¿Qué es?
En los últimos años ha aumentado notablemente la frecuencia de niños con Molusco Contagioso. Se trata de unas pequeñas lesiones del color de la piel, como pequeñas verruguitas brillantes que pueden aparecer en cualquier zona del cuerpo. Son producidas por un virus y parece que la vía de propagación preferente, aunque no exclusiva, es el agua de las piscinas. Los pacientes con atopia son especialmente susceptibles, siendo los moluscos, en estos casos, más difíciles de combatir, posiblemente porque el rascado que caracteriza a la enfermedad ayuda a su propagación.
¿Cómo tratarlos?
A pesar de ser un proceso benigno suele ser un motivo frecuente de consulta en dermatología pediátrica. Hay que saber que se trata de un cuadro autorresolutivo, pero el período de eliminación espontáneo es muy variable, pudiendo llegar a más de 12 meses. Por ello, y fundamentalmente por motivos epidemiológicos (contagio entre hermanos, piscinas, deportes de contacto físico….) se encontrará que su pediatra o su dermatólogo le recomendará eliminar los moluscos. Existen varias técnicas posibles. Los dermatólogos pediátricos suelen preferir la técnica de raspado o curetaje mediante cucharilla quirúrgica. Es una técnica rápida, limpia, tolerable y que los dermatólogos manejan a la perfección. Se puede facilitar el curetaje mediante la aplicación previa de crema anestésica, siempre tras valoración y prescripción por el médico o enfermería, pues los anestésicos tópicos no están exentos de riesgo.
Los moluscos pueden eliminarse también con la aplicación tópica de alguna sustancia ácida o caústica sobre las lesiones. Puede administrarse en consulta o en domicilio. La ventaja es que inicialmente el niño no siente molestias. En contrapartida suelen ser sustancias agresivas localmente y que producen quemadura e irritación, mal tolerada con posterioridad y que hace que el niño se rasque, con el consecuente riesgo de infección, propagación y mala cicatrización. Se emplean en casos localizados o de difícil acceso.
La aplicación de métodos térmicos (frío o calor) está contraindicada para el tratamiento de los moluscos, pues el riesgo de secuela es muy elevado.
¿Se pueden prevenir?
Se desconoce exactamente su vía de transmisión, con lo cual tampoco pueden darse consejos precisos en cuanto a su prevención. Se aconseja duchar a los niños después de actividades acuáticas y que no compartan bañeras ni toallas. La piel deshidratada parece más propensa a la adquisición del virus, por lo que puede ser recomendable usar cremas emolientes a diario. La administración de fármacos inmunoestimulantes para ayudar a las “propias defensas” debe ser supervisada siempre por su médico.
Dra. M. Isabel Martínez de Pablo. Servicio de Dermatología de la Fundació Hospital de Nens.
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