Con el apoyo y comprensión incondicional del padre y la ayuda de la familia, ser mamá de dos o más niños a la vez puede convertirse en una experiencia maravillosa. Se dice que el embarazo y el parto es para las mujeres la experiencia más intensa que puede vivirse en términos físicos y emocionales. Es como estar al límite de las fuerzas, con todo lo que eso significa; el alma, el corazón y el cuerpo al cien por ciento. Sin embargo, para quienes les toca vivir la experiencia de embarazos múltiples, ya sea de 2 o más niños, las emociones también se multiplican.
Una mujer que está embarazada y espera trillizos, dice “Cuando con mi esposo nos sometimos a un tratamiento de fertilización, sabíamos que existían posibilidades respecto a tener más de un hijo. La verdad, siempre quisimos llegar a tener 3 hijos, era lo ideal para nosotros, pero nunca -ni en sueños- nos imaginamos que los esperaríamos los tres al mismo tiempo”. Para esta mamá, que tiene la experiencia de un embarazo y un parto múltiple resulta maravillosa, sin embargo, reconoce que en muchas ocasiones siente miedo frente a la tremenda responsabilidad que significa resistir un embarazo múltiple -definido de antemano como un embarazo de alto riesgo- y luego, educar a tres hijos a la vez. Dice ella “Sé que es difícil lograrlo, pero lo único que espero es que los tres estén sanos y nazcan sin problemas, después veremos cómo hacer para cuidarlos y criarlos bien”.
Cosas de la naturaleza.
Para que un embarazo múltiple se produzca espontáneamente, el azar juega un papel muy importante. Ocurre producto de la concepción de dos óvulos y dos espermatozoides, o tres óvulos y tres espermatozoides en el caso de trillizos, es decir, una mujer debe ovular dos ó tres veces en el mismo ciclo, lo que es muy poco frecuente observar de manera natural y algo más habitual en casos donde la ovulación se induce para aumentar las probabilidades de embarazo.
Existen dos tipos de embarazo gemelar. Uno es el que se da producto de la fecundación simultánea de dos óvulos que son fecundados por dos espermatozoides, los que se implantan en el útero y se desarrollan como dos embriones distintos. Son los denominados comúnmente como mellizos o ‘gemelos falsos’, porque a pesar de compartir el útero de su madre y la herencia genética de ambos padres, pueden ser absolutamente distintos. Puede darse también que luego de fecundado el óvulo, el embrión se divida. Si se divide en dos, se trata de un embarazo gemelar donde se esperan dos hermanos idénticos, ya que se desarrollan a partir del mismo huevo fecundado. El embrión también pueden dividirse en tres, cuatro o cinco, pero la incidencia de este tipo de embarazos es muy baja, con probabilidades que parten de 1 caso por cada 6.000 embarazos. Los gemelos que se desarrollan a partir del mismo huevo fecundado, se caracterizan por compartir la placenta o ciertas membranas propias del proceso de gestación. El único inconveniente que puede presentarse en estos casos, es cuando la división del embrión ocurre después de las 72 horas de gestación, dando lugar a los casos de siameses, que dependiendo de la parte del cuerpo en la que estén unidos y del resultado de complejas intervenciones quirúrgicas, logra resolverse satisfactoriamente.
Alegrías y miedos.
Un útero un poco más grande de lo habitual en las primeras 10 ó 12 semanas de gestación y altos niveles de la hormona gonadotrofina coriónica -que es la hormona del embarazo- en la sangre, hacen presumir la posibilidad de que un embarazo pueda ser múltiple. Se confirma después con la primera ecografía, donde el médico observa 2 o más embriones con latido.
En el caso de las mujeres sometidas a tratamientos de fertilización, el diagnóstico de embarazo es más precoz y la confirmación respecto a que se trate de uno o más bebés, también es más inmediata. Como señala el doctor Jorge Andrés Robert, gineco-obstetra de Clínica Las Condes, “son procesos de gestación donde los controles son muy rigurosos, por lo tanto, es más fácil detectar la existencia de un embarazo múltiple. Al revisar los niveles hormonales de una embarazada, inmediatamente se puede deducir que se está en presencia de un embarazo múltiple y de acuerdo a los valores o niveles, predecir cómo de múltiple puede llegar a ser”. Las reacciones de la mujer cuando sabe que va a ser mamá de dos o más niños pueden ser muy distintas y la mayoría de las veces contradictorias. Según indica el doctor “los embarazos múltiples, ya sean dobles o triples y con mayor razón los cuádruples o quíntuples, representan una tremenda sobrecarga para el organismo de la mujer. Habitualmente, cuando una mujer se da cuenta en la ecografía que hay dos o más embriones se alegra, se emociona, pero indudablemente también se asusta. Son sentimientos intensos y contradictorios”. El doctor Robert señala que el embarazo gemelar es aceptado con sorpresa y emoción por
parte de la madre, “y priman, por lo general, los sentimientos de alegría. En el caso de embarazos triples o cuádruples, la reacción de la mamá es más compleja porque inmediatamente sobreviene su preocupación con respecto a su salud y a la de sus hijos, ya que se sabe que de comienzo a fin, el proceso de gestación de trillizos y cuatrillizos es de alto riesgo”.
Embarazos múltiples y sus riesgos.
Aunque con un adecuado control y cuidados los embarazos múltiples se desarrollan sin mayores inconvenientes, existen enfermedades y riesgos propios de la gestación simultánea de 2 o más niños. En el caso de los bebés existe un alto riesgo de nacimientos prematuros, ya que rara vez los embarazos múltiples sobrepasan las 34 ó 35 semanas de gestación. Los gemelos o mellizos, pero principalmente los trillizos y cuatrillizos presentan bajo peso y talla al momento de nacer, pero gracias a los avances en la neonatología, alcanzan rápidamente un ritmo de desarrollo normal. Según el tipo de embarazo gemelar, en ocasiones se produce lo que se denomina transfusión feto-fetal, es decir, uno de los fetos se oxigena mejor y por lo tanto, se desarrolla más en detrimento de otro, lo que hace necesario adelantar el parto para evitar un daño mayor. Las mujeres enfrentadas a embarazos múltiples experimentan una sobrecarga de todo su organismo. Es frecuente observar enfermedades transitorias y propias de su estado como hipertensión arterial, anemia, retención hídrica exagerada y en algunos casos, claudicación de la función del riñón.Su actividad física necesariamente se ve disminuida ya que engordan más y en menos tiempo, porque los requerimientos alimenticios del organismo son mayores. Asimismo, son muy frecuentes los casos de placenta previa, es decir, cuando ésta se sitúa cerca del cuello uterino y produce metrorragia o sangrado, aumentando la posibilidad de parto precoz.
Sin embargo, el doctor señala que a través de un buen manejo prenatal, es posible disminuir los riesgos de un embarazo múltiple. “Con un control riguroso del embarazo es posible detectar los casos de mayor riesgo de parto prematuro y prevenirlos indicando reposo absoluto a la madre. En otros -cuando existen problemas de incompetencia uterina en la embarazada- es recomendable intervenir quirúrgicamente para impedir que el cuello uterino se dilate anticipadamente, lo que se conoce como cerclaje”. Asimismo, el especialista señala que es importante estar atentos a aquellos casos en que las mujeres tienen un desarrollo poco óptimo de su embarazo, es decir, cuando los nutrientes y minerales que está ingiriendo no son suficientes y especialmente, asegurar las mejores condiciones para que en el momento del parto todos los riesgos estén controlados.
Nacimientos múltiples.
Por lo general, sólo los casos de embarazos de mellizos o gemelos terminan en parto normal. Habitualmente el nacimiento se produce por cesárea programada, ya que es muy inusual que tres o más fetos estén en posición cefálica y porque, al ser generalmente partos prematuros, es decir, niños de bajo peso y talla, el riesgo de eventos traumáticos es mayor.
Como consecuencia de la prematuridad, el período post-nacimiento en un centro hospitalario se prolonga. Muchas veces las madres son dadas de alta y tienen que volver diariamente a la clínica o al hospital para cuidar a sus hijos y alimentarlos. Después del parto y a partir de las complicaciones de salud que pudieran presentar los bebés producto de su condición de prematuros, comienza a complicarse el panorama emocional de la madre. Se suma la preocupación por la capacidad de alimentar a través de su leche a dos o más niños y los cuidados y exigencias de las tareas propias del ser madre. Sin embargo, con el apoyo y comprensión incondicional del padre y la ayuda de la familia, ser mamá de dos o más niños a la vez puede convertirse en una experiencia maravillosa.
Fuente:Padres Ok
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