Un estudio realizado por la Universidad de Chile en conjunto con el Consejo Nacional de la Cultura que revelaba que hoy en este País el 84% de las personas no es capaz de comprender a cabalidad lo que lee. ¡El 84%!
Si bien este estudio no fue realizado a niños, es precisamente desde pequeños, cuando nos enseñan a leer, que nos debieran también enseñar a comprender. Así es, ¡no es lo mismo!, nos enseñan a leer pero no a comprender. Ahí está la raíz del problema.
Muchas veces en mis charlas y seminarios me dicen: Pablo, el gran problema de la educación en nuestro país y en Latinoamérica es la falta de comprensión de los niños. Y yo les digo: perfecto, solucionémoslo, démosle herramientas a los estudiantes para que comprendan mejor, ya que el gran problema es que nos enseñaron a leer pero nunca nadie nos enseñó a comprender lo que leemos.
Veamos un ejemplo…
Cuando yo le digo a un niño: “Lee este texto y después te voy a preguntar qué entendiste”, ¿qué es lo que hace normalmente un niño? Lo normal es que ese niño empiece a leer desde la primera palabra tal como se lo enseñaron. Pregunta, ¿ese niño comprenderá la primera vez que lee el texto? ¿Lo comprenderá a la segunda o a la tercera vez? En promedio yo diría que la mayoría de los niños necesita leer al menos dos veces el texto para captar el contenido. Y ¿saben qué? Eso no es un problema de aprendizaje, eso es algo absolutamente normal, ¿por qué? Porque si yo tengo miles de ideas en mi cabeza y alguien me dice que lea un texto, yo tengo que primero leerlo una vez para traer toda la información que yo tengo con respecto a ese tema y colocarla a mi disposición, es decir, generar un contexto para que la segunda vez que lo lea, entienda. Entonces, un niño que necesita leer dos veces un mismo texto es totalmente normal, no tienen ningún problema, necesita entender de qué se trata primero para después comprender lo que está leyendo.
¿Qué hacemos entonces?
Simple. Darles herramientas que los ayuden a comprender sin necesitad de leer dos veces. A mis estudiantes enseño la técnica de “Escanear el Texto”, el primer paso de la Lectura Inteligente. Escanear es una herramienta que en mi opinión debería ser enseñada desde los primeros días escolares de un niño y consiste en lo siguiente: cuando voy a leer un texto lo primero que tengo que mirar es:
Títulos y subtítulos
Palabras destacadas e imágenes
Resúmenes y preguntas
Todo esto en no más de 15 a 30 segundos por página. En la práctica yo les digo a mis estudiantes: ¡Muchachos tienen exactamente 30 segundos para decirme qué hay en este texto! Los niños no tienen más opción que simplemente aprovechar todas las fotos, títulos y elementos destacados del texto y decir, “ah esto es acerca de los volcanes, un volcán haciendo erupción, una ciudad en ruinas, vi algo de esto en el Discovery Channel sobre el Vesubio y Pompeya, etc”. En la práctica, lo que está haciendo ese niño es un proceso mental para juntar la mayor información posible sobre lo que va a leer. Activan el cerebro, colocan en contexto y ponen a su disposición todas las ideas y asociaciones previas acerca de los volcanes en este caso. Una vez realizado el escaneo, les digo “ahora lean el texto”.
Pensemos. Ese niño que hizo ese proceso previo y que sólo se demoró 30 segundos en escanear, ¿tiene más o menos posibilidades de comprender que el que no lo hizo? Por supuesto que más. Simplemente está utilizando su cerebro como realmente funciona. Está reemplazando el rol de la primera lectura en mucho menos tiempo en una forma más entretenida y creativa.
Escanear es una de las técnicas que yo más recomiendo para mejorar la comprensión en los niños y jóvenes. Mi consejo es que apliquen esta herramienta en sus hijos desde que son pequeños. Enséñensela especialmente a los universitarios, ellos necesitan cubrir rápidamente mucha información, ni se imaginan los resultados que hemos logrado.
¡Vamos que se puede!
Fuente: Aprendizaje inteligente
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