6 de mayo de 2013

Quien bien te quiere te hará reir

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PEGAR A LOS HIJOS CARECE DE SENTIDO
Existen muchas formas de entender el castigo físico. Muchas formas de explicarlo y definirlo. Sin embargo, hay una que reúne los variados conceptos: el castigo físico es el uso de la fuerza causando dolor, pero no heridas, con el propósito de corregir una conducta no deseable en el niño. Esta definición fue difundida por Save the Children, dentro de la campaña “Educa, no pegues”, empleada para la sensibilización contra el castigo físico en la familia.

Todos hemos vivido situaciones de castigo físico alguna vez. Un azote, un capón, o un cachete, é usado por muchos padres para frenar la rabieta o la desobediencia de los hijos. Son escenas tan cotidianas en nuestra sociedad que a muchos no les parece nada extraño, y nada cuestionable. Sin embargo, es algo que hace sentir mal no solo a los niños como también al que lo aplica. Y ¿por qué será? ¿Os habéis preguntado el por qué después de pegar al hijo uno se siente tan mal?

EDUCAR O PEGAR
La práctica del castigo físico está fuertemente enraizada en nuestra sociedad en la que se ha trasmitido a través de las generaciones, pero eso no quiere decir que sea la mejor o la ideal forma de educar a un niño. Debemos buscar alternativas más constructivas y positivas, que estimulen su desarrollo sano, y que nos haga sentir bien a todos. El pegar no enseña, no educa, solo representa amenaza y sumisión a los niños. El castigo físico enseña al niño a tener miedo y a ser sumiso a tal punto de disminuir su capacidad para crecer como persona autónoma y responsable

¿POR QUÉ PEGAN LOS PADRES Y MADRES A SUS HIJOS?
  • Porque lo consideran oportuno para la educación de sus hijos
  • Porque lo utilizan para descargar sus nervios
  • Porque carecen de recursos suficientes para afrontar una situación difícil
  • Porque no poseen las habilidades necesarias para conseguir lo que quieren
  • Porque no definen bien las situaciones sociales en las que las emiten
  • Porque no consiguen controlar sus emociones
El castigo físico hace daño tanto a los niños y niñas como a los que lo aplican equivocadamente en la educación Por lo tanto su erradicación es una obligación ética.

EFECTOS DE LOS CASTIGOS FÍSICOS EN NIÑOS Y NIÑAS
  • Paraliza la iniciativa del niño, bloqueando su comportamiento y limitando su capacidad para resolver problemas.
  • No fomenta la autonomía de los niños
  • Ofrece la actitud violenta como un modo válido para resolver los problemas.
  • Daña su autoestima. Genera sensación de minusvalía y promueve expectativas negativas respecto a sí mismo.
  • Les enseña a ser víctimas. Equivocadamente, muchos creen que la agresión hace más fuertes a las personas que la sufren y “les prepara mejor para la vida”, pero sabemos que no sólo no les hace más fuertes, sino más proclives a convertirse repetidamente en víctimas.
  • Interfiere en sus procesos de aprendizaje, y por lo tanto en el desarrollo de su inteligencia, sus sentidos y su emotividad.
  • Se aprende a NO razonar. Al excluir el diálogo y la reflexión, dificulta la capacidad para establecer relaciones causales entre su comportamiento y las consecuencias que de él se derivan.
  • Les hace sentir soledad, tristeza, y abandono.
  • Incorporan a su forma de ver la vida una visión negativa de los demás y de la sociedad, como un lugar amenazante.
  • Crea un obstáculo, un impedimento en la comunicación entre padres e hijos. Daña los vínculos emocionales creados entre ambos.
  • Les hace sentir rabia, rencor, y ganas de alejarse de casa.
  • Pueden presentar dificultades para integrarse socialmente, es decir, para hacer amigos y jugar con los demás niños.
  • No se aprende a cooperar con las figuras de autoridad, se aprende a someterse a las normas o a transgredirlas.
  • Pueden sufrir daños físicos accidentales. Cuando alguien pega se le puede “ir la mano” y provocar más daño del que esperaba.
Cuando los padres castigan mediante violencia física o verbal se convierten para el niño/a en modelos de conductas agresivas.

EFECTO DE LOS CASTIGOS FÍSICOS EN LOS PADRES
  • El castigo físico puede producir ansiedad y sentimiento de culpa, incluso cuando se considera correcta la aplicación de este tipo de castigo.
  • La violencia se expande. El empleo del castigo físico aumenta la probabilidad de que los padres muestren comportamientos violentos en el futuro en otros contextos con mayor frecuencia y más intensidad.
  • Impide su comunicación con los hijos y deteriora las relaciones familiares
  • Cuando usan el castigo físico porque carecen de recursos alternativos, aparece una necesidad de justificación ante sí mismo y ante la sociedad. Al malestar por los efectos de castigo físico en los niños y niñas se suma la incomodidad de una posición incoherente o no fundamentada.
EFECTO DE LOS CASTIGOS FÍSICOS EN LA SOCIEDAD
  • La aplicación del castigo físico aumenta y legitima ante las nuevas generaciones el uso de la violencia en la sociedad.
  • Genera una doble moral. A los adultos no se les puede agredir, a los niños y niñas sí.
  • Dificulta la protección de la infancia. Al permitir estas prácticas, la sociedad “abandona” e ignora el derecho de protección de los niños y niñas.
  • Se educan ciudadanos sumisos, condicionados a ser siempre víctimas.
La instrucción, el diálogo y el respeto han de ser la norma en las relaciones familiares

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