15 de noviembre de 2010

La dentición

Dentición de los niños http://criandomultiples.blogspot.com


La dentición (la salida de los primeros dientes del bebé) puede ser una época frustrante para los bebés y también para sus padres. Algo que puede ser de ayuda es tener una idea de lo que va ocurrirle a su hijo cuando le empiecen a salir los primeros dientes, y la manera en que puede contribuir a que este proceso sea menos doloroso.

El proceso de la dentición

La dentición puede comenzar a partir de los tres meses y continuar hasta que el niño cumpla los tres años.
Cuando su hijo tenga entre cuatro y siete meses de edad, usted podrá notar que sus primeros dientes ya dan signos de querer abrirse paso a través de las encías. Los primeros dientes en aparecer generalmente son los dos dientes frontales inferiores, también conocidos como los incisivos frontales inferiores. Después de cuatro u ocho semanas, les suceden los cuatro dientes frontales superiores (incisivos frontales y laterales superiores). Aproximadamente un mes después, aparecerán los incisivos laterales inferiores (los dientes a los costados de los dientes frontales inferiores).
Los dientes que salen a continuación son los primeros molares y luego finalmente los colmillos. La mayoría de los niños tienen sus veinte dientes de leche (los primeros dientes que aparecen) al cumplir su tercer año. (Si su hijo tiene un retraso significativo, consúltelo con su pediatra.)
En algunos casos poco frecuentes, los niños nacen con uno o dos dientes o producen un diente durante las primeras semanas de vida. Salvo que estos dientes interfieran con la alimentación o estén demasiado sueltos como para que el bebé pueda tragarlos, generalmente no es una causa de preocupación.
Cuando a los niños les comienzan a salir los primeros dientes, probablemente babearán más y empezarán a querer morder las cosas. Mientras que en algunos niños la salida de los dientes no es un proceso doloroso, otros pueden experimentar breves períodos de irritabilidad, y algunos se mostrarán irritados durante varias semanas, con episodios de llanto y patrones de sueño y de alimentación irregulares. La dentición puede ser incómoda, pero si su bebé se muestra muy irritable, consúltelo con su pediatra.
Aunque las encías sensibles e hinchadas pueden provocar un pequeño aumento de la temperatura del bebé, normalmente la salida de los dientes no ocasiona fiebre alta ni diarrea. Si su bebé tiene fiebre durante la dentición, puede que se deba a otro motivo y es mejor que se ponga en contacto con su pediatra.

Hacer más fácil la dentición

A continuación detallamos algunos consejos que deberá tener en cuenta cuando a su bebé le estén saliendo los dientes:
  • Limpie regularmente la cara de su bebé con un pañito suave para quitarle el exceso de babas y evitar que se le irrite la piel.
  • Dé a su bebé algo que pueda morder. Asegúrese de que sea lo suficientemente grande para que no se ahogue al querer tragarlo, y que tampoco pueda romperse en pequeños fragmentos. Un paño húmedo que haya estado en el refrigerador durante treinta minutos puede ser algo muy útil cuando los dientes están saliendo; asegúrese de lavarlo cada vez después de que el bebé lo utilice. Los aros de goma que se venden para ayudar a los niños con la dentición también son buenos, pero evite los que contengan líquido en el interior, porque podrían romperse o perder líquido de alguna manera. Si su bebé utiliza uno de estos aros, asegúrese de sacarlo del refrigerador antes de que se endurezca demasiado. Seguro que no desea causar más daño en las encías de su bebé, ¡ya suficientemente hinchadas!
  • Frote las encías de su bebé con un dedo limpio.
  • Nunca ate al cuello de su bebé un aro para la dentición, ya que podría quedar atrapado en algún objeto y estrangular a su bebé.

La higiene de los dientes de los bebés

El cuidado y la limpieza de los dientes de su bebé son muy importantes para la salud dental a largo plazo. A pesar de que los dientes de leche se caerán, las caries dentales pueden acelerar este proceso y dejar huecos en su dentadura antes de que los dientes permanentes estén listos para salir. Es posible que los dientes de leche que aún no se hayan caído se junten para intentar llenar los espacios, y como consecuencia de esto los dientes fijos saldrán torcidos o en lugares que no les corresponden.
El cuidado diario dental del bebé debe comenzar antes de la salida de su primer diente. Limpie las encías de su bebé diariamente con una gasa o pañito limpio y húmedo, o cepíllelas muy suavemente con un cepillo de dientes suave para bebé y agua (¡sin dentífrico!). Tan pronto como los primeros dientes aparezcan, cepíllelos con agua.
Utilizar dentífrico en los dientes de su bebé está bien una vez que su niño haya crecido lo suficiente como para escupir el dentífrico al lavarse los dientes, lo que ocurre generalmente alrededor de los tres años de edad. Escoja un dentífrico con flúor y utilice solamente una pequeña cantidad (del tamaño de un guisante) o incluso menos en los niños más pequeños. No deje que su niño se trague la pasta de dientes o que la tome directamente del tubo, porque una sobredosis de flúor puede ser peligrosa para los niños.
Cuando todos los dientes de su bebé hayan salido, intente limpiárselos al menos dos veces al día, especialmente después de las comidas. También es importante que su niño se acostumbre a utilizar el hilo dental pronto. Un buen momento para comenzar a utilizar el hilo dental es cuando los dientes empiezan a estar uno al lado del otro. Consulte con su dentista para que le aconseje sobre cómo utilizar el hilo dental en unos dientes tan pequeñitos. Usted también puede motivar a su pequeño para que se interese en esta rutina dejando que le observen y le imiten cada vez que usted se cepilla los dientes y utiliza el hilo dental.
Otro consejo importante para prevenir las caries dentales: no deje que su bebé se quede dormido con un biberón. La leche o el jugo pueden permanecer en su boca y provocarle caries y placa dental.

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