30 de noviembre de 2012

El caso contra el tiempo fuera

Tiempo fuera http://criandomultiples.blogspot.com crianza mellizos gemelos

Durante generaciones, los padres han buscado la mejor forma de manejar el mal comportamiento infantil. La técnica de disciplina más reciente y popular es el “tiempo fuera”. Aunque el tiempo fuera es mejor que el azote, no es una manera apropiada de que los padres afronten la mala conducta de sus hijos. Por otra parte, el uso del tiempo fuera puede crear posteriores problemas de conducta infantil. Estos problemas pueden afectar al bienestar del niño y tensar la relación padre-hijo.

La conducta del niño, un síntoma
El comportamiento de los niños tiene una causa legítima. El comportamiento infantil está determinado, en gran parte, por cómo los niños se sienten sobre sus propias necesidades físicas y psicosociales. Las necesidades son fuertes en todos los niños, y los niños son, por naturaleza, sensibles a sus propias necesidades. Si una o más de sus necesidades no están satisfechas, los niños pronto se sentirán incómodos.
Los niños gritan cuando se sienten incómodos. El grito de un bebé o de un niño pequeño anuncia sentimientos de frustración. Estos gritos han evolucionado como un mecanismo de supervivencia. Atraen la atención de los padres. El propósito de un grito es obtener el cariño amoroso de los padres y el cuidado que satisfará adecuadamente las necesidades no satisfechas y, por lo tanto, establecer sentimientos de seguridad en el niño. El mal comportamiento de los niños mayores y adolescentes es un grito de ayuda que anuncia que sus necesidades se ven frustradas.

Los gritos y el mal comportamiento de los niños y adolescentes son, en cierto modo, muy parecidos a un dolor de garganta, mocos, dolor muscular o fiebre. Todos son síntomas. Todos tienen causas. Un médico sabe que cuando el virus o la bacteria que están causando los síntomas físicos se eliminan, el mal estado anímico se calma. Del mismo modo, cuando los padres diagnostican correctamente y proporcionan los recursos que satisfacen las necesidades de los niños y adolescentes, los síntomas de llanto o mal comportamiento también desaparecerán.

La frustración de las necesidades importantes no sienta bien a ninguna edad. Sin embargo, los niños pueden llegar a ser bastante molestos y exigentes cuando sus necesidades no son satisfechas. Sus arrebatos intensos a menudo se derivan, en parte, de su naturaleza dependiente. A diferencia de la mayoría de los adultos, los niños pequeños no tienen la capacidad de satisfacer sus propias necesidades. Ellos son físicamente incapaces de realizar la mayoría de las tareas que su cuidado exige. Por naturaleza, también tienen fuertes necesidades emocionales y son vulnerables. Por otra parte, a diferencia de la mayoría de los adultos, los niños pequeños no son capaces de tolerar bien la frustración. Además, los bebés, niños pequeños y muchos niños en edad preescolar son incapaces de identificar las necesidades frustradas que les hacen sentirse molestos. Esto hace a la mayoría de los niños les sea imposible decirle a sus padres lo que les molesta y por qué son a menudo incapaces, independientemente de si consiguen ver sus expectativas cumplidas.

Tiempo fuera
Cuando el tiempo fuera se utiliza, primero los padres exigen con firmeza a su niño que deje de portarse mal y esté tranquilo. Se le pide al niño entonces que vaya a sentarse a solas en una habitación, lejos de sus padres, y se le advierte de que no salga de la habitación hasta que esté seguros de que pueden controlar su comportamiento. Apartarle prolonga el tiempo que el niño debe soportar la necesidad frustrada que causó su mal comportamiento. Por lo tanto, las necesidades normales no cubiertas se más incómodas a medida que el tiempo fuera continúa. Los niños pequeños dependen de, quieren estar con, aman y necesitan a sus padres.

Lo que agrava esta situación cada vez más incómoda de la frustración es el hecho de que el niño debe estar solo, lejos de unos padres en los que él confía para satisfacer sus necesidades Esta separación forzada de su fuente básica de comodidad, seguridad y bienestar añade más aflicción de un niño. Por otra parte, el estar solo en el tiempo fuera puede crear más sentimientos perturbadores de los que el niño debe soportar. A menudo se desarrollan emociones dolorosas como el miedo y la. Un niño frustrado que deben sentarse en silencio y solo en tiempo fuera se enoja con frecuencia. Aunque los jóvenes no se atreven a expresar esta ira cuando están en el tiempo fuera, el niño a menudo se expresa enfadándose y desafiando momentos después de ser liberado. La práctica de separar a un niño de los padres en tiempo fuera puede en sí mismo ser la causa del mal comportamiento futuro, porque estar solo y en tiempo fuera aumenta la frustración que siente un niño que ya está frustrado.

Los dilemas y conflictos interpersonales se resuelven mejor cuando cada individuo tiene oportunidades suficientes para hablar y ser escuchado por la otra persona. Presentar, iniciar y practicar el proceso de diálogo abierto es esencial para que un chaval aprenda a resolver los problemas de forma sana. ¿El tiempo fuera se presta a este proceso? Es necesario ayudar a los niños a hablar sobre cómo se sienten, combinado con la paciencia de los padres, para que los niños desarrollen la capacidad de verbalizar sus sentimientos y necesidades en lugar de actuar hacia fuera.

Efectos de por vida de los frecuentes tiempos fuera
Para el niño frustrado y molesto, el tiempo fuera genera un silencio forzado y la sensación de ser rechazado por los padres. Un niño que se porta mal al que se le manda a un tiempo fuera se siente herido. Este dolor, junto con la frustración que llevó a que el niño se portase mal, da paso a la ira. Y las prácticas de disciplina, como el tiempo fuera, que crean dolor y la rabia, pueden dañar al niño.

Un serio coste de obligar a pasar un tiempo fuera en la infancia es la lección de que hay que reprimir las emociones incómodas. Enfadados por estar en tiempo de espera e incapaces de expresar sus sentimientos, los jóvenes necesitan desesperadamente acabar con los sentimientos dolorosos mirando en su interior. Para sobrevivir, los niños aprenden a ignorar y / o distraerse de la energía de su dolor y de sus sentimientos de ira. Así, los niños aprenden a reprimir sus sentimientos dolorosos. En el proceso, aparecen los hábitos nerviosos como chuparse el dedo, morderse las uñas, arrancarse el cabello, rascarse la piel, tirar de la ropa, pellizcarse y muchos otros comportamientos similares. El objetivo de estos comportamientos es evitar sentimientos desagradables y, en la identificación con las críticas de los padres de ellos, castigarse a sí mismos. Estas estrategias de defensa sirven para liberar la ira y hacer caso omiso de los sentimientos incómodos.

Como resultado, no ser consciente de los verdaderos sentimientos a menudo puede convertirse en un rasgo característico de la vida de una persona. Esto reduce la autoconciencia de una persona y puede afectar a su calidad de vida.

Fomentar el buen comportamiento en el niño
Los padres pueden fomentar que el niño tenga un buen comportamiento y mejor autodisciplina satisfaciendo de forma responsable y continua las necesidades e impulsos normales del niño, demostrando y articulando los valores humanos en las interacciones diarias con su hijo, y mediante la exposición del niño a experiencias de vida que fortalezcan y refuercen estos valores. Cuando los padres no satifacen las necesidades e impulsos normales de sus hijos de forma consistente y adecuada, crean a niños mimados y con problemas.

¿Cuáles son las necesidades básicas, normales de la niñez? Si un niño está físicamente saludable y bien nutrido, y no está cansado, las necesidades físicas del joven están satisfechas. Un niño que ha recibido una atención suficiente y una satisfacción, afecto y reconocimiento continuo por parte de los padres y otros adultos y por niños a los que el niño se encuentra vinculado emocionalmente, las necesidades sociales y emocionales del niño están satisfechas. Si la curiosidad normal de un niño, su naturaleza exploratoria, y sus intereses intrínsecos son regularmente permitidos la oportunidad de desplegar y desarrollar, las necesidades intelectuales de ese niño estarán satisfechas. Cuando los niños pequeños se les da la oportunidad, dentro de un ambiente de apoyo seguro y de confianza, de convertirse en personas cada vez más independientes,de tomar decisiones y de participar significativamente en la toma de decisiones, su necesidad normal de ejercer algún control sobre su vida y expresar su propia voluntad están siendo adecuadamente abordados.

Es muy importante que los padres y futuros padres conozcan las características del desarrollo normal de cada etapa del desarrollo humano temprano. También es importante tener en cuenta un mito virulento que aún existe en nuestra sociedad: la plena satisfacción de las necesidades de un niño echa a perder al niño. Las investigaciones dicen claramente que no es cierto. El niño bien disciplinado se crea cuando los padres satisfacen apropiadamente las necesidades de la infancia y la adolescencia.

Por Peter Haiman. Publicado originalmente en Natural Child

24 de noviembre de 2012

La depresión postparto en padres


Mucho se habla de la depresión postparto y se le busca explicación a lo que la madre siente luego del nacimiento de su hijo. Sin embargo, es sorprendente leer el estudio realizado por la Universidad de Michigan (revista Pediatrics, marzo 2001) en donde encuentran que un número significativo de padres con bebés menores de un año de edad (alrededor del 7%) estaban clínicamente deprimidos. Padres con niños de 3 a 6 meses de edad eran más propensos a estar deprimidos. Esto indica que los padres pueden sufrir de depresión postparto también.

Un padre primerizo puede sentir resentimiento (inconsciente o no) por la llegada del nuevo bebé, o irritado por los numerosos cambios en su  vida como padre. 

Sin embargo, muchos hombres no admiten que se sienten deprimidos, y  no buscan atención profesional adecuada. Cargan con el peso social de ocultar sus problemas personales y demostrar ser fuerte. Y como los signos de depresión en los hombres son diferentes que en las mujeres (ira y agresión en lugar de lágrimas e impotencia) muchos de ellos no se dan cuenta que lo que están sintiendo realmente es depresión. Igual que con cualquier problema médico, la depresión no puede ser ignorada. Los niños necesitan un padre estable y positivo para un desarrollo saludable. Las mujeres necesitan un esposo que puede ser un socio positivo en la  crianza de los hijos. Y los hombres necesitan sentir un equilibrio interior que les permita vivir una vida feliz, productiva y enriquecedora.

Síntomas de la depresión de los hombres:
  • Estar irritado, enojado, o buscando confrontación
  • Sentirse estresado y desanimado
  • Aislamiento de los amigos y la familia
  • Comportamiento violento
  • Trabajar o estudiar obsesivamente
  • Aumento del uso de alcohol o drogas
  • Pensamientos de suicidio
  • Falta de concentración, falta de interés en el trabajo, pasatiempos, en el sexo
  • Padecimientos físicos: dolores de cabeza, problemas digestivos, dolor en general
  • Aparición de comportamiento impulsivo o de riesgo, tales como la conducción temeraria de autos y/o las relaciones extramatrimoniales
Cualquier hombre puede estar en riesgo de padecer depresión postparto, pero hay algunos factores que hacen que sufrirla sea más probable:
  • Una pareja que antes de la llegada del bebe ya no era estable
  • La falta de sueño
  • Antecedentes familiares de depresión
  • El desempleo sube significativamente el riesgo
  • Los hombres con esposas que sufren de depresión postparto tienen más probabilidad de sufrirla
Un hombre que está deprimido puede experimentar algunos o varios de estos síntomas. Sin tratamiento, esta situación empeora con el paso del tiempo. 

Es importante que entiendan que admitir su depresión es un signo de fortaleza, no de debilidad. Es una padecimiento tratable y el ignorarla no la hará desaparecer. El tratamiento sumado al ejercicio puede ser muy útil.

Copyright de Mamás y Bebés

22 de noviembre de 2012

La fórmula del apego


El primer vínculo entre el bebe y su mamá o quien resulte ser su cuidador sentará las bases sobre las que se construirán sus relaciones en el futuro. Si bien se pueden modificar conductas a lo largo de toda la vida, la llave del éxito parece estar en esa emoción que se "abrochó" desde la panza.

Cuando un niño nace, todo es alegría rosa o celeste. Sin embargo, los bebes sólo tienen registro de un lugar de llegada sin luces ni festejos. Todo está a oscuras. Es como caminar, sin tener conciencia de uno mismo, por una casa desconocida y con los ojos vendados. Hay que sobrevivir y alguien debe calmar ese estrés que desborda en llanto. Alguien tiene que guiarnos y darle un orden a ese vacío caótico.

El bebé llora. Necesita algo; no sabe exactamente qué, pero no puede solo. En principio, tiene hambre. Precisa quien le dé de comer, quien lo abrace y lo contenga en este raro mundo en el que se siente suspendido.

Todos los modelos y teorías de la psicología reconocen que el lactante requiere de otro para satisfacer sus necesidades más esenciales y poner fin a la tensión interna. En ese momento, cuando la madre responde a esa primera necesidad tan básica para la supervivencia, el bebe "abrocha" una emoción. En esa unión natural e instintiva, de teta y caricias, se produce una experiencia, un aprendizaje. Es el primer vínculo, el primer encuentro.

"Está comprobado que el mero contacto físico entre dos personas hace que el cerebro fabrique oxitocina. Uno de los momentos en los que se libera mayor cantidad de esta hormona es inmediatamente después del parto", explica la psiquiatra María Alejandra Vieitez Bussalleu, para quien "no hay mejor encuentro que el de un padre con un hijo".

"El olor, la piel, el llanto del bebe -continúa- hacen que el cerebro de la madre produzca y libere oxitocina. Cuando el bebe succiona el pezón de su mamá activa la formación de la hormona que se encarga de sellar este vínculo de amor tan esencial." Así, la "hormona del amor" está sindicada por los científicos como la responsable de reforzar los lazos afectivos entre las personas.

Hace cuatro años, el biólogo Paul Zak, fundador y director del Centro de Estudios Neuroeconómicos de la Universidad de Claremont, California, probó con voluntarios que cuando inhalaban oxitocina aumentaba la empatía y la confianza entre ellos. En los estudios que publicó en Nature, concluía que "la oxitocina es el pegamento de la sociedad".

La preocupación por la relación temprana del niño con su madre fue uno de los temas centrales de muchos investigadores. Ya desde 1930 se estudiaba el desarrollo de chicos que habían sido abandonados. Las grandes guerras, las crisis, así como otros eventos sociales devastadores, sirvieron para estudiar el impacto que provocan las separaciones físicas y emocionales entre los pequeños y sus cuidadores.

En la década de 1960, el psicoanalista inglés John Bowlby logró definir la conducta de apego como cualquier forma de comportamiento que hace que una persona alcance o conserve proximidad con respecto a otro individuo diferenciado y preferido. El apego proporciona la seguridad emocional del niño: ser aceptado y protegido emocionalmente.

"El término «apego seguro» fue acuñado por Bowlby para describir relaciones vinculares en las cuales el niño confía en que sus cuidadores serán accesibles en situaciones de estrés, brindándole protección y cuidado", ayuda para una primera definición el psicoterapeuta Juan Balbi, quien está convencido de que "una relación sólida y saludable con la madre o cuidador primario se asocia con una alta probabilidad de crear relaciones saludables con otros, mientras que un pobre apego parece estar asociado con problemas emocionales y conductuales".

El apego refiere a un vínculo central y específico: madre-hijo o cuidador-infante. Es un nexo perdurable que, de ser seguro, produce consuelo, contención, placer. Es el primer encuentro con alguien; ni más ni menos que con aquel que, aparentemente, nos ayudará a sobrevivir. Y sus resultados, según entienden los investigadores de la conducta infantil, determinarán el andamiaje para todas las relaciones que desarrolle en su vida.

"La teoría del apego tiene reconocimiento universal y, definitivamente, desarrolla con rigurosidad la importancia de los vínculos tempranos", señala la licenciada Sonia Klei­man, especialista en psicología vincular de familias con niños, y directora del área en el Instituto Universitario del Hospital Italiano.

"En un primer momento -explica Kleiman- se creía que la experiencia de los primeros años marcaba casi en forma indeleble al sujeto y que lo vivido por entonces era algo así como la causa primordial de los conflictos posteriores. Hoy por hoy, gracias al avance en las investigaciones de muchas disciplinas involucradas en el tema, se ha llegado a la conclusión de que los vínculos que los sujetos habitan a lo largo de su vida pueden producir cambios, transformaciones y novedades en la emocionalidad." Estas característica de flexibilidad y adaptación coinciden con las capacidades dinámicas que se le han otorgado al cerebro gracias a los últimos aciertos de la ciencia moderna.
Las neuronas necesitan amor

El 90% del cerebro que tendremos de adultos ya está disponible cuando cumplimos tres años. Estamos casi listos para ir al jardín de infantes y se han formado los sistemas y estructuras que serán responsables de todo el funcionamiento emocional, conductual, social y fisiológico. Si el cerebro se forma en tiempos en que el apego es clave, demás está explicar la importancia que existe entre una crianza segura y la calidad de nuestros pensamientos y emociones.

"La ciencia está convencida de que hoy estamos frente a un cerebro dinámico y flexible -explica la doctora Vieitez-. Sin ánimo de reduccionismos biológicos, tenemos que entender que al nacer ya hemos alcanzado algo más de 250.000 conexiones de los nervios disponibles. Esto es producto de nuestra genética, pero también de cada experiencia, que nos hace únicos y diferentes."

Es decir que, más allá de lo innato y de cualquier punto de partida, lo que es adquirido por medio de la experiencia deja una huella que transforma lo anterior. Y la impronta es tanto de aquello de lo que somos conscientes como de lo que dejó una emoción que el cuerpo, seguramente, se encargó de registrar.

Nuestro cerebro vive haciendo conexiones. En cada una hay un aprendizaje. Es la plasticidad neuronal la que permite la inscripción de cada experiencia, la que pone en juego la diversidad y la singularidad. Por eso, si bien todos tenemos cerebro, cada cual tendrá el suyo. Así como la fórmula del apego es universal, cada cual tendrá su historia emocional, acorde a su cultura, a su sociedad, a sus padres, a su primer encuentro.

Cuando escribe sobre el establecimiento de los vínculos afectivos, Elsa Punset, licenciada en Filosofía y Letras por la Universidad de Oxford, dice algo clave: "Es importante darse cuenta de que la mayoría de los problemas de apego se deben más a la ignorancia de los padres sobre el desarrollo de sus hijos que al abuso consciente, ya que muchos padres desconocen la naturaleza crítica de las experiencias infantiles en los tres primeros años de vida".

Durante la infancia todo parece depender de "una situación de encuentro". Si bien la figura del padre cada día tiene más participación en el juego del apego, son aún las mamás las que deben anticipar lo que creen que están pensando o sintiendo sus hijos. Ella le enseña un alfabeto emocional; el bebe responde según sus capacidades adquiridas y lo que aprende en cada lección.

Ahora, ¿de dónde obtenemos los padres las capacidades para entender lo que nuestros hijos desean?, ¿quién nos dice que ese tono de voz, ese gesto, esa forma de abrazar es lo que nuestro descendiente necesita? Inevitablemente enseñamos en relación con nuestra historia, con el apego que hayamos experimentado cuando chicos. Así como cantamos las mismas canciones de cuna, solemos cargar con estilos y significados heredados, aunque algunos no llegamos a reconocerlos.

Confiamos en que ahora sabemos de la importancia que tiene el apego, sobre todo en los primeros años de vida. Celebramos la posibilidad de revertir historias traumáticas de la niñez, la capacidad de ser flexibles contra cualquier modelo rígido y desadaptado, la necesidad de resignificar acorde a los nuevos tiempos, a nuestros proyectos y los de nuestros hijos.

Consecuencias del vínculo

Gran parte de las psicopatologías o trastornos severos de la personalidad pueden entenderse como consecuencia del tipo de vínculo afectivo que se haya tenido en una primera infancia o en relaciones posteriores.

Quienes padecen ausencias o separaciones físicas o emocionales, es muy probable que desde muy temprano generen mecanismos defensivos que se movilizan para sobreponerse o sobreadaptarse a la falta o la pérdida. Las ausencias o, lo que es peor, las presencias sin afecto o la falta de contacto, abonan el miedo y las ansiedades crónicas. De hecho, el abandono espiritual, social y económico en la primera infancia suelen ser el motor que impulsa, entre otros cuadros severos, conductas delictivas, actos de violencia, adicciones, fobias y pánicos.

Juana Naguirner es licenciada en trabajo social. Su tarea es reconocida en el Hospital Torcuato de Alvear. Los pacientes que llegan a diario a la consulta son claros exponentes del deterioro social en los vínculos del que somos víctimas los argentinos. "Recibimos a adolescentes y adultos sin red. Perdimos conciencia del valor que tiene la familia", se lamenta la especialista, que cree que "avanzamos mucho en tecnología, informática y comunicación global y digital, pero la comunicación familiar y la de los afectos esenciales no está garantizada. El individualismo ya se instaló dentro de los hogares".

En este contexto resulta impensado hablar de relaciones responsables. Sin embargo, cada día Naguirner, como otros asistentes sociales responsables, trabaja para recomponer el vínculo familiar, entendiendo que "es la única salida posible más allá de las redes o proyectos sociales que puedan surgir desde el Estado u otras instituciones".

"Pasarán las instituciones -sigue Juana-, pero lo único que queda siempre es la familia." Hoy, sin ánimo de levantar el dedo y señalar a nadie, sino con la propuesta de mirarnos un poco más en el espejo y encontrar "padres responsables", hay que asumir que madres y padres ausentes, por depresión, por ambición, por necesidades tan básicas como la comida y tan perversas como el último modelo de equis capricho, son factores de riesgo de chicos menos felices, más ansiosos, obesos, agresivos, deprimidos, antisociales.

"Una experiencia de apego traumática predispone al procesamiento inconsciente de un duelo -retoma Juan Balbi-, lo que a su vez deriva en una variedad de trastornos psicopatológicos, como pueden ser trastornos de la conducta alimentaria, personalidad borderline, trastornos de ansiedad o del estado de ánimo, e incluso psicosis. La mayoría de estas patologías se manifiestan en la adolescencia y en la juventud."

Por su parte, la trabajadora social cree que, frente a los problemas que se multiplican en una sociedad sin apegos seguros, "hay que trabajar permanentemente con la familia, aun con sus problemáticas, y, cuando no hay familia, apostar a recursos comunitarios que sean soportes sólidos, con garantías". Recuperar el concepto de familia implica recuperar la idea de "soporte", más allá de las disfuncionalidades. Hoy, muchas familias no se enmarcan en los retratos tradicionales. Hay madres solas, padres solos, familias ensambladas, tíos o abuelos con rol de padres; muchas veces, un vecino. Esa es "la familia"; ese es el vínculo existente que hay que fortalecer para que haya alguien que pueda sostener, cuidar, abrazar a quien lo necesita. "Preocupa ver cuántos pacientes llegan al hospital y, en medio de la crisis, sus familiares insisten en que no pueden hacerse cargo."

Doctor en psicología, Balbi cree que "así como todo lo que podamos hablar de apego consiste en una hipótesis científica que se ha comprobado una y mil veces a nivel internacional, cuesta entender cómo un conocimiento tan certero acerca del desarrollo normal del niño no ha desarrollado un campo profesional, a fin de hacer prevención y promoción comunitaria. Suele trabajarse en torno del desarrollo físico e intelectual de niños y adolescentes, pero no hay un campo profesional de aplicación que termine de comprender la importancia que tiene el desarrollo emocional, ya que la salud global del niño depende, en gran medida, de su desempeño en este dominio. Tenemos las herramientas, pero no hay campo donde desplegar lo tan sabido".

Si uno revisa la cantidad de planes y programas que se ofrecen en hospitales y otras instituciones de salud mental, descubrirá cómo proliferaron los grupos de trabajo terapéutico y de acción social. Los hay para combatir las adicciones, la violencia doméstica, los trastornos de alimentación o de ansiedad, las fobias, etcétera. "Nunca hubo tantas redes como ahora", certifica Naguirner, y al mismo tiempo se pregunta: "¿Funcionan?, ¿están debidamente articuladas?, ¿se desprenden de un proyecto integral?".

Tu casa, mi casa... ¿funcionan?, ¿están articuladas?, ¿hay un proyecto? Si hay afecto y contacto, seguro. Si no, buen comienzo. Tal vez valga apuntar en la cocina palabras clave como: sonrisas, abrazos, responsabilidad, flexibilidad, adaptación, límites, experiencias, respuestas, vínculos, respeto, libertad, bienestar, felicidad,.... (sume todas las que crea que hacen a un apego seguro).

Por Eduardo Chaktoura

Los tres patrones

En base a la experiencia que hayamos tenido en los primeros meses de vida con nuestro cuidador, así como las condiciones familiares y sociales en las que hemos crecido, habremos adoptado un estilo de relación y forma de vincularnos con los demás. Los resultados de tanta investigación definen tres patrones de apego: el estilo seguro, el ansioso ambivalente y el evasivo.

  • Los niños con estilo de "apego seguro" tienen la capacidad de apoyarse en sus cuidadores cuando algo los preocupa. Saben que sus cuidadores están disponibles y que tienen la sensibilidad suficiente para responder a su angustia. Esa base sólida en la relación les ha enseñado a ser más seguros de sí mismos, más cálidos, estables y coherentes con sus deseos y emociones.
  • Los chicos de "apego evasivo" se muestran desinteresados y sin ánimo de compartir con sus cuidadores. Se mantienen aislados porque creen que el otro no tiene la capacidad de entenderlos ni de ayudarlos. Tienen miedo de relacionarse o intimar porque no logran confiar ni sentir seguridad.
  • Los "ansiosos ambivalentes" suelen vivir con mucha angustia la separación. Se resisten a que el otro se vaya con expresiones de protesta, enojo y caprichos. Suelen desarrollar habilidades emocionales inconsistentes, lo que los convierte en inseguros y demandantes.

Un tal Bowlby

John Bowlby nació en Inglaterra, en 1907, en una familia de clase media alta. Fue el cuarto de seis hijos, criado por una niñera, muy a la moda tradicional británica de su época. El pequeño solía ver a su madre una hora al día, después del tea time. Cuando cumplió 4 años, su adorada niñera dejó la casa. A los 7, él ingresó en un internado, algo común para los chicos de su condición social.

Poco tiempo después, relató en sus escritos la separación de su niñera como algo tan trágico como la pérdida de una madre. Estas experiencias traumáticas propias lo ayudaron a desarrollar sus investigaciones y teorías sobre el sufrimiento emocional infantil.

Estudió psicología en la Universidad de Cambridge. Se recibió de médico y se especializó en psiquiatría. A los 30 años se hizo psicoanalista. El origen de la teoría del apego puede rastrearse en la publicación de uno de sus artículos en 1958.

Bowlby se casó y tuvo 4 hijos. Murió en Escocia, en 1990.

Publicado en el diario La Nación

20 de noviembre de 2012

Gemelos en espejo

Si eres una copia en espejo de tu gemelo quiere decir que sois gemelos idénticos. Los gemelos en espejo surgen cuando el óvulo fertilizado se divide bastante tarde (entre los días 9 y 12 después de la fertilización). Un poco más tarde y en lugar de ser gemelos en espejo habrían sido siameses.

Los gemelos en espejo tiene pequeñas diferencias pero son gemelos idénticos. Esto quiere decir que tienen exactamente el mismo ADN.

Algunas partes del cuerpo se reflejan comúnmente; otras, como el apéndice y el corazón, es raro que estén reflejadas. Ejemplos de nuestro reflejo son los siguientes:

  • Uno de nosotros es zurdo y el otro diestro.
  • Tendemos a sufrir problemas dentales en espejo.
  • Los remolinos del pelo están en lados opuestos.
  • La gente suele tener una talla de zapatos distinta en cada pie. En nuestro caso, el pie que uno tiene más corto es el más largo del otro.
  • Nos parecemos mucho pero el parecido es aún mayor cuando estamos cara a cara, como reflejados en un espejo, que uno al lado del otro. Trata de mirarnos a través de un espejo y empezarás a sentirte confuso.
  • Nuestras huellas dactilares no parecen seguir una imagen reflejada, aunque son prácticamente idénticas (sólo un par de huellas tienen alguna diferencia significativa)

Tenemos emails de muchos otros gemelos en espejo que nos cuentan que ellos también tienen este tipo de similitudes físicas. No parecemos experimentar aptitudes de gemelos en espejo, pero a cambio compartimos similares intereses y habilidades.

Extraído de twinsrealm.com

18 de noviembre de 2012

Múltiples famosos: los trillizos de Brave

Trillizos de Brave criandomultiples.blogspot.com crianza gemelos mellizos

En la película Brave, la protagonista, Mérida, sobrelleva como puede a sus tres hermanos trillizos, Harris, Hubert y Hamish, que no tienen prácticamente ni una sola idea buena en toda la historia (bueno, tal vez al final un poco).


Se lo pasan en grande haciendo todo tipo de trastadas, con el consentimiento de su padre y ante la mirada feroz y resignada de su madre. Una madre que, por cierto, recuperó bien su tipo de antes de tenerlos, la verdad. Se nota que también era famosa :-)

Trillizos de Brave criandomultiples.blogspot.com crianza gemelos mellizos

16 de noviembre de 2012

Carros gemelares - Jané (II)

Jané ha decidido deshacerse del Twin Two, que era un verdadero armatoste, y ha lanzado al mercado dos nuevos carros: el Twone y el Nanuq. Además, mantiene el Power Twin (del que soy ferviente admiradora) y que podéis ver al detalle en este otro post: Carros gemelares - Jané.

Jané Twone jane criandomultiples.blogspot.com carros gemelares
El Jané Twone se apunta a la moda de llevar a los niños en diferentes alturas. De este modo reduce el largo de un carro en línea. Admite los capazos Matrix Light, de manera que puede usarse desde el nacimiento de los niños. Tiene cuatro ruedas, lo que le confiere gran estabilidad de las cuales las delanteras son giratorias, pero se pueden bloquear para dejarlas fijas y las traseras son extraíbles, para que el carro abulte menos a la hora de plegarlo y meterlo en el coche. El manillar es cerrado y permite siete posiciones, para que la altura del conductor no sea un problema. Los respaldos son graduables en tres alturas. Además, el respaldo y el tapizado son extraíbles y lavables.Para remate, tiene freno de mano y frenos en las ruedas delanteras. Y se pliega como un libro. Se incluyen como accesorios las capotas y la cestilla portaobjetos. Es la mar de versátil, como podéis ver a continuación:


Jané Twone jane criandomultiples.blogspot.com carros gemelares
Además es bastante ligera: 7,5 kg (sin los capazos Matrix).
Medidas abierto: 79/108 x 98 x 62 cm. 
Medidas cerrado: 30 x 70 x62 cm.

Jané Nanuq jane criandomultiples.blogspot.com carros gemelaresEl Nanuq es un carro en paralelo, del estilo del MacLaren. El plegado es de tipo paraguas. El respaldo es reclinable, con cinco posturas, si bien no se tumba del todo, y nos es imposible, por lo diminuto del dibujo en las especificaciones técnicas, cual es el mayor grado de inclinación que alcanza. Las empuñaduras son regulables en dos posiciones. Tiene seis pares de ruedas, de las cuales las delanteras son giratorias y bloqueables. Incluye como accesorios las capotas, la burbuja de lluvia y la cestilla inferior. Cuenta con freno de mano trasero. Y el tapizado es lavable. Es importante indicar que no permite adaptar portabebés.

Si la comparamos con la Twone, es un peso pesado: 11,9 kilos de nada.
Medidas abierto: 103/106 x 83 x 83 cm aprox.
Medidas cerrado: 96 x 45 x 25 cm aprox.
Los "aprox." son de las mismas especificaciones técnicas que facilita Jané en su web.

14 de noviembre de 2012

El bebé de 6 a 12 meses: cólera y frustración

frustración http://criandomultiples.blogspot.com.es

Una vez que el bebé puede ir a lugares diferentes y hacer cosas a su voluntad, le resulta cada vez más frustrante que los adultos se LO impidan. Para cuando cumpla su primer año, esa clase de frustración puede ser la causa más común del llanto.

El bebé que gatea y explora debe ser controlado constantemente, por su propia seguridad y la de los objetos. Apartarlo ocho veces en diez minutos de la puerta de la nevera quizá la vuelva loca, pero a él también lo desespera. Lo que quiere es abrir esa puerta, y aún le faltan muchos meses para comprender por qué no debe hacerlo o incluso para recordar que usted no se lo permitirá. Cuanto mayor se haga y más cosas descubra, más deseará explorar y hacer, y más se enfadará cuando se le impida hacerlas, ya sea por parte de usted o como consecuencia de su propia incompetencia.

Debe detener al bebé e impedir que haga cosas que no son seguras o que pueden ser destructivas. Y él tiene que tratar de realizar tareas enloquecedoramente difíciles para aprender. Así que es inevitable que se produzca algún que otro llanto de cólera y frustración. Pero un bebé que se siente obstaculizado en sus acciones por los adultos que lo limitan, o que sale continuamente derrotado por su propia inmadurez, no adelantará mucho en su desarrollo. Tiene que encontrar un cierto equilibrio entre demasiada frustración y muy poca.

Si usted o su cuidadora tienen que frustrar al bebé porque lo que desea hacer es peligroso o le puede causar daño, utilice la gran facilidad con la que se le puede distraer. No hay necesidad de entablar una larga pelea con él por la puerta de la nevera. Sáquelo inmediatamente de la cocina y, tras una breve explosión de cólera, él se olvidará del asunto... por el momento. Esa noche, ponga en la puerta un seguro a prueba de niños y cuando a él se le ocurra volver a abrirla al día siguiente, sólo se sentirá momentáneamente furioso al comprobar que no puede. Una vez que sepa que no puede hacerlo, dejará de intentarlo y dedicará su atención a otra cosa.

Cuando el bebé se frustre a sí mismo, le cabe a usted juzgar si puede aprender algo de la situación en que se ha metido, o si es mejor dejar que se desfogue con una llantina de furia frustrada. Si hace esfuerzos por abrir la tapa de la caja de juguetes y hay una buena posibilidad de que lo consiga, déjelo hacer. El éxito hará que haya valido la pena el esfuerzo. Pero si se da cuenta de que no lo conseguirá por sí solo, ayúdelo pronto antes que tarde. N o ofenderá su dignidad al interferir. Para él todavía no es importante arreglárselas por sí solo. Lo único que quiere es abrir esa tapa, sin importarle cómo.

Algunos bebés parecen tener mayor tolerancia que otros a la frustración; un revés que hace aullar a uno, sólo provoca una sonrisa en otro. Los padres no pueden hacer gran cosa respecto a estas diferencias innatas, por lo que no vale la pena preocuparse por ellas. Por otro lado, no llegue tampoco a la conclusión de que como son parcialmente innatas, hará mejor en resignarse a ellas para siempre. Es un error tan grande considerar el temperamento del bebé como innato en este segundo semestre como lo fue en el primero. Puede desarrollar una paciencia y tenacidad excepcionales, aun cuando ahora se sienta fácilmente frustrado. Por otro lado, ser plácido ahora no garantiza que no afronte la vida con energía después. Al sintonizar semana a semana con las actitudes del bebé y manejarlas del modo que sugieren las pistas que transmite, estará usted haciendo las cosas lo mejor posible.
Pero aunque algunos bebés lloran más fácilmente que otros y es inevitable que se produzcan esas llantinas, la cantidad general de llanto del bebé constituye una especie de índice de lo satisfecho que se siente con la vida. Si para él nada parece salir nunca bien durante más de cinco minutos seguidos, vale la pena sentarse y pensar qué es lo que le altera con mayor frecuencia. Aparte del dolor, la enfermedad, el cansancio, el hambre o la sed, su llanto es más probablemente una reacción ante la sensación de soledad, separación o temor, una señal para que usted haga algo en su nombre, o una explosión de frustración y cólera. Si logra descubrir cuál es la emoción que causa la mayoría de los llantos del bebé, quizá pueda ofrecerle lo que más necesita, ya se trate de una sensación de seguridad extra, de una respuesta más rápida o de una mayor libertad que lo transforme en un bebé más feliz y por tanto de trato más fácil.

Penélope Leach

12 de noviembre de 2012

¿Qué temen los niños?

Niño con miedo http://criandomultiples.blogspot.com.es gemelos mellizos

Los miedos pueden típicamente agruparse en tres categorías principales:
  • miedos medioambientales: animales, truenos, oscuridad.
  • imaginarios: monstruos, fantasmas, pero también el miedo a ser tragado por el desagüe o a que sus padres desaparezcan.
  • sociales: separación de la madre (real), el colegio, conocer a un nuevo grupo de personas.

La aparición de los diferentes tipos de miedo a las distintas edades, suele seguir un orden cronológico: los bebés pequeños tienen miedo a situaciones reales (ruidos, perdida de soporte) y a la separación de la madre (que en el caso de niños pequeños no se podría considerar un miedo social, sino ambiental, ya que la madre es su mundo).

Los niños a los 2 años ya tienen cierta capacidad de realizar operaciones simbólicas, y pro tanto pueden imaginarse consecuencias de algunas acciones: por ejemplo: si al destapar el desagüe de la ducha, el agua se va por allí, yo también podría irme. Además su imaginación empieza a funcionar de forma acelerada, por lo que aparecen muchos miedos a esta edad. a veces, tienen sensación de miedo, pero no saben a que, y es la sociedad y su entorno (televisión, hermanos…) la que se encarga de hablarles de “monstruos”, “cocos” y demás seres imaginarios. y ellos ponen a su miedo esta etiqueta.

Los miedos imaginarios persisten durante los primeros años escolares, y a ellos se añaden los miedos sociales. Estos últimos pueden persistir hasta la edad adulta. Pocos adultos tienen miedo a la oscuridad, pero muchos temen hablar en público.

Muchas veces los miedos de los niños proceden de experiencias que no pueden entender y que les asustan. Algunas de las situaciones que pueden hacer aparecer miedo en un niños son:
  • Las reacciones de otras personas ante cosas o eventos. Por ejemplo el miedo intenso de otro niño ante una araña, o el pánico e una adulto ante una serpiente, pueden despertar en un niño miedo a estas mismas cosas.
  • La contemplación de eventos traumáticos: ser testigo de un accidente de trafico o ver un gato atropellado por un coche. Escenas como estas pueden dejar en el niño recuerdos duraderos y muy vividos.
  • La escasa autoestima o falta de auto confianza.
  • Tensiones familiares duraderas u hostilidad en el seno de la familia: hacen que el miedo y la incertidumbre pasen a formar parte de la vida del niño.
  • Separaciones prolongadas de los padres (hospitalización, muerte, divorcio).
  • Educación inconsistente: una aproximación diferente por parte de los padres a la educación produce en el niño confusión y puede ser la raíz de algunos miedos, como el miedo a ser rechazado.
  • Educar en el miedo: la educación debe ser vista como una guía que permite aprender de los fallos sin avergonzarse de ellos, sin ser ridiculizado ni castigado o dañado por ellos. Los padres deben hacer sugerencias positivas y explicar cuales son sus expectativas, antes que decir simplemente NO. cuando un niño es habitualmente ridiculizado o castigado por sus fallos, puede llegar a tener miedo de la reacción de sus padres a sus acciones. Un niño necesita que se le digan las cosas con frecuencia y necesita que se le de siempre otra oportunidad.
  • Sobreprotección: es necesario tomar precauciones e instruir a los niños acerca de situaciones reales de peligro y concernientes a su seguridad. Un niño de 5 años, no debería ser escoltado a casa de su vecino en general (salvo que haya sucedido algún acontecimiento reciente). Los niños a los que se protege con demasiadas precauciones pueden sentirse ansiosos y miedosos a su entorno. Pueden pasar un mal rato intentando desarrollar sentido de independencia y auto confianza. Por ejemplo: un niño de 7 años demasiado coaccionado, puede tener miedo de montar en bicicleta en el vecindario y más adelante sentirse ansioso ante cualquier comportamiento que conlleve cierto riesgo. También es posible que un preescolar al que se advierte mucho sobre no separarse de sus padres en el centro comercial, sin explicarle las razones para ello, luego puede tener miedo a ir a la guardería o a ir solo en autobús.
  • Un entorno familiar miedoso puede generar un niño miedoso. Así hay familias en las que se dedica demasiada atención al miedo de los padres al mar, a los accidentes, a los ladrones, a juegos infantiles con cierto riesgo…y en estas familias es mas probable que se generen niños asustadizos.
  • En momentos de estrés del propio niño (nacimiento de un hermano, una mudanza, divorcio de los padres), o algún accidente personal (caer al agua, quemarse o ser perseguido por un perro)
  • El proceso de quitar el pañal: hay niños que pueden desarrollar miedos durante este proceso. Los niños no entienden el mecanismo de la cisterna, el ruido les puede asustar, el pequeño espacio. Un niño que tiene una experiencia de deslizarse dentro del vater y tocar el agua con el trasero, puede asustarse y volver a las primeras etapas del proceso o incluso necesitar una interrupción del proceso. Algunos niños pueden tener miedo a la hora de ver desaparecer la caca por el desagüe, como si para ellos fuera una parte mas de su cuerpo (como un brazo o una pierna).
  • Una pesadilla: ¿nunca se ha despertado de una pesadilla pensando que lo sucedido era real? durante esos primeros momentos de confusión es difícil separar realidad de sueño. Los adultos, en virtud de nuestra experiencia pasada podemos reubicarnos enseguida y darnos cuenta de que solo ha sido un sueño. Pero los niños pequeños carecen de esta experiencia y confunden el sueño con la realidad. Esto puede ser fuente de algunos miedos que nos parecen “irracionales”.
Por tanto pueden ser causados por agentes externos (una película, una historia, una conversación entre adultos hablando de ladrones por ejemplo) o por situaciones que el niño vive en su vida diaria (un compañero que le arremete o le insulta en el colegio, miedo a los exámenes, ambiente familiar demasiado tenso).

8 de noviembre de 2012

Presentación del proyecto Saltamontes en Biocultura

Nos complace informaros de que el proyecto Saltamontes va a ser presentado en BioCultura. Será el domingo 11 de noviembre a las 16h en la Sala 16/17. En este enlace podéis encontrar todos los detalles de la feria: http://biocultura.org/

6 de noviembre de 2012

La paz sobre la Tierra empieza en el vientre de la madre

Nacido su primer hijo, las cuidadoras se lo retiraron durante dos días. Con su segundo hijo se repitió la operación, pero esta vez se plantó como leona para reclamarlo. Hoy se sabe que el contacto madre-hijo desde el nacimiento es básico para la buena crianza del niño, y ella es una gran experta en educación infantil, cuyos saberes vierte en Infancia, la edad sagrada (La Llave), libro que sintió que era urgente escribir... al saber del suicidio del hijo de una amiga, un niño de diez años de buena familia. Mejorar el trato con la infancia mejorará el mundo más que ninguna otra política, afirma Evânia.

¿Qué es un niño?
Una persona con todas las posibilidades por desplegar, que podrá ser todo lo que quiera.

Fabuloso.
Si los adultos no lo impiden.

¿Boicoteamos a los hijos?
Los machacamos, les inyectamos complejos de inferioridad, les traspasamos neuras, les cortamos alas, segamos sus talentos, les impedimos desplegar todas sus posibilidades.

Quizá educar sea eso...
¡Discrepo! Educar es guiar, es formar sin castrar las potencias del niño.

¿Dejándole a su aire?
No. Contención, que no represión. Hay que fomentar en el niño su autorregulación: que aprenda a regular sus acciones en cada fase.

Poniendo límites, ¿no?
Las paredes del vientre materno son un cálido límite para el embrión. Los brazos paternos que le mecen son para el bebé un amoroso límite... Por tanto, hay contenciones, ¡pero con afecto y calidez y ánimo formativo!

¿Maltratamos a nuestros hijos?
¿Quién no ha abroncado a su hijo sólo porque en ese momento se sentía irritado, malhumorado? Nos vengamos en ellos de nuestros malos rollos, los humillamos, ¡y hasta llegamos a insultarlos!

Mujer…
Sí, sí: ¡los adultos somos muy cobardes! Lo que no osaríamos decirle o hacerle a un adulto en la calle o en el trabajo, ¡se lo decimos o hacemos a nuestros niños!

¿Tanto?
Los hogares albergan las mayores violencias consentidas.

¿Con qué consecuencias?
Fraguamos niños más inseguros, que no se valorarán, que tenderán a maltratarse o maltratar, a ser agresivos...

¿Cómo evitar eso?
Con conciencia: ayudarlos a autorregularse, evitando fustigarlos con nuestros brotes de rabia y fragilidades. Todo lo que hagamos o digamos debe tener propósito educativo. Pero claro, como es más fácil conducir a un niño reprimido que a un niño sano y libre... ¡tendemos a modelar a niños reprimidos!

¿Y cómo modelar a un niño sano?
Con la vacuna que la neurociencia nos confirma: cariño, afecto, amor.

¿Qué dice la neurociencia al respecto?
Que el afecto estimula la sinapsis, las interconexiones entre neuronas.

¿Sí?
¡Sí! De 0 a 1 año se establece en el cerebro humano el mayor número de interconexiones neuronales de toda su vida. Y se ha constatado que el amor de los padres y cuidadores, el cariño, el afecto expresado en caricias, besos, cosquillas, abrazos, pedorretas, achuchones... ¡fomenta las sinapsis, multiplica las redes neuronales!

O sea, que ese cerebro será más rico.
Tendrá mejores cimientos sobre los que levantar ulteriores capacidades. Haber sido mecido, acunado, besado, acariciado, amado, respetado... ¡te hará más inteligente! A más amor recibido, más inteligencia futura.

¿Qué se entiende por respeto al niño?
Tratarlo según lo que pueda esperarse de él en cada franja de edad.

Ponga un ejemplo.
De los 1,5 a los tres años, el neocórtex infantil es incapaz de procesar más de dos o tres prohibiciones. Si dirigimos 30 ¡noes! al niño... nos parecerá que nos desobedece 27 veces. ¡Y no es eso!

¿Y qué es?
Que no es capaz de grabar las órdenes. Y que decirnos ellos no es un primer paso de su autonomía personal, de perfilar su identidad: es, pues, algo saludable.

¿Y cuándo estará el niño en condiciones de entender los “noes”?
A partir de los 3,5 o cuatro años graban bien cualquier orden. Entonces sí hay que estar vigilante para evitar filiarcados.

¿Qué es eso?
Hay patriarcado (hegemonía del padre), matriarcado (de la madre) y filiarcado (del hijo): ¡busquemos mejor la heterarquía, es decir, que cada cual tenga un lugar!

¿A qué edad aparece en el niño la conciencia de género?
De los tres a los seis años se desarrolla la pulsión sexual a la par que la epistemofílica.

¿Qué pulsión es esa?
Curiosidad de saber, de conocer, de explorar: si reprimes la pulsión sexual de un niño, ¡reprimes su impulso de saber!

¿Qué hicieron mal sus papás?
Vivíamos en el campo y, por ignorancia, me pusieron a trabajar de muy niña, cargaron sobre mí altas responsabilidades familiares... Eso me ha hecho emprendedora, pero también sentirme imprescindible para el bienestar de los demás, cosa muy dañina...

El Gobierno español propone escolarizar a los niños desde su nacimiento...
Eso puede comprometer esa primera fase de formación de la persona, en la que el principal alimento es el afecto. ¡Alerta: la OMS anticipa que en 20 años la primera dolencia de la humanidad será la depresión!

Dígame que es optimista y que pronto mejorará la educación de los niños.
Seremos cada día más conscientes de la importancia de las primeras edades de la vida... o estaremos jugándonos el futuro de la humanidad. Nunca antes supimos tanto sobre la infancia: ¡si lo aplicamos, daremos lugar a la única gran revolución de verdad!

¿Sí?
Sí, la paz sobre la Tierra empieza en el vientre de la madre.

Entrevista a Evânia Reichert publicada en la Contra de la Vanguardia.

4 de noviembre de 2012

Cuidado con los niños modelo

Si bien a todos los padres les gustaría tener "niños modelos", de los cuales les fuera posible enorgullecerse por su excelente rendimiento y por su comportamiento ejemplar, hay que tener cuidado que los hijos no paguen una factura emocional excesiva por cumplir siempre sus deberes, o que se sientan excesivamente culpables cuando no logran el rendimiento esperado por sus padres.

El costo del perfeccionismo puede ser enorme y paralizante, porque el temor a equivocarse o a no hacerlo perfecto puede subir de tal forma la ansiedad, que terminará por limitar la capacidad de acción del niño o la niña.

Boris Cyrulnik, en su último libro "De cuerpo y alma", analiza una investigación de Fonseca y otros, presentado en París, cuyo título es "En qué se transforman los niños modelos". Los hallazgos plantean sorprendentemente que se encontró que los niños modelos se habrían convertido más frecuentemente en personas que presentaban cuadros ansiosos y depresivos que los niños que presentaban problemas en la infancia. La situación peor fue la de las niñas. La pregunta final que se hace Cyrulnik es "¿Ha exigido excesivamente la escuela pagando el precio de su placer de vivir? ¿Y es esta exigencia la que los hace transitar la vía de la depresión?".

El exceso de exigencias internalizado finalmente como autoexigencia hace ponerse varas tan altas, que para cumplirlas, el niño(a), tiene que poner una energía tal que puede hacerlo muy vulnerable a la ansiedad y a la depresión.

En relación a por qué las mujeres que fueron "niñitas modelo" tienen más ansiedad y depresión que "los niños modelos", que por supuesto también la experimentan, se han planteado diferentes hipótesis. ¿Puede ser que las mujeres tengan más obligaciones que los hombres y además menos postergables?, por ejemplo, las camas hay que hacerlas todos los días; a los hijos hay que alimentarlos a determinadas horas o llevarlos al médico cuando lo requieran. Se plantea que, adicionalmente, gran parte de la responsabilidad de las tareas domésticas recaen más sobre las madres.

Pero también se plantea la hipótesis que a las niñas se les toleran menos errores o pequeñas transgresiones. Por ejemplo, si una niña se ensucia cuando está jugando, es posible que se la envíe rápidamente a cambiarse ropa, en tanto que al niño se le tolerará más el que ande desastrado o sucio.

Otra hipótesis posible es que a las niñas se las aterrorice más con el medio ambiente, como una forma de protegerlas del peligro, pero que junto con ello se logra que conciba el mundo externo como un lugar más peligroso, en el que arriesgarse sea equivalente a una catástrofe segura, generando así ansiedades innecesarias.

Especialmente con los hijos modelos es necesario evitar que se sientan abrumados con lo que creen son las expectativas de los padres. No es infrecuente escuchar decir "me da miedo defraudar a mis padres".

Es necesario alentarlos a correr algunos riesgos, sin temor a la falta de éxito. Entregarles un mensaje explícito que aunque no te vaya bien te vamos a querer igual. Tolerar con humor cuando las cosas no resultan bien, de tal manera que los hijos aprendan por modelo que no por un afán de perfección ilimitado se va a perder la alegría de vivir. Enseñar que los contratiempos y la adversidad son parte de la vida, lo que no quita que se hagan esfuerzos para que las cosas resulten, pero que en toda empresa que se empieza hay riesgos de que las cosas salgan en forma diferente a lo presupuestado y no por eso se es menos querible.

Neva Milicic

2 de noviembre de 2012

¿Separamos a los gemelos en el cole o no?

Hoy traemos al blog este post, publicado por Gema Cárcamo en su blog Gemelos al cuadrado, sobre la dichosa política de separación de los gemelos en clases distintas. Muchas gracias, Gema, por dejarnos traer a nuestro blog tu entrada.


Hace unas semanas llegaba a mi conocimiento la historia de Carmen,  una mamá de gemelos que estaba viviendo con pesar la separación de sus pequeños en Educación Infantil. Nos hacemos eco de esta noticia, invitando a las madres que así lo deseen a escribir, desde el respeto y la educación que se merece, a la dirección del centro para solicitarle que tenga a bien reconsiderar la decisión de separar a estos niños.

Vienen en un paquete indivisible, comparten desde el primer minuto los latidos del corazón de su madre, su calor y el alimento que les llega. Sufren su primera separación física nada más nacer porque la naturaleza lo dicta así, pero emocionalmente son como uno sólo. Tienen una sintonía especial. A lo largo de su vida experimentan separaciones innecesarias y frustrantes, como en el Colegio.

Muchas son las madres que me preguntan mi opinión sobre separación de los gemelos en dos aulas diferentes. He tenido la oportunidad de vivir dos casos diferentes que me hacen postularme hacia el sentido común. ¿Qué necesidad hay de separar a dos niñ@s para ponerlos en aulas diferentes?

La política de cada centro

Los argumentos sobre los que se justifica la designación de un aula para cada gemelos es variopinta y cuestionable. Algunos se toman el asunto muy en serio y te dedican algunos textos para convencerte de la necesidad de que vayan separados. Otros no tienen ni siquiera ese detalle. Lo normal es que te digan que los niños separados son más independientes y desarrollan más su individualidad y que es la norma.

Eso es lo que me pasó a mí en el año 2003 en el colegio donde matriculaba a a mis hijos. La noticia de que mis hijos iban a ser separados físicamente de nuevo me cabreó bastante, pero lamentablemente no llegué a la pataleta, aunque debería haberlo hecho. La primera separación fue nada más nacer, la segunda cuando vivieron 15 días separados, uno en el hospital y otro en casa los primeros días de su vida, y ahora otra vez.

En este caso el centro aseguraba que la separación de los niños en dos aulas diferentes respondía a necesidades educativas y personales, los niños estaban mejor separados porque así ellos habían visto que estaban mejor. No hubo ningún interés en discutir con nosotros el caso de forma personal, era sí o sí. Todo lo contrario a lo que dicen los expertos de verdad.

Y es que toda separación es dañina, en cualquier momento, pero especialmente durante la infancia. Dos niños que apenas se comunicaban solo entre ellos en su propio idioma, son separados para mejorar su desarrollo. Puede que en un principio la cosa sonase como que era muy necesario para potenciar su comunicación. Aun así creo que siempre hay que tener la amabilidad de preguntar a los padres, porque el proceso de segregación es tan serio que merece ese debate. Nadie mejor que los papás para saber si esta decisión puede afectar a su desarrollo personal o no, ya que son los que mejor conocen a sus hijos.

Jorge y Jesús fueron de nuevo separados al iniciar la escuela infantil de primer ciclo, y de nuevo me quedé de brazos cruzados sin rechistar, porque los argumentos que me daban eran los mismos. Se supone que los profesores y los directores de las escuelas saben lo que es mejor para los niñ@s. Pues resulta que en estas edades si cabe es más importante tener la consideración de mantenerlos juntos en el mismo aula.

Con la escolarización en educación infantil de segundo ciclo, Jorge y Jesús acabaron en el mismo colegio en el mismo aula.No, no es que cambiaran la política de separación. La decisión se fundamentaba en que al haber solo una aula de infantil, los niños compartirían el aula. No se consideró de nuevo ese "hecho tan importante" como era el fomento de la individualidad de los niños, porque esta vez no les interesaba.

Por el bien de los niños, si fuera algo tan fundamental en sus vidas y en su desarrollo, habrían tenido que recurrir a buscar un colegio donde mis hijos pudieran recibir sus enseñanzas en dos clases diferentes, pero como en la zona no "hay niños suficientes" se han cerrado de forma progresiva aulas haciendo que los colegios sean todos de línea 1. Esto en Coslada y en otros tantos centros de otros lugares, donde por desgracia, no hacen más que cerrar unidades y dejar a los profesores con un porrón de niños en el aula, aunque sea canija. ¡Qué mas da!

Consecuencias de la decisión de separar o no a los gemelos. Según Coks Feenstra, psicóloga especializada en los partos múltiples, no existe evidencia científica que avale que la separación de los gemelos a temprana edad en diferentes aulas sea beneficiosa, más bien es todo lo contrario. Parece que es mucho mejor que los múltiples compartan el aula en estas edades tan delicadas para su desarrollo.

La argumentación que aporta Feenstra me parece suficientemente solida por  lógica y sentido común: la importancia del vínculo especial que existe entre los hermanos, algo que no se puede obviar.

Separando a los gemelos se corre el riesgo de una falta de adaptación de los niñ@s a su nueva etapa. Estar escolarizados juntos les ayuda a adaptarse mejor a la realidad que están viviendo.

Algunos estudios han encontrado que los niños que son separados en estos momentos tienen mayores riesgos deproblemas psicológicos como depresión y ansiedad.Aunque el riesgo es pequeño, merece ser tenido en consideración.

Los cuatro tunantes de hermanos
Núnez-Cárcamo jugando juntos
Las consencuencias en cualquier caso de la separación de los niñ@s durante su vida escolar no parece que sean siempre positivas. Puede que lo sea ante determinadas situaciones, pero siempre hay que adelantarse a ellas valorando todo de forma integral. Creer que los nin@s van a ser más independientes y van a tener más éxito por estar separados de forma generalizada es una locura.

Según la especialista, y una idea que compartimos muchísimas madres en el mundo de la blogosfera maternal, parece ser tendencia actual de la sociedad negar la importancia del vínculo, observando con casi "horror" como se intenta independizar a los niños casi desde que salen del vientre materno.

Socialmente mis hijos pequeños no tienen ningún tipo de problema, tienen su propio grupo de amigos, algunos compartidos, y otros no. Cada uno tiene sus aficciones diferentes, se sientan en mesas distintas, no se han estancado en su desarrollo académico y son felices porque tienen un punto de referencia y apoyo en clase que a todos nos hubiera gustado tener. Es decir, que cada uno tiene su personalidad y si individualidad.

Dice Coks: "No debemos olvidar que en todo niño hay un afán por ser un individuo autónomo; los hijos de un parto múltiple no son una excepción a esta regla." Llegará un momento en que, de forma natural, tienda hacia ese camino y forzarlo no puede sino traer disgustos y preocupaciones. Para qué tanta prisa. La necesidad de separar a los gemelos o no debe ser evaluada cada cierto tiempo, como al pasar de ciclo, o cuando los comportamientos de los niñ@ en la vida cotidiana son de dominancia y agresividad.

De la misma forma, Roberto y Francisco, al ir a clases diferentes, aunque socialmente no han tenido problemas y comparten de la misma forma amigos, académicamente sí podría decir que se han desarrollado de forma distinta, aunque mi argumento no es sólido ni científico. Simplemente Francisco tuvo en educación infantil más profesores que Roberto, con profesoras de baja, suplentes, y suplentes de suplentes. Nunca ha podido estrechar una relación con su profesor como lo hizo Roberto, y eso se nota.

En primero y segundo se volvía a repetir la situación, cada curso con un profesor diferente, y el resultado, la total falta de profesionalidad por desconocimiento de sus necesidades. Si hubiera seguido con su profesora en primero, en segundo no se habrían planteado los problemas que finalizaron en la repetición de curso. Roberto nunca ha vivido esto, y cuando lo ha hecho ya era más mayor y la situación era diferente. Me refiero al tema del cambio de profesores, porque si nos vamos al tema de la repetición, si repitiera ahora, no quedaría otra, acabarían en el mismo aula.

Hay que tener en cuenta la experiencia personal

Mis compañeras de Criando Múltiples, que se curran mucho estos temas y que tienen, obviamente, tanta experiencia o más que yo, que me he centrado siempre más en los temas de lactancia, apuntan en su blog sobre tres estudios que el rendimiento escolar y el desarrollo personal de los niñ@s no se ve afectado porque el hecho de ir juntos al mismo aula. Tenéis una recopilación de artículos súper útiles en su blog. Pero quizás lo que más me ha gustado ha sido un artículo realizado por una hermana gemela contando su experiencia sobre el tema. Soy así de Friki.

Quien desee escribir su experiencia para la Dirección del Centro y ayudar así a Carmen a conseguir que sus niños vayan juntos en el aula, puede pedirme la dirección del centro y se la daré encantada.