21 de agosto de 2011

¿Cuáles pueden ser las causas de que los niños no concilien el sueño?



La primera causa de que los niños no duerman como no gustaría a sus madres y padres es biológica y natural. Los niños pequeños, sobre todo los bebés, están preparados para despertarse porque lo necesitan para sobrevivir. Es por ello que sus fases de sueño son diferentes de las de los adultos y en ellos predominan las fases de sueño ligero. Un bebé necesita despertarse para comer cada tres o cuatro horas, necesita alertar a su cuidador de que tiene frío o calor, de que está sucio, de que se siente mal, etc. Por eso es completamente normal y sano que un bebé recién nacido se despierte varias veces por la noche.

Ahora bien, como madres y padres la dificultad de conciliar el sueño de nuestros hijos y sus despertares nos resultan agotadores y terminan por pesarnos en nuestras actividades cotidianas.

Para ayudarnos existen algunas técnicas que nos ayudan primero a reducirlos y luego, a medida que crecen nuestros hijos (y su sueño madura) a anularlos.

Si nos centramos en los problemas de conciliación (ayudarle a dormir) nos encontramos con diferentes tipos de “problemas” (lo entrecomillo porque son problemas para nosotros como adultos, no para nuestros hijos).

1. Los bebés trasnochadores, esos que se duermen a horas muy tardías
2. Los bebés que odian la cuna y que en cuanto la sienten se despiertan. (En broma le llamamos el síndrome de la cuna con pinchos).
3. Y algunos padres también consideran un problema que niño o bebé necesite la presencia paterna o materna para conciliar el sueño.

En los dos primeros puntos, la principal causa que he observado es la falta de una rutina para ir a dormir, es decir, la presencia de ciertas actividades que tranquilicen al bebé y lo ayuden a entender que va siendo hora de pensar en dormir. Muchos padres excitan a sus hijos mediante el juego antes de ir a dormir logrando así posponer la hora de sueño ya que un niño cansado y excitado es más difícil de relajar. (Igual que nos pasa a los adultos).

En el tercer caso: la presencia de la madre o padre para conciliar el sueño, aunque muchos padres lo vivan como un problema, no lo es en absoluto. Es normal que los bebés y los niños requieran de la presencia paterna. Esto les brinda seguridad y afecto creando fuertes lazos de apego que resultan muy enriquecedores para el futuro y para la vida familiar.

2 comentarios:

  1. Hola Sol,

    Hemos comentado esta entrada en nuestro resumen semanal de blogs de papás y mamás, esta semana dedicado a los padres múltiples.

    Un saludo

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias, Lola, nos hace mucha ilusión.

    ResponderEliminar