Las madres perfectas existen. Por lo menos perfectas en apariencia. Yo soy una ex madre perfecta.
La clave es que las madres perfectas suelen tener un solo hijo, o por lo menos un solo niño preescolar.
Me acuerdo de mis días como madre perfecta. Cómo observaba a una madre imperfecta que conocía. No me lo podía creer. Esta mujer ya tenía un niño de dos años, y acababa de tener una niña. Ya tenía mucha experiencia. ¿Por qué era tan desastre?
El cochecito y el maxicosi siempre los tenía hechos una pena, llenos de migas, manchas de comida, manchas sospechosas. Los niños siempre los tenía hechos unos especímenes: los mocos goteando, el pelo sin peinar, ojeras, más manchas sospechosas en la ropa. Y eso solo era la apariencia; luego estaba el comportamiento hiperactivo y quejica.
En cuanto a la madre en sí, podía entender que siempre se viera cansada (yo también lo estaba, aunque fuera perfecta), pero ¿que estuviera desaliñada? ¿Y también con manchas sospechosas?
Ay, si esta mujer tan solo leyese los libros que yo tenía entre manos, su vida sería un poco más perfecta, como la mía. Ojo, que no es que fuera gratis la perfección. Me estaba desviviendo por ella. Pero por lo menos estaba criando bien a mi recién nacida, y me aseguraría de no parecerme a aquella pobre mujer cuando tuviera otro hijo.
Desde el día en que nació Pon, el segundo, soy una ex madre perfecta. Si tú me ves, madre perfecta, no entenderás el por qué de tanta imperfección. Te voy a revelar el secreto: Cada niño que nace requiere dos buenos brazos para cuidarle a la perfección. Cuando nace el segundo, te quedas con los dos brazos originales, aunque te harían falta cuatro. Llana y sencillamente, dejas de ser una madre perfecta porque no eres un pulpo.
Así que la próxima vez que me veas con el cochecito sucio, los niños despeinados y llorando, la mancha en la blusa, o cualquier otro punto digno de crítica, solo consuélame: "Tranquila, mujer: mejor así que pulpo".
Publicado originalmente en mujerdehoy y traído aquí con permiso de su autora
Jajajaj, que buenooo!! me he reido un montón yo sola y me he emocionado tambien, con la lagrimilla asomando. Seguro que soy la más imperfecta de todas! Hasta he salido al super corriendo con los niños en pijama y con el babero puesto, legañas, mocos y pelos de locos, jajaja. Pero como me miran igualmente por el carro de trillizos no distingo cuales son miradas de "mira 3!" o de "que pena de mujer y de niños" jajajaja.
ResponderEliminarY no me había dado cuenta hasta que he leido esto porque no me había puesto en la piel de la madre perfecta(o de la que todavía no es madre y no sabe de que va la cosa) y lo que pensará de mi. Bastante tengo con lo que tengo como para pensar en lo que pensarán los demás!
Jajajaja yo también me he reído y preocupado a la vez... Yo soy una madre imperfecta con todas las letras y sólo tengo una peque... No sé que será de mi si algún día tengo otro... Un abrazo!
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