He escuchado muchas veces a mamás comentar de cómo en algunos hospitales les dicen que su bebé debe tomar al menos una onza de leche (medio biberón de fórmula) para poder ser dados de alta. Esto resulta algo confuso para la madre que intenta lactar a su bebé durante su estadía en el hospital.
Primero hay que tomar en cuenta que ningún hospital, medico o enfermera debe ofrecer a la madre formula para su bebé. Esto desalienta el deseo de amamantar. Decirle a una mamá, "dale el pecho y si no aquí está el biberón", deja la pregunta al aire de "¿si no qué?". ¿Cabe la posibilidad de que no tenga suficiente leche? ¿Cómo sé que lo que tomó es suficiente? ¿Cómo sé si lo estoy haciendo bien? ¿Que hago? ¿Le doy el biberón por si acaso?
Y luego cuando escuchan el asunto del medio biberón o más, viene la otra pregunta. ¿Él tomará una onza de mi pecho? Yo no tengo una onza, ¿no me dijeron que el calostro es sólo gotitas? Pobre de mi bebé, debe estar muerto de hambre.
Los primeros días de amamantamiento la madre produce calostro. El calostro es bajo en grasa, y alto en carbohidratos, proteína y anticuerpos para ayudar a mantener tu bebé saludable. El calostro es extremadamente fácil de digerir, por lo tanto es perfecto como primera comida para el bebé. Es de bajo volumen (se mide en cucharaditas en vez de onzas), pero es alto en nutrición concentrada para el recién nacido. El calostro tiene un efecto laxante en el bebé, ayudándolo a tener sus primeras evacuaciones, lo cual ayuda a eliminar el exceso de bilirrubina y a prevenir la ictericia.
Cuando tu bebé es lactado temprano y con frecuencia, tus pechos comienzan a producir leche madura alrededor del tercer o cuarto día después del parto. Tu leche aumentará en volumen y generalmente se verá más aguada y blanca (más opaca) en color.
¿Qué pasa en los primeros tres o cuatro días? ¿Son esas gotitas de calostro suficiente para sostenerlo?
El estomago de un bebé de 1 día de nacido es de aproximadamente 5-7 ml, o el tamaño de una canica. Curiosamente, los investigadores han encontrado que el estomago del recién nacido de un día no estira para aguantar mayor cantidad. Como las paredes del estomago del recién nacido permanecen firmes, la leche adicional usualmente es expulsada (vomitada). (Esto podría claramente explicar por qué un bebé al que se le da un biberón de 1 o 2 onzas en el hospital cuando tiene sólo uno o dos días de nacido, lo vomita y luego le dicen a la madre que su bebé tiene reflujo) ¡Tu calostro se encuentra en la cantidad ideal para las primeras alimentadas del bebé!
Para el día 3, la capacidad del estomago del recién nacido aumenta a 0.75-1 oz, o aproximadamente del tamaño de una canica gorda. Las alimentaciones frecuentes y pequeñas aseguran que tu bebé reciba toda la leche que el necesita.
Alrededor del día 7, la capacidad del estomago del recién nacido es de 1.5-2 oz, o el tamaño de una bola de ping-pong. Continuar con las alimentaciones frecuentes te asegurara que el bebé tome toda la leche que necesita y que tu producción de leche cumpla con sus demandas.
Por lo tanto un bebé cuya madre lo está amamantando frecuentemente en el hospital no necesita demostrar al personal de hospital cuánta leche consume. Sólo con dejar que mamá tenga el mayor número de oportunidades para amamantar a su bebé y de tenerlo cerca de su pecho es suficiente.
En el hospital donde nació mi último hijo, no tenían servicio de room-in por lo cual yo tenía que ir hasta el nido a amamantarlo en un cuarto con sillas mecedoras y un televisor. Poco falta decir que yo viví en esa habitación durante la mayor parte de mi estadía en el hospital. Sentada en una mecedora (largas horas luego de mi parto vaginal), viendo el televisor con mi bebé en brazos. No faltó la enfermera o incluso el médico que se me acercara un sinnúmero de veces a decirme que me fuera a mi habitación a descansar y volviera en tres o cuatro horas, a lo cual siempre me negué. Sólo salía del nido si mi bebé estaba profundamente dormido, yo tenía que ir al baño o tenía hambre.
Las primeras 24 horas mi bebé lo pasaba mayormente dormido y tomaba poco a nada durante mi estadía en el nido. Nunca olvidaré la madrugada cuando la enfermera sumamente molesta me llamó por el intercomunicador una hora después de yo dejara el nido para exigirme que fuera a atender a mi hijo, quien tenia un letrero gigante en la cabecera de su canastilla que decía "Lactancia Exclusiva", por lo cual no podían consolarle con un biberón ni con un chupete. Entré al nido y la frustrada enfermera me pasó a mi hijo quien, instantáneamente, dejó de llorar y volvió a dormirse. No pude más que sonreír mientras la enfermera seguía murmurando su desagrado ante la situación. Me dijo: "Nosotros no acostumbramos a llamar a las mamás al cuarto, si lo vas a lactar tienes que venir." Arropé a mi bebé quien estaba sumamente dormido y lo acomodé en la canastilla. Miré a la enfermera y le dije: "No lo muevan, no le arreglen la frisa, no le cambien pañal a menos que sea extremadamente necesario. Si llora, me llamas."
Afortunadamente, mi bebé no volvió a despertar en las próximas tres horas y para cuando volví a verlo estaba tal y como yo lo había dejado. Lo levanté y finalmente amamantó con gusto. Esa noche me "llegó" la leche, a menos de 48 horas de haber dado a luz, gracias al contacto continuo y la lactancia frecuente.
De Cielymar González Morales, doula.
Primero hay que tomar en cuenta que ningún hospital, medico o enfermera debe ofrecer a la madre formula para su bebé. Esto desalienta el deseo de amamantar. Decirle a una mamá, "dale el pecho y si no aquí está el biberón", deja la pregunta al aire de "¿si no qué?". ¿Cabe la posibilidad de que no tenga suficiente leche? ¿Cómo sé que lo que tomó es suficiente? ¿Cómo sé si lo estoy haciendo bien? ¿Que hago? ¿Le doy el biberón por si acaso?
Y luego cuando escuchan el asunto del medio biberón o más, viene la otra pregunta. ¿Él tomará una onza de mi pecho? Yo no tengo una onza, ¿no me dijeron que el calostro es sólo gotitas? Pobre de mi bebé, debe estar muerto de hambre.
Los primeros días de amamantamiento la madre produce calostro. El calostro es bajo en grasa, y alto en carbohidratos, proteína y anticuerpos para ayudar a mantener tu bebé saludable. El calostro es extremadamente fácil de digerir, por lo tanto es perfecto como primera comida para el bebé. Es de bajo volumen (se mide en cucharaditas en vez de onzas), pero es alto en nutrición concentrada para el recién nacido. El calostro tiene un efecto laxante en el bebé, ayudándolo a tener sus primeras evacuaciones, lo cual ayuda a eliminar el exceso de bilirrubina y a prevenir la ictericia.
Cuando tu bebé es lactado temprano y con frecuencia, tus pechos comienzan a producir leche madura alrededor del tercer o cuarto día después del parto. Tu leche aumentará en volumen y generalmente se verá más aguada y blanca (más opaca) en color.
¿Qué pasa en los primeros tres o cuatro días? ¿Son esas gotitas de calostro suficiente para sostenerlo?
El estomago de un bebé de 1 día de nacido es de aproximadamente 5-7 ml, o el tamaño de una canica. Curiosamente, los investigadores han encontrado que el estomago del recién nacido de un día no estira para aguantar mayor cantidad. Como las paredes del estomago del recién nacido permanecen firmes, la leche adicional usualmente es expulsada (vomitada). (Esto podría claramente explicar por qué un bebé al que se le da un biberón de 1 o 2 onzas en el hospital cuando tiene sólo uno o dos días de nacido, lo vomita y luego le dicen a la madre que su bebé tiene reflujo) ¡Tu calostro se encuentra en la cantidad ideal para las primeras alimentadas del bebé!
Para el día 3, la capacidad del estomago del recién nacido aumenta a 0.75-1 oz, o aproximadamente del tamaño de una canica gorda. Las alimentaciones frecuentes y pequeñas aseguran que tu bebé reciba toda la leche que el necesita.
Alrededor del día 7, la capacidad del estomago del recién nacido es de 1.5-2 oz, o el tamaño de una bola de ping-pong. Continuar con las alimentaciones frecuentes te asegurara que el bebé tome toda la leche que necesita y que tu producción de leche cumpla con sus demandas.
Por lo tanto un bebé cuya madre lo está amamantando frecuentemente en el hospital no necesita demostrar al personal de hospital cuánta leche consume. Sólo con dejar que mamá tenga el mayor número de oportunidades para amamantar a su bebé y de tenerlo cerca de su pecho es suficiente.
En el hospital donde nació mi último hijo, no tenían servicio de room-in por lo cual yo tenía que ir hasta el nido a amamantarlo en un cuarto con sillas mecedoras y un televisor. Poco falta decir que yo viví en esa habitación durante la mayor parte de mi estadía en el hospital. Sentada en una mecedora (largas horas luego de mi parto vaginal), viendo el televisor con mi bebé en brazos. No faltó la enfermera o incluso el médico que se me acercara un sinnúmero de veces a decirme que me fuera a mi habitación a descansar y volviera en tres o cuatro horas, a lo cual siempre me negué. Sólo salía del nido si mi bebé estaba profundamente dormido, yo tenía que ir al baño o tenía hambre.
Las primeras 24 horas mi bebé lo pasaba mayormente dormido y tomaba poco a nada durante mi estadía en el nido. Nunca olvidaré la madrugada cuando la enfermera sumamente molesta me llamó por el intercomunicador una hora después de yo dejara el nido para exigirme que fuera a atender a mi hijo, quien tenia un letrero gigante en la cabecera de su canastilla que decía "Lactancia Exclusiva", por lo cual no podían consolarle con un biberón ni con un chupete. Entré al nido y la frustrada enfermera me pasó a mi hijo quien, instantáneamente, dejó de llorar y volvió a dormirse. No pude más que sonreír mientras la enfermera seguía murmurando su desagrado ante la situación. Me dijo: "Nosotros no acostumbramos a llamar a las mamás al cuarto, si lo vas a lactar tienes que venir." Arropé a mi bebé quien estaba sumamente dormido y lo acomodé en la canastilla. Miré a la enfermera y le dije: "No lo muevan, no le arreglen la frisa, no le cambien pañal a menos que sea extremadamente necesario. Si llora, me llamas."
Afortunadamente, mi bebé no volvió a despertar en las próximas tres horas y para cuando volví a verlo estaba tal y como yo lo había dejado. Lo levanté y finalmente amamantó con gusto. Esa noche me "llegó" la leche, a menos de 48 horas de haber dado a luz, gracias al contacto continuo y la lactancia frecuente.
De Cielymar González Morales, doula.
Cómo estás , buenas tardes, me parece muy interesante tu aretícula, desearía saber de qué fuente haz sacado la I formación del tamaño exacto del estómago del bebe recién nacido. Muchas gracias saludos
ResponderEliminarhttp://www.freewebs.com/lactaras/apps/blog/show/288177-el-calostro-y-la-capacidad-estomacal-de-un-recien-nacido
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