Un artículo en dos entregas de Gema Cárcamo González, madre de dos pares de gemelos, presidenta de Multilacta y por supuesto ;) una de nuestras foreras. Gracias Gema :)
"Cuenta la leyenda que Indra, Rey de los dioses, y Buda, nacieron por puro capricho suyo a través del abdomen de su madre, negándose a venir al mundo por vía natural, como si a través de la vagina fuera prosaico y vulgar. Si nos atenemos a lo que San Agustín dijo, “entre las heces y la orina nacemos”, eso no es digno de dioses, aunque a nuestro señor Jesús no le importó nacer así.
Allá por los años 700 antes de Cristo, Numo Pompilio disponía la LEX REGIA, en la que se decía que toda mujer que falleciera durante el embarazo debía de ser sometida a la extracción de su hijo del vientre para salvarlo, y así se ha hecho durante muchos siglos. El objetivo no era otro que el de hacer valer el derecho a la vida del Nonato. Los intentos por hacer que esta intervención sirviera también a la mujer viva, hizo que en 1797, Jean François Sacombe fundara la Sociedad Anticesariana, debido a los desastres ocasionados por los intentos de avance de la obstetricia, y que causaron 24 muertes post-partum. Hasta bien entrado el siglo XIX no se mejoraron los resultados, gracias al desarrollo de la técnica quirúrgica, la mejora de la asepsia y antisepsis, amen de otros logros que a mediados del siglo XX hicieron de la cesárea un procedimiento fácil y seguro con el que se enfrentan la mayoría de las complicaciones serias que surgen durante el parto.
Grabado del siglo XIV de una cesárea hecha en una mujer viva |
Puede que, haciendo una extensión de la mitología alrededor de los nacimientos de divinidades varias, se le haya dado la categoría divina a la operación cesárea, lo que no deja de ser paradójico. A esta divinización de la cesárea se le suma el hecho de que al ser una forma de nacer que riñe con lo natural, lo fisiológico y lo espontáneo, se le rodea de un halo de espectacularidad en el que el médico obra el milagro de la vida, bajo admiración y complacencia de todos, dejando a la madre, verdadera protagonista del parto, eclipsada por toda esa sabiduría y habilidad.
La espectacularidad bajo la que se esconde esta intervención alcanza más notoriedad cuando el milagro es múltiple, y el “obstetra”, pare con sus manos a los gemelos, trillizos y cuantos hijos pueda concebir de golpe la sin par naturaleza de la mujer. Esto nos lleva a preguntarnos sobre el carácter divino de nuestros bebés, ya que CESAREA es un término que acompaña a la mayoría de los múltiples al anuncio de tan amplio embarazo.
Aunque para nosotros es más que evidente que cada uno de los retoños es un tesoro divino para cada madre y padre, no deja de escandalizarnos que se acompañe a los partos múltiples siempre con la misma piedra pesada de la cesárea, sobre todo si es programada.
Hace ya dos décadas P.R Myescough expresaba en Munro Kerr´s Operative Obstetrics, “tengo miedo de que en la actualidad, más que en ninguna ocasión anterior, existe el peligro de considerar el parto abdominal como el método legítimo para enfrentar y solucionar cada una de las anomalías obstétricas”, y nada mejor para comprobar sus palabras las cerca de 36.000 cesáreas innecesarias que se practican cada año en nuestro país, hecho denunciado desde hace 25 años por la Organización Mundial de la Salud.
Para justificar el alto índice de cesáreas, que no debería ser de más de un 10 o un 15% para cualquier región geográfica según la OMS, se alude al también elevado incremento de los partos múltiples, cuando solo representamos el 7.2% del total de las cesáreas realizadas.
La cesárea en partos múltiples es bastante habitual teniendo en cuenta que las diferentes posiciones de los niños en el vientre de la madre detectados precozmente por las ecografías lleva a programar las cesáreas anticipadamente de manera injustificada. Normalmente cuando el médico decide hacer una cesárea tiene que haber una “buena razón” que lo justifique, y frecuentemente se practica esperando beneficios para el feto.
En el caso de los gemelos un estudio del British Medical Journal del 2002 que estudiaba los nacimientos de gemelos en Escocia entre 1992 y 1997, concluía que normalmente el segundo gemelar era más vulnerable a riesgos derivados del parto, y que en los nacidos a término la cifra de la mortalidad del segundo gemelo aumentaba con respecto a los de gemelos prematuros. Por ello se recurría a la cesárea programada en los partos gemelares como medida de prevención. Según el estudio, todas las mujeres que esperan gemelos deberían ser informadas de este hallazgo para que incluyan la posibilidad teórica de evitar complicaciones con una cesárea programada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario