22 de enero de 2011

Dunstan Baby Language (y 2)

Antes de empezar, te recomendamos que leas la primera parte de este artículo: Dunstan Baby Language (1).

Hoy vamos a introducir las líneas generales de la técnica de interpretación de llanto de bebés desarrollada por Priscilla Dunstan.

La Sra. Dunstan distingue cinco sonidos básicos que indican Hambre, Cansancio, Necesidad de eructar, Cólicos o gases intestinales, e Incomodidad genérica. Como ya dijimos en la primera entrega, para unos padres primerizos, poder distinguir entre el hambre y cualquier otra cosa, ya es un regalo. No digamos lo que supone ya el tener una herramienta para distinguir si el bebé quiere eructar o sólo está soñoliento.

Nosotros nos hemos tomado la libertad de castellanizar la grafía de los sonidos para facilitar su interpretación. Allá van:

NEEE-NNEEE o bien ÑÑAAA. U otras combinaciones de sonidos nasales con A o E. Es el sonido del hambre. El bebé lleva la lengua al paladar para iniciar el movimiento de succión, pero no encuentra el pezón/tetina y, al protestar con la boca en esta posición, produce un sonido nasal.

UAAAAA o bien UOOOOO. Sí, es un sonido parecido a un bostezo e indica sueño o cansancio. En ocasiones el bebé no llega a pronunciarlo con claridad y hay que estar atento también a su expresión. Puede que no llegue a decirlo pero ponga la boca con forma de O.

EJ o AJ. Es un sonido como si algo le diera asco. En este caso el bebé tiene molestias en el estómago y tiene el reflejo de intentar aliviarlas eructando, y necesita algo de ayuda.

ARGGGGGG. Este sonido es inconfundible, lo suelen hacer en un tono más elevado que los demás y también de forma más impaciente. Indica un dolor en el vientre, normalmente por gases. Es importante saber que si el bebé sufre un dolor agudo, por ejemplo de oídos, también llorará de una forma similar.

JE o JA, como suspirando de disgusto, indica una incomodidad genérica, como un pañal mojado, exceso de calor o de frío, disgusto por un ambiente desapacible. Es un sonido que engloba una amplia variedad de molestias menores.

Todos estos sonidos se emiten sobre todo en el pre-llanto, antes de que se inicie el llanto propiamente dicho, momento en el cual los sonidos se confunden con el llanto, que domina cualquier intento de vocalización. Por otro lado, es frecuente que a los bebés no les pase una sola cosa. Por ejemplo, un bebé puede estar cansado y hambriento a la vez. Tampoco es raro detectar el sonido NE mezclado con otros.Aunque el bebé no tenga exactamente hambre, puede estar tan disgustado que pida el consuelo del pecho o de un chupete. Ya depende de la pericia de sus padres el interpretar estos casos dudosos en un sentido u otro, o decidir en qué orden atienden a sus necesidades para acortar el tiempo que el bebé está disgustado.

Para mí, que consideraba muy importante no dejar llorar a mis bebés y atender sus necesidades, ya fueran  físicas o  emocionales, en el menor tiempo posible para que no sufrieran el estrés del llanto, este "diccionario del lenguaje de Bebés" fue una tabla de salvación durante las primeras semanas.

Esperamos que la idea os sea de utilidad. Y si lo intentáis aplicar, os funcione o no, nos gustaría conocer vuestras impresiones.

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