Existe siempre confusión entre la separación física de chicos múltiples y el desarrollo de su identidad individualidad e independencia. Esta confusión promueve la separación de los niños múltiples en diferentes cursos como la “mejor” manera de alentar el proceso de individualización de TODOS los múltiples.
En realidad cada grupo de chicos mellizos, trillizos, cuatrillizos, etc. tienen su propia y particular dinámica y características de desarrollo. El separar a los chicos en distintas aulas como tratamiento generalizado ante un caso de niños múltiples no es la solución adecuada como tampoco lo es en todos los casos inscribirlos en el mismo curso.
Lo que sí es importante resaltar, es que la decisión que resulte de esta disyuntiva escolar tiene un efecto importante en la relación que los niños múltiples tendrán de por vida. Para que estos efectos sean positivos, esta situación deberá ser evaluada cada año de manera tal que sea ajustada a las necesidades cambiantes de CADA niño. Es muy importante que los padres y el staff del colegio consideren las necesidades reales de CADA niño cada año, de manera de darles el mejor soporte para beneficiar su relación como múltiples y favorecer el desarrollo individual de cada uno.
Mellizos, trillizos y más que comienzan el colegio por lo general se benefician del soporte social que cada uno le da al otro en la misma clase. Para ellos es más fácil entusiasmarse con las distintas actividades propuestas cuando tienen la opción de estar juntos. Cuando son forzados a separarse en cursos diferentes, pueden entender el mensaje de que hay algo malo en tener uno o más hermanos gemelos. De esta manera pueden sufrir un stress emocional por la preocupación de la ausencia de su hermano/a y pueden encontrar dificultoso y hasta a veces imposible trabajar en clase.
Para ayudar aún más a los chicos que son idénticos, los padres deberán dar ciertas claves al staff del colegio para auxiliarlos en el reconocimiento fácil de los niños. Se pueden poner iniciales visibles, distintas formas de peinados y se evitará tratar los temas relativos a los niños de manera grupal en cambio se fomentará el establecer las particularidades de cada uno.
Los educadores tendrán el compromiso de incentivar a los niños múltiples a tomar la decisión de participar en diferentes grupos de trabajo, deberán identificar las preferencias de cada uno y proponerles diferentes roles de trabajo (lectura, plástica, actividades físicas, etc.) La intención no es que se separen de manera física, sino más bien que comiencen a aprender que cada uno de ellos tiene la capacidad para desarrollar actividades de manera independiente a las que desarrolla su/s hermano/s.
Los gemelos, mellizos, trillizos y más por lo general comienzan el curso siendo muy buenos amigos entre ellos, por lo que es natural que quieran estar juntos. Hay casos de múltiples que son muy distintos y prefieren estar en distintos cursos porque se sabe de antemano que cada curso abarcará distintas actividades.
Si entre los chicos existen diferencias de preferencias, es decir uno quiere ir separado de su/s hermano/s y otro/s, juntos, entonces se deberá tratar de averiguar el por qué de la discrepancia. Es posible que uno de ellos haya asimilado esta noción generalizada de que “los gemelos deben ir separados” y simplemente está exponiendo la idea en voz alta sin entender exactamente el alcance de esta decisión. Otra posibilidad es que un gemelo, mellizo o trillizo solicite ser separado porque se siente forzado de manera negativa por su relación como múltiple. En esta situación es importante mirar de cerca la relación entre los gemelos para identificar el conflicto y en lugar de separarlos lo mejor será trabajar con ellos intensamente para reconstruir su relación. La separación de los chicos, cuando sólo uno de ellos lo requiere puede desembocar en la idea equivocada de que sólo uno del grupo podrá tener éxito y que lo obtendrá a costa del otro.
Si después de considerar todas la variables, se está inseguro sobre la actitud a tomar, lo mejor será dejar a los chicos juntos. Si se intenta una separación primero y más adelante deciden que lo mejor es que vuelvan a estar juntos, se corre el riesgo de no encontrar lugares vacantes para todos en el mismo curso. El stress y la ansiedad de la experiencia de la separación puede ser desmoralizante para todos. Por otra parte, el inscribirlos en el mismo curso respeta la relación natural que tienen los chicos y les permite la libertad de separarse gradualmente dentro de sus propios parámetros.
Incluso si el poner juntos a los chicos resultara un error, para ellos, la experiencia de su propia determinación de estar en aulas separadas fortalecerá la confianza en si mismos, en su relación y en su sentido de independencia.
Conclusión
Las opiniones de los expertos en relación a la escolaridad, demuestran que la separación de los niños múltiples impuesta sin previo análisis, no es efectiva y puede causar deterioro en el desarrollo educativo y emocional de estos niños.
Ante todo lo expuesto, Multifamilias recomienda enfáticamente que cualquier resolución destinada a encausar o corregir el desarrollo de los chicos múltiples sea tomada en base a cada caso en particular.
Todavía no es suficiente la difusión sobre el tema “múltiples” en los distintos sectores que acompañarán al niño durante su desarrollo. Si tenemos en cuenta que la tasa de nacimientos de niños múltiples continua en ascenso, los responsables de los mencionados sectores se verán enfrentados de manera creciente a este tipo de complejidades con el transcurso del tiempo, por lo que es preciso difundir esta información entre los que tomarán decisiones en la vida de los niños que tienen la suerte de tener uno o más hermano/s gemelo.
Por Luiz Fernando Roehe de Oliveira Velloso y Marta Fatone de Velloso
Extraído de www.multifamilias.org.ar
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