoras. O acaso es normal, que uno de ellos no se relacione con el resto a la hora del recreo. Según la opinión de la profesora es que le gusta “jugar solo”. Además de otras tantas cosas que manifiestan en casa.

Le solicité al colegio que los valorara la psicóloga del centro, lo cual me negaron, añadiendo, que normalmente visitan a los casos más importantes o graves…. ¿Acaso el mío no lo era?.

Me puse en contacto igualmente con el Inspector de la zona en la Delegación de Educación y éste mismo a su vez con el colegio.

Cuando le comenté el tema al inspector, no lo dudó. No existe ningún motivo para que los niños estén separados y mucho menos si hay indicios de mala adaptación. Además me asesoré al respecto y por lo que he podido conocer, no existe ningún informe médico o psicológico, que certifique a los gemelos les favorece estar separados en ningún caso. Sin embargo sí, existen estudios que avalan la teoría de que en muchos casos al separar a los hermanos les puede afectar en su conducta o incluso en la relación entre los hermanos, como es mi caso. En este apartado mis confidentes de Criando múltiples, me ayudaron mucho.

Aún así, aporté un documento de una psicóloga, en la que confirmaba que todos los síntomas que tenían los niños eran debidos a la mala adaptación por haberlos separado, con lo cual no han tenido más remedio que acceder y juntarlos.

Ya han empezado juntos desde principios de año y el primer día iban súper contentos por primera vez al cole…y eso ya es un logro.

Espero que mi historia os ayude, a mí me ha costado muchísimo, pero al final lo he conseguido y ahora estamos muy contentos. Y sobre todos los niños….
¡¡Enhorabuena, Irene!! ¡¡Y enhorabuena a tus hijos!!