25 de agosto de 2010

Los cinco errores que las madres que amamantan cometen (y cómo corregirlos)


Cuando Erika Clowes se quedó embarazada, pensó que amamantar sería algo sencillo. Al fin y al cabo, se había leído todos los libros y había asistido a todas las clases. Después de un buen parto, llevó a su bebé Charly a casa y esperó que todo fuera sobre ruedas. Pero fue un infierno. Charly no quería coger el pecho. Ella sentía fuertes dolores. Tuvo que levantarse cada dos horas para sacarse la leche y dársela al niño con biberón. Él tenía cólicos y lloraba casi todo el tiempo. Ella se había convencido de que iba a amamantar, pero ya no le apetecía.
“Me sentía traicionada y engañada, porque nadie me había dicho que iba a ser tan duro”, dijo. “Fue el peor momento de mi vida”

Clowes casi se volvió una más en la estadística.

Según nuevos estudios de los Centros para la Prevención y el Control de la Enfermedad, el 74% de las madres intentan dar el pecho, pero después de tres meses, solamente el 30% siguen haciéndolo. Después de seis meses, el porcentaje desciende al 11%.

El estudio no detalla las razones por las que las mujeres abandonan la lactancia, pero la experta sobre lactancia Corky Harvey dice que muchas mujeres lo pasan mal amamantando y no saben a donde acudir para pedir ayuda. Afirma que una de las razones más comunes para que las mujeres abandonen la LME es que creen, equivocadamente, que no tienen suficiente leche, y optan por dar leche de fórmula. Otras mujeres cesan en la LM cuando vuelven a trabajar, y otras porque la familia las presiona para que den biberones en lugar de pecho.

Lo que hizo que Clowes no abandonara fueron las “Booby Brigade”.

Entre la falta de sueño, la revolución hormonal y los sentimientos de culpa, Clowes decidió que tenía que hacer algo. Así que creó las Booby Brigade, un grupo de nuevas madres cerca de su casa en Silver Lake, California, a quienes conoció a través de internet y en persona, para darse mutuo apoyo y consejos sobre lactancia. Gracias a su ayuda, y con el apoyo ocasional de un experto en lactancia, fue capaz de amamantar a Charly eficazmente.

Según Clowes, su experto en lactancia y otras madres que crearon el grupo de apoyo, son cinco los errores que las nuevas madres cometen en la lactancia:

Error 1: Mamá puede sola.
Solución: salga de casa, rápido.

Clowes se negaba a unirse a un grupo de ayuda (yo puedo sola). “Odio ese tipo de cosas”, dijo. Pero estaba desesperada y encontró el consejo técnico (cómo encontrar la postura, cómo amamantar sin que le dolieran los pezones) y el soporte emocional indispensable.

La antropóloga Katherine Dettwyler, que estudia la LME, no se sorprende de que las mujeres a menudo fracasen con la lactancia cuando se quedan solas en casa con el nuevo bebé. “Los humanos son criaturas muy sociables, y la mayoría del mundo vive en familias extensas”, dice Dettwyler, profesora adjunta de la Universidad de Delaware. “Hay madres y abuelas alrededor que lo saben todo sobre la lactancia. No están solas en casa ocho o diez horas.”

Además de las Booby Brigade, Clowes se unió a un grupo de ayuda en “The pump station”, una tienda donde se venden extractores de leche. La Liga de la leche también tiene grupos de ayuda. Si no encuentras uno de estos grupos en tu zona, créalo tú, sugiere Clowes. “Me di una vuelta por mi barrio y le di mi tarjeta con mi nombre y teléfono a otras madres”, dice Clowes.

Error 2: Las madres se olvidan de las amigas que amamantaron con éxito.
Solución: invita a una.

Aunque los asesores de lactancia pueden ser encantadores, también pueden ser caros (una visita de uno en Los Ángeles puede costar entre 200 y 300 dólares la hora, según el asesor Harvey). Amanda Corbin, una mami que creó el grupo de ayuda llamado “¿Tienes leche?” en Tampa, Florida, dice que a menudo la ayuda puede ser gratis. Sugiere que se invite a una amiga que haya tenido una LM exitosa que nos enseñe sus trucos de lactancia. “Puede resultar embarazoso, pero hay que dejar al lado la vergüenza cuando lo que importa es la salud de tu hijo”.


Error 3: Mamá asume que no tiene suficiente leche.
Solución: replantee el comportamiento de su hijo cuando mama.

Muchas veces, las madres primerizas piensan que si un niño no deja de mamar, es porque no tiene suficiente leche. “A veces, los bebés maman y maman y maman, que es lo que los bebés tienen que hacer”, dice Harvey. “Esto no significa que no se tenga leche suficiente. Simplemente significa que tienes que seguir dándole de mamar a tu bebé.”


Error nº 4: A Mamá le da vergüenza dar de mamar en público.
Solución: tenga un comentario cortante preparado.

Clowes cuenta que en ocasiones las mamás de su grupo le contaron que les hacían comentarios desagradables cuando amamantaban en público. Sugiere tener un par de respuestas preparadas. En su página web, crankylittleman.com, tiene dos de estas respuestas:

“Si no te gusta ver cómo come mi bebé, te puedes poner esta sabanita en la cabeza. Ya te diré cuándo he acabado” y “¿Crees que esto es desagradable? ¡¡Tenías que ver por dónde salió!!”

Error nº 5: Mamá se aterra si la leche no sale a chorros.
Solución: Entérate que al principio de todo, no vas a ver leche a montones.

En su trabajo en la Booby Brigade, Clowes encontró a algunas madres que esperaban torrentes de leche al principio, y al no encontrarlos dieron biberón a sus bebés. No entendían que justo después del nacimiento, las mamis producen pequeñas cantidades de calostro, un líquido concentrado y rico en nutrientes, que se mide en mililitros y no en litros, y que es la comida perfecta de un recién nacido.
Traducción libre de Marisol, extraído de:
Los cinco errores que las nuevas mamis que amamantan cometen y cómo solucionarlos (en inglés) Por Elizabeth Cohen

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