30 de octubre de 2010

Amamantar gemelos. Las primeras horas, los primeros días (7)


Séptima entrega de una serie de post que traducen el Plan de allaitement de jumeax que hay en la web http://www.allaitement-jumeaux.com/

La traducción es de Marisol García.

1.- Las primeras horas, los primeros días
2.- La primera tetada en diez lecciones
3.- Los niños nacen ...
4.- ¡CONFIANZA, CONFIANZA! En la naturaleza, en ti, en tus hijos. 


A veces pasa que la primera tetada es difícil
Comencemos en las condiciones ideales, casi ideales o no (prematuridad, separación), siempre será bueno seguir algunas reglas de oro que ahora veremos, para reunir numerosas formas de tener éxito en la lactancia.

En ocasiones os faltará el aplomo necesario para afirmar el deseo de amamantar, para plantar cara al escepticismo o la burricie de los otros; pero esto ya lo has pensado en el curso de tu embarazo. (Prepararse para la lactancia materna es un plus para tener éxito en la lactancia. Una mente sana, un cuerpo sano, antes y durante). También el conocimiento de los indicadores que te asegurarán en el hecho de que tus bebés están perfectamente alimentados, que no les falta leche, y que no tienen necesidad de complementos; de todos modos, aquí encontrarás los elementos que te dirán realmente si falta leche y los elementos para ar un complemento adaptado a tu caso y en qué circunstancias. 
Mientras, los bebés están contigo, dejas el paritorio con sus buenos recuerdos, sus maravillosos momentos, sólo dejas allí los malos, si es que los ha habido, la frustración de un doble nacimiento demasiado temprano vendrá más tarde.
Entremos en la habitación sin hacer demasiado ruido, podríamos despertarlos...
Después del parto, las primeras horas en la habitación con los bebés.

Los bebés y tú tomáis posesión de tu habitación. Exhausta, feliz, más o menos "móvil", tus ojos van de una cuna a la otra; acabas por juntarlos, para no cansarte de mirarlos. De todos modos, tú también estás cansada.
En el mejor de los casos, estás en la misma fase que los bebés: se duermen y tú empiezas a caer en la somnolencia; te reprendes "No, quiero mirarlos", "No, quiero llamar a todo el mundo". Es verdad que nuestro primer reflejo es mirar a nuestros bebés, cubrirlos con una mirada llena de amor, pero déjate llevar por el sopor que se instala en ti, porque esta somnolencia aparece para que puedas dormir al mismo tiempo que los bebés. Permíteme un consejo: aprovéchate de esta calma para descansar. En una vida ideal, sería necesario vivir al ritmo de los bebés; más tarde te organizarás; pero, por el momento, disfruta de tus bebés, mírales, llénalos de tu mirada protectora, de tus ojos enamorados, y... duerme cuando ellos duermen; el padre estará allí para protegeros a todos, mamá y bebés, para rodearos de amor... incluyendo el poner freno a todo lo que os pueda cansar.

El padre tendrá así tres corazones a contemplar, tal vez más, ya que aquí hablamos de la lactancia de dos o más. Sería bueno que pudiera pasar con vosotros las primeras noches, te ayudaría a ocuparte de los bebés y te sostendría física y emocionalmente, que no es poco. Ciertas maternidades permiten al padre dormir en un sofá cama en la misma habitación. Que la madre sepa que dispone de dos brazos suplementarios dedicados y disponibles hará que adquiera más fácilmente confianza en sí misma y manejará mejor la situación. El padre se puede encargar de una tarea que no es moco de pavo: los cambios de pañal; no se trata de limpiar un culete sino de tomar conciencia del cuerpo de un bebé que está desnudo y que tiene un poco de frío; tocará su piel ahora que ya no está en un medio líquido... es una responsabilidad mayor de la que se cree, ya que esos primeros cambios estarán llenos de ternura y atención (y verificando el contenido de sus deposiciones). Pero ¡ssshhh! no se lo digas, dale una sorpresa...

El padre puede involucrarse llevando a los bebés al pecho, ayudando a la madre a colocarlos sobre el cojín de lactancia. Ya sea con los dos a la vez o con uno solo, si es es primeriza puede ser difícil encontrar la postura las primeras veces. La disponibilidad del padre, y su humor, pueden resolver numerosos interrogantes. Su disponibilidad y su presencia harán bien a todo el mundo; y además, vivirá las primeras horas, los primeros días de sus hijos, es un momento maravilloso para el padre también. ¿Por qué conservar el rol paternal de antaño, puramente económico? El padre puede llevar a los bebés al pecho de su madre y tener el placer de compartir la lactancia disfrutando de su pequeña familia, ayudando a la puesta al pecho, y si la madre no está segura, le podrá decir si la lengua y los labios del bebé están bien posicionados.


Si te han hecho una cesárea, el padre puede no sólo garantizar el "traslado" sino también pelearse con el cojín de lactancia para poner al primer bebé al pecho; y cuando le toque al otro bebé, recolocar el cojín de forma que ambos bebés tengan la boca a la altura del pecho.
Si estás separada de tus hijos, el padre puede hacer algunas fotos con su móvil o con una cámara digital y llevar tu calostro y tu leche e incluso dárselo él mismo mientras los niños no se puedan poner al pecho.
Hay mil cosas que el padre puede experimentar, y además  hay mil cosas que el padre puede hacer, aunque no sea padre de gemelos (pero los padres de gemelos, más, claro) y que los niños sean amamantados o no (aunque en el segundo caso trabajará más) no es más que el comienzo de la carrera.

Pero volvamos a las primeras horas después de dar a luz. Con suerte, el padre estará allí desde la primera noche. Una especie de letargo te invade, es normal, déjate hundir en las olas del reposo, resístete al teléfono móvil, te cansarás, te excitarás, y esa es una cosa de las que puede hacer el padre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario