Un clásico de 1986, pero desafortunadamente, todavía con mucha actualidad. Quizás habría que añadir un punto más: "asegúrese de que la madre lee cierto suplemento dominical" ;)
"Cómo hacer difícil la lactancia materna" Linda Smith
1.- Dile a la madre que tiene que dar el pecho “cada cuatro horas” o que “el bebé tiene que tener un horario”. El resultado será una producción baja de leche, un bebé hambriento y frustrado y unos padres cabreados. Asegúrate de echarle la culpa del llanto del bebé al hecho de que el bebé mama. Si esto no funciona, advierte a la madre que debe limitar la duración de la toma, lo que llevará al mismo resultado.
2.- Asegúrate de que el bebé “se acostumbre al biberón”. Esto puede llevar a que el bebé, confundido, no quiera más el pecho. Es una manera excelente de reducir la producción de leche y de minar la confianza de la madre.
3.- Dile a la madre que no tiene suficiente leche si “el bebé quiere mamar otra vez tras sólo dos o tres horas” o “el bebé se toma algo de biberón después de mamar” o “no siente sus pechos a punto de explotar todo el día”. Ya que la duda sobre tener suficiente leche es la principal causa del fracaso de la lactancia, este tercer consejo introducirá un elemento de duda y temor en todo el proceso.
4.- Dile a la madre que no puede dar de mamar si “quiere comer chocolate (o comida mejicana, o repollo, etc)” o “si fuma o tiene que tomar medicación” o “si va a volver al trabajo o la escuela en unas cuantas semanas” o “si quiere dar de mamar en público... para dar de mamar se necesita privacidad” o “si sus pechos son muy pequeños o muy grandes” o “si su madre no pudo” o “si está nerviosa”. Trata de encontrar tantas razones como sea posible para NO dar el pecho y busca cualquier excusa para interrumpir una lactancia. Distancia lo mas posible a la madre y al bebé.
5.- Insiste en que “el padre debería dar el biberón o, si no, se sentirá excluido”. Este es otro buen método para minimizar la importancia de la lactancia materna.
6.- Dile a la madre que el dar el pecho podría ser doloroso y que grietas y pezones doloridos forman parte de la lactancia. El dolor es un estímulo excelente para dejar de hacer algo. No le enseñes cómo colocar al bebé cuando va a dar de mamar. No le des pezoneras y dale al bebé muchos biberones para que olvide la manera de succionar un pecho y dile a la madre que se tiene que frotar los pezones con una toalla áspera para “que se acostumbren”. Y asegúrate de contarle todas las “historias terroríficas” que hayas escuchado sobre la lactancia materna de la forma mas gráfica posible.
7.- Aconseja que de al bebé leche de formula, agua con glucosa y cereales lo más pronto posible para que el bebé duerma. Este es otro buen método para asegurarnos de una producción insuficiente. Dile que su leche puede ser demasiado clara o demasiado espesa. Intenta convencer a la madre de que la lactancia artificial es una solución mucho mas “segura” y que hay algo que no está bien en su leche incluso si tiene la suerte de tener suficiente. Esto hará que su confianza se haga añicos.
8.- Separa a la madre del bebé desde el nacimiento y enséñale con el ejemplo que agua, leche artificial, chupetes y horarios para las tomas son la forma correcta de cuidar a un bebé. Debido a que en estos momentos la madre es especialmente vulnerable, seguirá tus consejos. Asegúrate de decirle lo poco que importa si su hijo mama o no. esto ayudará a que desconfíe incluso más de lo que le dice su instinto.
9.- No le expliques cuál es el desarrollo normal de un bebe. No le expliques qué son los brotes de crecimiento. No la llames o la visites y asegúrate de abandonarla en las primeras dos semanas que son tan críticas. Échale la culpa de todo lo que se te ocurra a la lactancia materna e incluso invéntate más razones para dejar de dar el pecho.
10.- Dale muchas muestras de leche de fórmula para que se lleve a casa y así debilitar aún más su confianza. Asegúrate de que las cosas que le das para leer sobre el tema incluyen muchas referencias a la leche artificial y que no le explican cómo mantener su producción de leche. Asegúrate de que no llama a la Liga de la leche o a una asesora de lactancia o a alguna otra persona que pueda tener conocimientos sobre lactancia materna.
Todos estos consejos, en su conjunto o individualmente, desanimaran a continuar con la lactancia materna.
© 1986 Linda J. Smith
Traducción: Miriam
La imagen es un cuadro de Picasso
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