Mi segunda obsesión, después de la lactancia, es la relación madre hijo, tan atacada por esas modas modernas de dejar llorar a los bebes, hacer que duerman solos y no “malcriarlos”. He encontrado un párrafo sobre el comportamiento de los gansos, en un libro de Konrad Lorenz (Estoy aquí…¿Donde estas tu?) que creo puede resultar muy útil para convencer a algunos colegas reluctantes de que los bebes no lloran para tomar el pelo a sus madres, sino porque realmente necesitan estar junto a ellas:
“Un ansarón que ha perdido a sus padres no lo lamenta en silencio, sino que llora con todas sus fuerzas. Es decir, emite el silbido del abandono. Es absolutamente incapaz de dedicarse a otra actividad. No come, ni bebe, solo vaga llorando. Si no se logra calmar pronto el llanto de los ansarones, los animales podrán sufrir graves dolencias. En circunstancias naturales, esos “extraviados” tienen escasas perspectivas de supervivencia mientras no encuentren a sus padres. Solo en casos muy excepcionales consiguen relacionarse con otra familia o una pareja de padres adoptivos. Por eso, para el ansarón tiene pleno sentido el agotar hasta la ultima chispa de su energía para reunirse con los perdidos.”
¡Esto es lo que ciertos expertos llaman “llanto nocturno por malos hábitos aprendidos”!
Dr. Carlos González (Pediatra)
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... De momento no hay ningún estudio que demuestre que a los niños que se les ha aplicado este método no tengan secuelas psicológicas de mayores. En cambio hay estudios científicos importantes (Spitz, Harlow, Bolwby, Mckenna,....) sobre lo perjudicial que es dejar llorar a los niños, no consolarlos, dejarlos solos etc...
Fragmento de su artículo "Reflexiones sobre el método Estivill"
Rosa Jové (Psicopediatra)
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“En el ámbito de la psicología y la psicopatología evolutiva hay evidencia mas que suficiente de que dejar llorar a un bebé, sin darle respuesta, es nocivo para su desarrollo, no solo emocional sino también cognitivo (existen muchas referencias bibliográficas concretas).
Un libro (que en alemán se titula “Gelernte Hilflosigkeit” algo así como “Desamparo aprendido”) plantea que los niños a los que se deja llorar y llorar aprenden que ellos no pueden generar una respuesta de su medio ambiente, algo así como que a nadie le interesan sus necesidades e insatisfacciones y que están solos frente al mundo;que nadie puede ayudarlos. Como se imaginarán ¡esto no puede ser bueno para el desarrollo psicológico de los niños! En un estudio sobre la interacción madre-hijo en el que participé, pudimos ver que los niños que presentaban un mayor nivel de desarrollo cognitivo y socio-emocional tenían mamás muy reactivas (es decir que reaccionaban a la mas mínima señal de los niños).
Lamentablemente de la misma manera en que hay grandes profesores y doctores que se manifiestan en contra de dejar llorar a los niños en pos de alguna meta, hay grandes profesores y doctores que proclaman y publicitan medios milagrosos basados en los contrario (o sea ¡dejar llorar a los niños!).
Dra. Patricia Trautmann (Psicóloga)
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Se han escrito críticas al método de tortura infantil del Estivill a raudales y desde todos los ámbitos (ver la Declaración sobre el llanto de los bebés en http://www.suenoinfantil.org a la que os podéis adherir y los libros de Rosa Jové: Dormir sin lágrimas y de Carlos González: Bésame mucho).
El método Estivill funciona. Igual que funcionaría poner a los bebés un esparadrapo en la boca o gasearlos. El problema es a qué precio para los bebés. Este método prescinde olímpicamente de los sentimientos de los bebés. Ignora (por falta de conocimiento, que ya sería grave en un profesional de la medicina; o por cuestiones mercantiles -venta de libros- que aún sería más grave), las consecuencias psicológicas a corto, medio y largo plazo de reprimir las expresiones emocionales de los bebés, que no son más que su petición de ser atendido en esas emociones. ¿Dejaríamos de dar de comer a nuestro bebé si tiene hambre? ¿No le procuraríamos atención médica si está enfermo? En ambos casos nos encontraríamos ante una actuación calificada como delito por el código penal. Entonces ¿porqué hay quien plantea no satisfacer la necesidades emocionales de los bebés? ¿qué diferencia hay? Un alimento afectivo tan importante como el alimento nutriente.
Además, el método de marras, manda el mensaje subyacente a los padres de que los hijos han de doblegarse a los deseos de los padres, que son los que tienen el poder y la fuerza para imponer sus criterios. Se contempla a los hijos como pequeños animalitos a los que hay que amaestrar.
Hay padres que lo aplican y dicen que les ha ido muy bien. Claro, para ellos, que ya pueden dormir tranquilamente. Pero en su hijo pueden surgir síntomas, a corto plazo, que no son relacionados con la aplicación del método: pesadillas y terror nocturno, cambios de conducta ya sea por activa -hiperactividad, rabietas, agresividad, eneuresis, etc.- o por pasiva -introversión, miedos, sometimiento, etc.- Y a largo plazo, algo se rompe en el vínculo afectivo entre padres e hijos. Inseguridad en la relación, falta de autoestima, bloqueo emocional o agresividad, dependencia en los afectos, miedos, son algunas de las posibles consecuenias en el desarrollo psicológico de estos bebés y niñ@s.
Enrique Blay (Terapeuta Psico-emocional)
“Un ansarón que ha perdido a sus padres no lo lamenta en silencio, sino que llora con todas sus fuerzas. Es decir, emite el silbido del abandono. Es absolutamente incapaz de dedicarse a otra actividad. No come, ni bebe, solo vaga llorando. Si no se logra calmar pronto el llanto de los ansarones, los animales podrán sufrir graves dolencias. En circunstancias naturales, esos “extraviados” tienen escasas perspectivas de supervivencia mientras no encuentren a sus padres. Solo en casos muy excepcionales consiguen relacionarse con otra familia o una pareja de padres adoptivos. Por eso, para el ansarón tiene pleno sentido el agotar hasta la ultima chispa de su energía para reunirse con los perdidos.”
¡Esto es lo que ciertos expertos llaman “llanto nocturno por malos hábitos aprendidos”!
Dr. Carlos González (Pediatra)
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... De momento no hay ningún estudio que demuestre que a los niños que se les ha aplicado este método no tengan secuelas psicológicas de mayores. En cambio hay estudios científicos importantes (Spitz, Harlow, Bolwby, Mckenna,....) sobre lo perjudicial que es dejar llorar a los niños, no consolarlos, dejarlos solos etc...
Fragmento de su artículo "Reflexiones sobre el método Estivill"
Rosa Jové (Psicopediatra)
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“En el ámbito de la psicología y la psicopatología evolutiva hay evidencia mas que suficiente de que dejar llorar a un bebé, sin darle respuesta, es nocivo para su desarrollo, no solo emocional sino también cognitivo (existen muchas referencias bibliográficas concretas).
Un libro (que en alemán se titula “Gelernte Hilflosigkeit” algo así como “Desamparo aprendido”) plantea que los niños a los que se deja llorar y llorar aprenden que ellos no pueden generar una respuesta de su medio ambiente, algo así como que a nadie le interesan sus necesidades e insatisfacciones y que están solos frente al mundo;que nadie puede ayudarlos. Como se imaginarán ¡esto no puede ser bueno para el desarrollo psicológico de los niños! En un estudio sobre la interacción madre-hijo en el que participé, pudimos ver que los niños que presentaban un mayor nivel de desarrollo cognitivo y socio-emocional tenían mamás muy reactivas (es decir que reaccionaban a la mas mínima señal de los niños).
Lamentablemente de la misma manera en que hay grandes profesores y doctores que se manifiestan en contra de dejar llorar a los niños en pos de alguna meta, hay grandes profesores y doctores que proclaman y publicitan medios milagrosos basados en los contrario (o sea ¡dejar llorar a los niños!).
Dra. Patricia Trautmann (Psicóloga)
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Se han escrito críticas al método de tortura infantil del Estivill a raudales y desde todos los ámbitos (ver la Declaración sobre el llanto de los bebés en http://www.suenoinfantil.org a la que os podéis adherir y los libros de Rosa Jové: Dormir sin lágrimas y de Carlos González: Bésame mucho).
El método Estivill funciona. Igual que funcionaría poner a los bebés un esparadrapo en la boca o gasearlos. El problema es a qué precio para los bebés. Este método prescinde olímpicamente de los sentimientos de los bebés. Ignora (por falta de conocimiento, que ya sería grave en un profesional de la medicina; o por cuestiones mercantiles -venta de libros- que aún sería más grave), las consecuencias psicológicas a corto, medio y largo plazo de reprimir las expresiones emocionales de los bebés, que no son más que su petición de ser atendido en esas emociones. ¿Dejaríamos de dar de comer a nuestro bebé si tiene hambre? ¿No le procuraríamos atención médica si está enfermo? En ambos casos nos encontraríamos ante una actuación calificada como delito por el código penal. Entonces ¿porqué hay quien plantea no satisfacer la necesidades emocionales de los bebés? ¿qué diferencia hay? Un alimento afectivo tan importante como el alimento nutriente.
Además, el método de marras, manda el mensaje subyacente a los padres de que los hijos han de doblegarse a los deseos de los padres, que son los que tienen el poder y la fuerza para imponer sus criterios. Se contempla a los hijos como pequeños animalitos a los que hay que amaestrar.
Hay padres que lo aplican y dicen que les ha ido muy bien. Claro, para ellos, que ya pueden dormir tranquilamente. Pero en su hijo pueden surgir síntomas, a corto plazo, que no son relacionados con la aplicación del método: pesadillas y terror nocturno, cambios de conducta ya sea por activa -hiperactividad, rabietas, agresividad, eneuresis, etc.- o por pasiva -introversión, miedos, sometimiento, etc.- Y a largo plazo, algo se rompe en el vínculo afectivo entre padres e hijos. Inseguridad en la relación, falta de autoestima, bloqueo emocional o agresividad, dependencia en los afectos, miedos, son algunas de las posibles consecuenias en el desarrollo psicológico de estos bebés y niñ@s.
Enrique Blay (Terapeuta Psico-emocional)
Muy de acuerdo con lo que comentas. Nunca se nos ocurriria poner un esparadrapo en la boca a nuestros hijos aunque hay quienes comenten autenticas barbaridades.
ResponderEliminarwww.disfrutandojuntos.blogspot.com
Es muy triste. Esperemos que cada vez mas y mas padres recapaciten sobre las consecuencias de usar estas barbaridades. Quizas lo que se deberian poner el esparadrapo en la boca son algunos padres ;)
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