29 de septiembre de 2012

Sobre los capazos y su ¿Comodidad?

En  la entrada anterior "Sobre los capazos y su ¿Seguridad?" cuestionábamos la seguridad de un dispositivo que permite el transporte de un bebé tumbado.  En esta nueva entrada, vamos a analizar su comodidad.  ¿Por qué?  Por que en nuestro país, este tipo de productos se ofrecen como una opción cómoda y segura para nuestros bebés durante los primeros meses de vida. Nosotros disentimos.


Como ya explicamos en su momento, el objetivo de un sistema que permita al bebé viajar tumbado no es protegerle en un impacto, sino asegurar la retención mínima admisible para un bebé que, por cuestiones de salud (prematuridad o disfunción respiratoria) no puede viajar en la posición
semi-sentado por las consecuencias que podría traerle permanecer en esa posición.
Siendo esto así, es importante destacar que solo hay un supuesto en el que, a pesar de ser un bebé con este tipo de necesidades, se desaconseja su transporte en posición horizontal:  si padece de Reflujo Gastroesofágico. 

Ante el diagnóstico de Reflujo, las primeras indicaciones que un padre recibe por parte de su pediatra es que el bebé permanezca incorporado entre 30 y 45º ¿Por qué?  Por que si el bebé permanece horizontal suceden dos cosas:

1.-  La probabilidad de que el niño regurgite aumenta exponencialmente en frecuencia y cantidad.

2.-  Se eleva el riesgo de asfixia si el bebé no es capaz de expulsar el alimento quedándose en la garganta o lo que es peor, introduciéndose en los bronquios (broncoaspiración).

Por este motivo, a pesar de ser un bebé prematuro o con incidencias respiratorias previas, deberá ser colocado en una silla semi-sentado, pues no hay nada peor para un pequeño en estas condiciones que sufrir el traquetreo de un vehículo en posición horizontal.

Trasladando esto a un bebé sano nacido a término, resulta bastante evidente que, el riesgo de sufrir una bocanada de leche tumbado en un capazo dentro de un coche es elevado, pues el vehículo está constantemente acelerando, frenando, girando en una rotonda o cambiando de marcha, ¿verdad? Y cada vez que el coche toma una curva, sobre todo cuando va a cierta velocidad, el sistema de suspensión inclina el habitáculo... es decir en algunas curvas la cabeza del bebé quedará por debajo de las piernas (con esa sensación de que el estómago "se sube a la boca") y en otras al contrario... ¿Acaso no se nos revolvería el cuerpo a los adultos si viajásemos así? 
Esto sólo es cómodo con el coche parado
Pues sorprendentemente, en España estos dispositivos, además de seguros se ofrecen como cómodos.  Poniéndonos en la piel de un bebé que viaja tumbado, es bastante evidente que ese confort no existe.

Pero es que además del riesgo que supone viajar tumbado, en un elevado número de coches el espacio que ocupa un capazo impide (si está instalado correctamente) que un adulto pueda sentarse al lado para controlar si el bebé tiene algo en la garganta que le impide respirar.


En nuestra opinión la recomendación indiscriminada que se hace de este tipo de productos en nuestro país está exponiendo a nuestros bebés a un riesgo innecesario.  

Llevar a un bebé en capazo es (después de llevarlo en brazos), la peor opción de todas. Pues además de no estar concebido como un sistema de seguridad, no resulta cómodo en absoluto.
Estos factores no pueden tenerse en cuenta cuando los productos se prueban con dummies de goma y acero y por tanto no se ven reflejados en ningún informe de Clubes Automovilísticos Europeos por muy "expertos" que sean.  Una vez más repetimos:  quienes redactan este tipo de informes y otorgan un veredicto de Satisfactorio a uno o varios capazos...


...o no saben tanto como dicen, o no nos dicen todo lo que saben...



Fuente: http://retensioninfantil.blogspot.com

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