29 de julio de 2010

La importancia de la lactancia materna en bebés prematuros

Los bebés prematuros, llamados con frecuencia a pretérmino, llegan antes de las 38 a 42 semanas de gestación esperadas. Gracias a los avances médicos, los bebés prematuros estan sobreviviendo a etapas cada vez más prematuras de gestación. De hecho, aproximadamente el 90% de los bebés que pesan 800 gramos o más, sobreviven hoy en día. Sin embargo, debido a que los órganos prematuros del bebé con frecuencia no están desarrollados por completo, están en riesgo de complicaciones de salud, como problemas respiratorios, infecciones, anemia y presión arterial baja. Dependiendo de las complicaciones que surjan, la nutrición de un bebé prematuro podría inicialmente quedar en un plano secundario. Hasta el momento la leche materna ha mostrado tener una función importante en la mejoría de la salud de bebés prematuros.

La importancia de la leche materna

La mayoría de los bebés prematuros no serán capaces de lactar debido a que no son lo suficientemente fuertes y su coordinación para mamar y tragar aún no está desarrollada. También, debido a que el tracto gastrointestinal de muchos bebés prematuros con frecuencia no está desarrollado por completo, deben ser alimentados lenta y cuidadosamente, por lo general a través de un tubo que se coloca a través de la boca que va directamente al estómago. Pero eso no significa que estos bebés no deban recibir leche. De hecho, la leche materna contiene muchos anticuerpos importantes que ayudan a combatir las enfermedades y a prevenir las infecciones, un beneficio decisivo para los bebés prematuros vulnerables. La leche materna también contiene proteínas que estimulan el crecimiento, ayudando a los bebés prematuros a crecer en un ritmo más rápido que los bebés de término completo.
Otro beneficio de la leche materna es que tiene una importante función en la prevención de problemas específicos para los bebés prematuros. Una importante área de estudio ha sido los efectos protectores de la leche materna en contra de la enterocolitis necrosante (NEC por sus siglas en inglés), una grave infección intestinal. Un estudio mostró que los bebés que recibieron leche artificial tuvieron un riesgo de 6 a 10 veces mayor de sufrir NEC que los bebés que recibieron leche materna. Otros estudios revelan que los bebés prematuros que se alimentaron con leche materna estuvieron en un riesgo significativamente menor de cualquier tipo de infección, incluyendo la enfermedad infecciosa potencialmente devastadora llamada meningitis. Las habilidades psicomotoras también han sido estudiadas y los bebés prematuros que recibieron leche materna mostraron mejora en el desempeño cognoscitivo en comparación con aquellos que se alimentaron con fórmulas artificiales.
Tal vez lo más sorprendente es el hecho de que la leche materna está diseñada específicamente para la edad del bebé. Las madres de los bebés prematuros producen leche que es más alta en nitrógeno, proteínas, lípidos, ácidos grasos, vitaminas, calcio y otras sustancias importantes vitales para el desarrollo de un bebé prematuro.
Aunque las madres de los bebés prematuros producen de manera natural leche que está diseñada para las necesidades de su pequeño hijo, la leche de bebés prematuros también podría estar fortificada con complementos llamados "fortificadores de leche humana" para proporcionar el calcio, las vitaminas y las proteínas adicionales necesitadas. La evidencia clínica ha mostrado que los bebés prematuros que recibieron leche materna fortificada experimentaron mejoras en el crecimiento y una mejor situación nutricional.

Extrayendo la leche materna

Debido a que los bebés prematuros no pueden succionar de manera eficiente, las madres de los bebés prematuros por lo general necesitan sacar con un extractor la leche que necesita su bebé hasta que el niño sea lo suficientemente fuerte para mamar. Los expertos sugieren extraerla tan pronto como sea posible, de preferencia durante el primer día. Esto se debe a que el calostro, el primer tipo de leche producida,  está compuesto principalmente de anticuerpos y otras proteínas que sirven para proteger al bebé y para ayudar a su estómago e intestinos a tolerar la alimentación.
Extraer la leche materna con una extractor ayuda a establecer el suministro de leche. Cuanta más leche materna sea extraída, más se producirá, así que extraerla de manera constante es la clave. Debido a que las madres de bebés prematuros están con frecuencia estresadas debido a las preocupaciones sobre la salud de su bebé, el suministro de leche podría fluctuar. Pero los expertos recomiendan insistir a pesar de las fluctuaciones, ya que una extracción constante (cada 2 a 2.5 horas durante la mayor parte del día y con interrupciones de trabajo o para dormir no mayores a ocho horas) llevará a un suministro bien establecido.
La extracción de la leche materna está dividida en dos categorías: Primera leche y leche posterior. La primera leche es la que se extrae durante la primera mitad de la sesión de extracción. La leche posterior es la que se extrae durante la última mitad de la sesión de extracción. La leche posterior es la leche preferida para los bebés prematuros debido a que su contenido en grasas es hasta tres veces mayor que la primera leche extraída.

Haciendo la transición hacia la lactancia

Una vez que su bebé esté listo para mamar usted notará las señales. Andar buscando es una de dichas señales: Acariciar la mejilla de su bebé hace que esto provoque que voltee su cabeza en la dirección de su mano con su boca abierta, lista para succionar. Otras señales de que está listo incluyen la habilidad de agarrar y succionar, un incremento en el estado de alerta al momento de alimentarlo y el nivel general de comodidad durante la alimentación.
Los bebés prematuros que están acostumbrados a alimentarse a través de un tubo podrían experimentar alguna dificultad cuando intentan mamar por primera vez. La aversión oral es una de dichas dificultades y ésta ocurre cuando un bebé asocia las sensaciones poco placenteras con su boca debido a la experiencia desagradable asumida con la alimentación o respiración con tubos. Introducir sensaciones placenteras a la boca del bebé, como colocar un poco de leche materna en sus labios o acariciar suavemente su boca y mejilla puede ayudar a superar este problema.
Otra dificultad es que saquen la lengua, que es cuando los bebés empujan constantemente su lengua hacia afuera mientras tratan de agarrarse al pecho. Un especialista en lactancia puede eneseñar ciertas técnicas de alimentación, como alimentar al bebé con su mentón apuntando hacia abajo o presionar suavemente la lengua hacia abajo. Por último, los bebés muy prematuros podrían tener problemas para coordinar cómo succionan y tragan, lo que causaría una deficiente alimentación e incluso la aspiración de leche hacia los pulmones del bebé. En la mayoría de los casos coordinar la manera de succionar y de tragar mejora con el aumento de la madurez.

Pensando con anticipación

La evidencia está abrumadoramente en favor de que los bebés reciban leche materna. Entonces, aunque ninguna madre desea dar a luz de manera prematura, nunca es demasiado temprano para planear cómo alimentará a su bebé. Para casi todos los bebés, el pecho es lo mejor. Y la lactancia es incluso mejor para la mayoría de los que nacen de manera prematura. Al trabajar muy de cerca con el personal del hospital, usted puede asegurar que su bebé obtendrá la mejor nutrición posible.

Fuente: http://www.doctorsofusc.com/condition/document/127091
Autor: Patricia Griffin Kellicker

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