Con frecuencia, y en un embarazo múltiple más aún, nos encontramos con dolor en el pubis cuando hemos pasado de la semana 20. Es un dolor intenso, como si el bebé se hubiera encajado y nuestra pelvis estuviera dándose de sí. Este malestar se debe a una disfunción de la sínfisis del pubis. Los huesos de las caderas están unidos por la sínfisis del pubis, un cartílago no muy flexible. Cuando estamos embarazadas, segregamos una hormona llamada relaxina que relaja los ligamentos permitiendo que sean más flexibles, a fin de facilitar que la musculatura del abdomen y el suelo pélvico se adapten al embarazo y el parto. Pero como todo, tiene sus peros: además de facilitar que se estiren los ligamentos, hace que los huesos tengan más movilidad de la habitual, produciendo una hipermovilidad en las articulaciones y dolores en la pelvis, zona lumbar y rodillas. Así, también flexibiliza los movimientos de la cadera, produciéndose una separación de los huesos de la misma y haciendo que la sínfisis se estire o se llegue a separar (lo que se denomina diástasis de la sínfisis del pubis). La distancia entre ambos huesos es de 4-5 mm. Durante un embarazo normal puede llegar a sufrir un "estiramiento" de 2-3 mm. Si se llega al centímetro, se produce una diástasis (separación de dos huesos contiguos sin luxación propiamente dicha). Este dolor puede llegar a prolongarse hasta meses después del parto.
Algunos consejos:
• No trates de forzarte a realizar una actividad si te está causando dolor. Si es posible, deja de hacerla. Si continúas y el dolor empeora, puede ser más difícil encontrar una forma de aliviarlo después.
• Muévete poco, pero con frecuencia. Puede que no sientas los efectos de lo que estés haciendo hasta última hora del día o hasta después de acostarte.
• Descansa regularmente sentada con la espalda recta y bien apoyada.
• Evita levantar o empujar cosas pesadas (los carritos de los supermercados suelen provocar un dolor fuerte).
•Cuando te vistas, siéntate para ponerte la ropa, por ejemplo cuando te pongas las medias o los pantalones. Colócate la ropa por los pies y después ponte de pié para subírtela. No trates de poner las piernas dentro de los pantalones, faldas o medias mientras estés parada.
• Cuando subas escaleras, hazlo un escalón a la vez. Sube un escalón con la pierna más ágil y luego coloca la otra pierna junto a ésta. Repítelo con cada escalón.
• Evita separar las piernas y hacer movimientos bruscos que hagan que éstas se abran demasiado, como cuando entras o sales de un coche o de la bañera. Si necesitas separar las piernas, hazlo lenta y cuidadosamente.
• En lo posible, evita nadar a braza y ten cuidado con los otros estilos. Mientras estás en el agua puede parecer que la natación te ayuda, y, sin embargo, te puede provocar un incremento del dolor cuando sales.
• Hacer ejercicios de Kegel y ejercicios para el abdomen inferior regularmente te puede ayudar a reducir la sobrecarga sobre la pelvis durante el embarazo. Para hacer de manera sencilla y sin riesgos un ejercicio para el abdomen inferior, colócate sobre las manos y rodillas y nivela la espalda de manera que quede prácticamente plana. Respira profundamente y luego a medida que exhalas, haz un ejercicio de Kegel y al mismo tiempo introduce y saca tu ombligo. Sostén esta contracción por unos 5-10 segundos sin dejar de respirar y sin mover la espalda. Relaja lentamente los músculos al final del ejercicio.
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