12 de febrero de 2012

¿Cómo sé si mi bebé toma suficiente leche?


Una de las mayores preocupaciones que las madres nuevas es si van a tener suficiente leche para sus bebés. Esta preocupación es la razón más común para el inicio de la suplementación con fórmula, así como para el destete precoz. Vivimos en una sociedad que pone mucho énfasis en la medición de todo y muchos de nosotros (y en especial a nuestras madres) fuimos alimentados con biberón, así que  se sabía exactamente al mililitro la cantidad de leche que el bebé tomaba en en cada comida. Puedes estar segura de que casi todas las madres pueden producir suficiente leche para su bebé. La raza humana no habría sobrevivido durante millones de años, si no fuera así. Hay un porcentaje muy pequeño de mujeres que simplemente "no tienen suficiente leche", pero esto es muy inusual, y está más a menudo vinculado a algún tipo de problema médico, (por ejemplo, la cirugía de reducción mamaria, medicamentos maternos como los anticonceptivos, o el hipotiroidismo materno). Muchos de estos problemas médicos se pueden corregir.

Las mujeres tienen dos pechos en lugar de uno para que puedan amamantar a gemelos. Así que es lógico que una madre "normal" con dos pechos sea capaz de producir suficiente leche para un bebé (al menos). Dado que la ingesta de leche materna no se puede medir sin necesidad de utilizar equipos científicos sofisticados, es importante conocer cómo saber si su bebé está recibiendo suficiente leche.

Aquí hay algunas pautas que le ayudarán a evaluar la ingesta de la leche de su bebé:
  • La leche materna debe subir entre los dos y los cinco días después del nacimiento del bebé. El bebé nace con exceso de líquido en sus tejidos, que se excreta en las primeras 48 horas después del nacimiento. Esta pérdida de peso es generalmente de entre 200 y 300 gramos. Sus riñones inmaduros no están preparados para manejar grandes cantidades de líquido durante este tiempo. La pequeña cantidad de calostro (el líquido de color amarillo que sale del seno antes de la subida de la leche) es perfecta para que pueda ser digerida por su recién nacido sistema digestivo y proporciona anticuerpos importantes. Durante las primeras 24 horas después del nacimiento, por lo general se producen alrededor de 37 ml. de calostro. El bebé recibirá 7-14ml cada vez que le des de mamar. 
  • Por lo general, en el segundo o tercer día, comienzas a sentir tus senos "diferentes": más cálidos, más llenos y más pesados. Comenzarás a producir leche de transición en este momento, una combinación de calostro y leche madura, que se verá de color amarillento. Si no sientes estos cambios en el pecho y tu bebé parece tener hambre después de comer, consulta a un profesional de la salud y controla el peso de tu bebé.
  • Tu bebé debe agarrar y succionar rítmicamente durante 10-15 minutos en cada pecho. Puede hacer pausas periódicamente, pero succionará enérgicamente durante la mayor parte de la tetada. Debe parecer satisfecho después de amamantar, y a menudo se quedará dormido en el segundo pecho. Si se queda dormido y no toma del segundo pecho, trate de dividir el tiempo de succión entre las dos partes. Si tiene sueño, obtendrá más leche si toma de cada pecho durante cinco minutos en lugar de diez minutos a una. Tienes que oírlo tragar con regularidad mientras esté amamantando.
  • El recién nacido debe alimentarse por lo menos ocho veces en 24 horas. Muchos recién nacidos toman el pecho de diez a doce veces o más. Esto incluye tetadas largas y tomas cortas como si fueran aperitivos. Dar el pecho cada hora y media a tres, durante el día, con una más larga en el tiempo de unas cuatro horas por la noche (si tienes suerte) es lo habitual cuando se está dando el pecho. No esperes que tu bebé tenga un horario de alimentación cada cuatro horas, la mayor parte de los recién nacidos no aumentarían de peso lo suficiente de esa manera. Puede que tengas que despertar a tu recién nacido para darle el pecho la alimentación; los recién nacidos a menudo no exigen ser alimentados con la suficiente frecuencia, especialmente durante la primera semana o dos. (Ver el artículo sobre el tema Despertar a bebés dormilones para más información).
  • Una vez que sube la leche, debes notar el pecho más lleno antes de las comidas y más vacíos después de amamantar. Puedes ver la leche goteando o chorros en un pecho mientras amamantas a tu bebé en el otro. Ésta es una señal de que tu leche ha subido. Tu cuerpo no sabe que no estás amamantando gemelos, por lo que la leche saldrá en ambos pechos a la vez. Esto también sucede si está dando el pecho a gemelos pero no lo hace con los dos a la vez. Puede que sientas, o no, una sensación distinta asociada a la eyección de leche, o reflejo de bajada. Algunas madres tienen una sensación física muy fuerte, una especie de hormigueo, endurecimiento, o o pinchazos cuando la leche comienza a fluir. Algunas madres no notan una sensación distinta, y algunas  no la sienten hasta que han pasado varias semanas.
  • Estate atenta de los pañales de tu bebé y de los movimientos de su intestino. Además de la ganancia de peso, éestos son probablemente los mejores indicadores de la cantidad de leche que tu bebé está tomando. Durante los dos primeros días tu bebé hará cacas oscuras y alquitranadas, es el meconio. Esta es la materia fecal que el bebé ha estado almacenando desde antes de nacer. Uno o dos días después de comenzar a tomar el pecho, las heces cambiarán tanto en color como en consistencia. Estas heces de transición temprana pueden ser marrones o verdes, y son sueltas y sin forma (con una consistencia como de puré de guisantes). Cuando tu bebé tenga cuatro o cinco días de edad, tendrá "las heces de leche": amarillentas y pastosas, algo así como una mezcla de mostaza y queso cremoso. Debe hacer por lo menos de dos a cinco cacas importantes cada período de 24 horas, y puede llegar a hacer una cada vez que tome el pecho durante las primeras semanas de vida. Si se están produciendo deposiciones con menor frecuencia, puede significar que no está recibiendo suficiente leche.
  • Durante el primer par de días de tu bebé, probablemente moje los pañales sólo una o dos veces al día, ya que está recibiendo el calostro solamente. Cuando al fin sube la leche, se debe mojar de seis a ocho veces en 24 horas. A menudo es difícil saber si un pañal desechable super-absorbente está húmedo o no, ya que el gel en el interior actúa como una mecha para extraer la humedad de la superficie. La orina debe ser clara, incoloro y con olor suave. Una orina de color oscuro, concentrada, puede significar que el bebé no está recibiendo suficiente leche.
  • --- La mayoría de las madres experimentan sensibilidad en los pezones durante los primeros días de dar el pecho. El malestar es generalmente peor cuando el bebé se prende, y se suaviza mientras mama. Si el dolor es severo, dura todo el rato mientras el bebé mama, si el pezón se agrieta o sangra, o los dolores persisten más allá de una semana, puede significar que tu bebé no se ha prendido correctamente. Esto no sólo puede causarte gran incomodidad y hacer las tetadas desagradables, sino que también puede causar que tu bebé no obtenga suficiente leche. Comprueba el peso de tu bebé, y consulta a un especialista en lactancia materna que pueda evaluar la postura. Los problemas de lactancia a menudo se pueden corregir fácilmente.
La única manera de estar absolutamente segura de que tu bebé está tomando suficiente leche es comprobar su peso regularmente. Recuerde que es normal que pierda un 5-7% de su peso en el primer par de días (a menudo los médicos se preocupan cuando la pérdida de peso se acerca o supera el 10%). Para el bebé promedio, esto supone una pérdida de peso de un cuarto de kilo (a menudo más para bebés más grandes). Tienes que preguntar en qué peso se ha quedado cuando salgas del hospital, porque ésa será tu referencia cuando calcules su ganancia de peso, no la del peso con que nació. Por ejemplo: tu bebé pesa dos kilos trescientos al nacer. 48 horas después, al salir del hospital, pesa dos kilos cien gramos. Una vez que te suba la leche, tu bebé debe ganar alrededor de treinta gramos al día durante los primeros meses de vida. La mayoría de los bebés recuperan su peso al nacer en dos o tres semanas. Yo recomiendo a las madres que comprueben el peso al cabo de una semana; en ese momento, la leche ya ha subido, el bebé debe orinar y defecar con frecuencia, ha aumentado el peso y las dificultades de la lactancia materna pueden ser tratadas. Los problemas con la lactancia materna son mucho más fáciles de remediar si se reconocen y tratan a tiempo. El pediatra pesará a tu bebé y la información que te dé será de gran valor, ya que sabrás que la lactancia materna va bien, y podrás relajarte, o sabrás que hay un problema que debe abordarse y que solucionar antes de que un pequeño problema se convierte en uno grande.

Una última nota sobre este tema:
La pesadilla de toda madre es que no tiene suficiente leche y que su bebé se deshidrata. Las historias de horror abundan, y por desgracia, esto se ha producido en alguna ocasión.No hay absolutamente ninguna razón para que esto suceda si sigues las pautas anteriores. La deshidratación verdadera es un hecho médico muy poco frecuente, y hay señales de advertencia que indican que tu bebé necesita más líquidos de inmediato. Si notas cualquiera de los siguientes síntomas (especialmente si se producen al mismo tiempo que otras "banderas rojas", como poca orina o heces), consulta a tu médico lo antes posible.
  • letargo
  • languidez
  • llanto débil
  • sequedad en la boca o los ojos
  • la fontanela del bebé se hunde o está deprimida
  • la piel pierde su capacidad de recuperación (cuando la pellizcas,no vuelve a su estado anterior sino que se queda "pellizcada")
  • fiebre

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