- Los pródromos de parto pueden durar horas o días. Considerar que una mujer se encuentra en fase activa del parto sin que realmente lo esté puede llevar a un ingreso innecesario en el hospital, exponiéndose a una “cascada de intervencionismo obstétrico”.
- Cuando el parto comienza de forma espontánea es más probable que finalice de forma natural.
- No existe una postura que sea mejor para parir, sino la mejor para cada situación y cada momento. La mujer instintivamente tiende a escoger la más fisiológica. Así que déjate llevar.
- Si las contracciones aumentan en intensidad y frecuencia, y necesitas cambiar de postura, te sientes en un estado de letargo, no te apetece hablar, te molestan las luces… probablemente ya estás de parto.
- Cuando sientas las primeras contracciones, olvida el reloj. Estar pendiente de él te mantendrá alerta, aumentarán los niveles de adrenalina y todo irá más lento. Haz lo que te resulte agradable: pon música suave, enciende velas, date un baño…
- La bolsa de aguas no se debe romper sin motivo. Cuando se hace, el riesgo de que el parto termine en cesárea aumenta un 26%.
- Cuando se ha roto la bolsa, hay que tener en cuenta que a mayor número de tactos, mayor riesgo de infección.
- Al llegar al hospital, las luces, la falta de intimidad y el ambiente pueden producir una descarga de adrenalina que detenga el parto. Estar tranquila, en penumbra, silencia y buena compañía ayudará a que se reanude.
- La oxitocina sintética no impregna el cerebro de las mujeres de parto como lo hace la oxitocina natural, y, por lo tanto, no aparecen los efectos conductuales propios de esta hormona del amor.
- La analgesia epidural alivia el dolor, pero eleva la incidencia de partos instrumentales y fiebre intraparto, la necesidad de antibióticos, la duración del expulsivo, la tasa de episiotomías y la incidencia de desgarros graves.
- Cuando un parto es inducido o estimulado con oxitocina intravenosa, las contracciones son más dolorosas que si está guiado por las hormonas producidas por la madre.
- Un baño de agua caliente puede ayudarte. En un ambiente de respeto, intimidad y libertad, con el cerebro impregnado de endorfinas y 5-6 cm de dilatación, al sumergirse en agua la mujer siente un confort que disminuye la adrenalina (hormona del estrés). Las contracciones duelen menos, siente el cuerpo más ligero, la dilatación se acelera y el parto se acorta.
- Estar bien acompañada en el parto reduce el número de intervenciones y mejora los resultados. Elige una persona de tu confianza, que sepa estar en segundo plano, que te apoye en tus decisiones y con la que puedas comportarte con total libertad.
- No te concentres en una manera artificial de respirar. Respira como te sientas más cómoda. De hecho, una mujer no puede “concentrarse” en nada sin inhibir el progreso del parto.
- Permítete gemir, grita si quieres. Soltando aire y con la boca abierta, el cuello del útero se irá abriendo y el bebé irá descendiendo con cada gemido, contracción y exhalación.
- Una manera de facilitar el parto es disminuir la luminosidad, ya que la luz estimula el neocórtex (el cerebro racional). Lo mismo ocurre con los ruidos y palabras inadecuadas.
- Sentir dolor en el parto no es sufrir… es sentir dolor en el parto. Sufres cuando te tratan mal, cuando pierdes la autoestima, el control sobre su cuerpo y cuando no puedes tomar las decisiones que afectan al proceso que estás experimentando.
- No hay motivo para tener prisa; el bebé no sufre por estar en el canal del parto. Esa presión acaba de madurar sus mecanismos para iniciar la respiración, y se exprime el líquido amniótico de estómago y vías respiratorias.
- Para prevenir desgarros, el expulsivo debe producirse en la postura que se adopte libremente. Es mejor que no te dirijan los pujos; que sean suaves, lentos, según tu ritmo. Así, la vulva se abre poco a poco, con suavidad.
- En general, en un parto vaginal después de cesárea no conviene poner oxitocina para acelerarlo ni romper la bolsa de aguas. La bolsa íntegra hace que la presión de las contracciones se transmita de una forma homogénea y suave a todas las partes del útero.
- En una cesárea, lo ideal es dejar que se inicie el parto, ya que las hormonas preparan y maduran al bebé.
- Pide que no corten enseguida el cordón, que sigue latiendo unos minutos mientras el bebé empieza a respirar, los pulmones se expanden y el corazón instaura la circulación normal, distinta de la fetal. Todo ello es muy beneficioso para el bebé.
Foto de www.demamas.com
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