28 de septiembre de 2011

Enamorarte de tus mellizos



A menudo, las madres que están embarazadas de su segundo hijo tienen sentimientos lógicos de temor acerca de cómo el nacimiento del nuevo bebé afectará a su relación de apego con su primogénito. Las madres que ya se han enfrentado a esta situación hacen referencia a un chiste muy conocido para ayudar a las futuras mamás a darse cuenta y manejar la dinámica de la nueva familia. "Piensa en cómo te sentirías si tu esposo llegase a casa con una nueva esposa y te dijera que va a vivir con los dos a partir de ahora." Bromas aparte, la mayoría de las familias se adaptan a un nuevo hermano a su debido tiempo.

Sin embargo, a diferencia de los padres de hijos únicos en espera de un segundo nacimiento, los padres que esperan a dos bebés al mismo tiempo se enfrentan a un desafío único y diferente. Ya que las exigencias físicas y emocionales de cuidar a dos niños te ponen a prueba más allá de lo imaginable, no tienes el "lujo" de sentirte unida a cada bebé de inmediato. He aconsejado a muchos padres que expresan este tremendo conflicto de tener sentimientos diferentes para cada bebé. Sin embargo, después de que estos sentimientos incompatibles se articulan y se replantean desde una perspectiva empática, la situación se puede mejorar.

¿Cómo enamorarse de cada gemelo al mismo tiempo y por igual?
NO. El objetivo es amar a cada gemelo "individualmente". Permítanme compartir con vosotros una historia.
En ocasiones yo corría con una conocida mía que es la madre dos mellizos de dos años y medio (niño y niña). La mayor parte del tiempo me contaba cosas sobre su hijo, haciendo referencias casuales a su hija. En nuestra última conversación me contó que su hijo había empezado a ir al baño por sí mismo. Naturalmente, ella estaba muy emocionada y relató cómo había compartido la gran noticia con sus amigos y familiares. Cuando le pregunté acerca de su hija, pareció cambiar la alegría por la preocupación. Ella se refirió a la negativa de su hija a cenar y sobre cómo estos problemas de la alimentación habían sido siempre un motivo de preocupación desde el nacimiento de su hija.
Madre e hijo fueron dados de alta del hospital juntos mientras que su hija se quedó ingresada en la UCIN durante una semana a causa de bajo peso al nacer. Cuando llegó a casa, la madre tenía que llevarla a la consulta del pediatra cada día para que la pesaran. Más tarde, la dificultad para tragar requirió fisioterapia para enseñar a su hija a comer correctamente. Las luchas con su hija la hicieron sentir impotente, inadecuada y ansiosa. Le molestaba cómo la llegada a casa de su hija la hizo sentir como si el lazo de amor que ella había creado con su hijo se hubiera interrumpido. Ella admitió sentirse muy avergonzada y odiarse a sí misma a causa de estos pensamientos.
Le aseguré que estos sentimientos son normales y esperables para las familias que crían gemelos. Los estudios demuestran que las circunstancias específicas de nacimiento de los gemelos "a menudo perpetúan impresiones duraderas en lo que respecta a las perspectivas de los padres y los sentimientos. Por ejemplo, algunos padres tienen sentimientos más positivos para el niño que llega a casa primero del hospital, para el niño que pesa más, o el que duerme más, o el que es más sociable - la lista sigue y sigue. Lo importante es recordar que estos sentimientos o percepciones iniciales no tienen que permanecer inalterables. Que pueden ser articulados, replanteados y vueltos a trabajar.
Caso en cuestión: Mi amiga me llamó para contarme el momento en que experimentó un cambio con respecto a su hija. Lo describió de la siguiente manera: "El otro día le dije a mi hija que había estado guardando unos adornos para el pelo muy especiales para ella. Ahora que su pelo había crecido tanto, era el momento perfecto para probárselos. Llevé a mi hija a mi cuarto de baño. Las dos mirábamos el reflejo del conjunto en  el espejo. Nos "enamoramos" en ese momento, le dije lo guapa que se veía y lo mucho que la quería. Ella sentía que mi sentimiento de amor era auténtico y firme. Nuestra relación ha sido diferente desde ese momento. Nos estamos tomando un tiempo para nosotras mismas y estoy haciendo un esfuerzo especial para recuperar el tiempo perdido perdonándome, disfrutando de lo que he recuperado, y pasando más tiempo a solas con ella.
Las comparaciones con los gemelos son inevitables. Sin embargo, ser capaz de amar a cada niño mediante la creación de una fuerte conexión con cada uno de ellos es la clave para tener éxito como padres. Tomarse un tiempo para estar a solas con cada hijo ayudará a sus gemelos a forjar relaciones emocionales saludables entre sí y con el mundo exterior.

De Joan Friedman.
La imagen está tomada de la galería de picasa de Bill Hudson

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