1 de septiembre de 2010

Gemelos y dos más

Ser padre o madre viene con un reparto equitativo de retos y recompensas. ¡Ser padres de gemelos parece significar el doble de desafíos y el doble de muchas recompensas! Cada familia es única, con necesidades y recursos. Creo que esto es completamente cierto.

Practiqué Attachment Parenting (AP) antes de saber lo que significaba el término. Cuando nació mi primer hijo, me salía de forma natural para satisfacer sus necesidades de una manera que le animó a confiar en mí y fomentó una mayor unión entre nosotros. Con el tiempo, he encontrado más y más beneficios en este estilo de crianza de los hijos y sabía que mis instintos eran correctos cuando quise cargar a mi bebé y cuidar de él.

En abril de 2006, di a luz a dos gemelas idénticas en mi dormitorio mientras mis hijos mayores miraban. Mis otros hijos son dos niños de tres y un año en ese momento. Yo sabía que nuestra vida iba a cambiar cuando los gemelos llegaron, pero en realidad no tenía idea de cómo sería la vida diaria en nuestra familia. Creo que nada podría haberme preparado para los próximos dos años.

Más fácil de lo que me pensaba

Nada más nacer mis hijas, me sorprendí de que no fuera tan difícil como yo había previsto. Rápidamente encontramos nuestro ritmo, y yo tuve la suerte de tener dos bebés libres de preocupaciones. Pasé mucho tiempo en la cama con los dos bebés, pero todavía era capaz de divertirme con mis otros hijos también. Mis hijas dormían la siesta al caer la tarde, mientras mis hijos jugaban en el patio trasero. Fui capaz de limpiar la casa cada noche después de preparar la cena para la familia.

Al principio, mi mayor reto fue sólo alimentar y cambiar pañales a todo el mundo. Mi hijo mayor sólo usaba pañales por la noche, pero los otros tres llevaban pañales todo el tiempo. Nosotros usamos pañales de tela, por lo que esto significaba un montón de ropa. Pronto aprendí a poner una lavadora cada vez que pasaba por delante de ella.

Amamantar a tres, luego a dos

La alimentación fue mucho más fácil que la lavandería, y afortunadamente, mis gemelas nacieron a término y no tenía problemas para amamantar. Había dado el pecho a mi hijo durante mi embarazo de los gemelos y por eso seguía mamando después de que ellos nacieran. Fue maravilloso amamantar a los tres juntos en esos primeros días, aunque a veces yo estaba agotada.

Poco después de que mi hijo cumpliera dos años, fue destetado con dulzura y un poco de ayuda por mi parte. La lactancia nocturna con tres hijos hacía estragos en mí, y me pareció mucho más fácil amamantar sólo a dos. Rotaba a las gemelas para que quien estuviera durmiendo cerca de mí tomara pecho y, cuando terminaba, la cambiaba por su hermana.

Durante el día amamantaba en tándem para ahorrar tiempo. Fue tan maravilloso ver a mis hijas cuando me miraban a los ojos mientras les daba el pecho.

Una cama de matrimonio

Una pequeño bache en el camino de nuestra familia era nuestra forma de dormir. Cuando nuestras hijas nacieron, nuestro hijo menor todavía tomaba pecho por la noche y dormía con nosotros. A pesar de que ya había dormido antes en su propia cama toda la noche, comenzó a venirse a nuestra cama más frecuentemente después del nacimiento de sus hermanas.

Nuestra solución fue colocar una cuna adosada a a mi lado de la cama donde yo podría poner una (o ambas) de los gemelas para que no durmiera junto a un niño intranquilo. Mi marido dormía en el otro extremo de la cama y nuestro hijo tenía mucho espacio entre nosotros. ¡Hubo un montón de noches en que me desperté para descubrir que los cuatro niños estaban acurrucados en la cama, y mi esposo y yo nos caíamos por los laterales!

Los caminos para salir de casa

Otro reto para mí fue encontrar una manera de salir con los cuatro hijos sola. Vivimos lejos de nuestra familia más cercana, así que tener ayuda no era una opción. Yo quería ser capaz de continuar con nuestras actividades, pero no estaba segura de cómo iba a gestionar la logística de cuatro niños pequeños.

El coche doble, un mei tai, y una bandolerafueron mi salvación. Cuando las gemelas eran pequeñas, me podía poner a ambos en la bandolera de anillas y llevar a los niños en el cochecito. Cuando las gemelas crecieron, llevé a una en un Mei Tai en mi espalda y a la otra en un Mei Tai en la parte de delante. Si necesitaba un descanso, podía poner a las gemelas en el cochecito y dejar que uno de los niños fuera andando mientras porteaba al otro.

Atachment Parenting con dos bebés, un niño pequeño, y un niño en edad preescolar

Admito que uno de mis mayores obstáculos ha sido satisfacer las necesidades de cada uno de mis hijos, al mismo tiempo. Como creo firmemente en los beneficios de la AP, me resulta difícil ver que mis niños se sienten mal y no poder consolarles de inmediato. Cuando tienes gemelos, muchas veces lloran los dos a la vez. Si añades un niño pequeño y otro preescolar al montón son muchos, sin duda, los momentos en que los cuatro necesitaban de mí al mismo tiempo.

He tenido que aprender a relajarme un poco y darme cuenta de que no puedo atener a todos al mismo tiempo. Si los bebés lloraban al mismo tiempo, yo los cogía y les daba el pecho. Si uno de mis niños mayores se sentía mal al mismo tiempo, no podía cogerle a él también, pero podía ofrecerle un lugar a mi lado en el sofá para que pueda abrazar a su mamá. A veces funciona y a veces no.

Hay momentos en casi todos los días en que me siento abrumada por las necesidades de cuatro niños pequeños. Los gemelos son un desafío único, porque sus demandas son muy similares. Si uno tiene hambre, el otro probablemente también tenga hambre. Si a uno le están saliendo los dientes, es probable que al otro también. Incluye a los otros dos niños en el pack, ¡y es un hogar emocionante!

Justo cuando pensaba que lo tenía todo bajo control, mis gemelas se convirtieron en móviles. Con dos niñas corriendo por la casa, la vida se hizo aún más interesante. Parece que los gemelos nunca se quedan en el mismo sitio. Al ir tras ellos, se dividen y van en direcciones opuestas, para confundir a los incautos padres. Mis niñas han sido mucho más traviesas de lo que mis hijos nunca fueron a su edad. A estas chicas les gusta subirse a todo, y no parecen tener miedo. Definitivamente puedo decir que estoy más cansada ahora que cuando acababan de nacer.

Mantener las prioridades en orden

He aprendido a ser flexible con muchas cosas desde mi hijas nacieron. Mi casa no es tan limpia y organizada como lo fue en el pasado. Yo no me ducho lo suficiente y, a veces uso la misma ropa dos días seguidos. He aceptado que siempre habrá cosas por hacer en la casa, pero algún día mis hijos crecerán y se irán. Por ahora, prefiero llevarlos a un parque o darles un abrazo en la cama y dejar la limpieza para otro momento.

Encontrar apoyo

La educación de los hijos gemelos ha sido una experiencia de aprendizaje para mí desde el principio. Por desgracia, el club de Madres de Múltiples local no es muy favorable a las prácticas de AP. Nuestros grupo local de la Liga de la Leche ha sido una tremenda ayuda, pero no es habitual que haya madres de múltiples. Como la educación de gemelos es muy diferente a criar a un niño solo, he luchado para encontrar el apoyo de otras personas que me entiendan. Por suerte, hay varios libros maravillosos sobre el tema, y he encontrado varios recursos en línea que son un gran apoyo a mis preferencias de crianza.

Muchas alegrías

Las alegrías de criar a múltiples son muchas. Hay algo especial en dos bebés que compartían un útero y la forma en que aprenden a relacionarse entre sí como bebés, niños pequeños y niños. Nunca deja de sorprenderme cuando mis gemelas se comunican entre sí sin usar palabras. Pueden anticipar los deseos y necesidades de la otra y es verdaderamente asombroso. La difícil tarea de cuidar de gemelos es recompensado doblemente cuando tengo a ambas en mi regazo mientras maman y uno de ellas juega con el pelo de la otra. Me gusta ver cómo se dan abrazos y besos. Me derrito y el mi paciencia sube para dejarme pasar otro día más.

Extraído de la web The attached family.
Traducido por Marisol

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