Estos consejos los escribí para trabajar con los padres y madres de mi aula de niños y niñas de 1 año de edad, en primer momento se los daría y luego trabajaría dando clases-charlas sobre su significado y demás… Nunca lo llegué a pasar y mucho menos a comentar con ellos porque no fue “bien visto” por mi jefa y mis compañeras de trabajo. En fin, ahora que soy funcionaria supongo que lo podré hacer como quiera…
La televisión, aunque no lo parezca, es educativa, es decir, inculca a nuestros hijos unos valores, unas normas, y una visión del mundo con conceptos de lo que está bien o mal. Estemos de acuerdo o no con esa visión del mundo. De cómo influya la tele, dependerá del papel que como padres y madres tomemos con respecto a la televisión.
Los resultados de “aprendizaje significativo” (frente a la televisión u otro medio audiovisual) se consiguen cuando hay interacción entre el miembro (adulto) de la familia que ve la tele y el niño o niña.
No sentar a los niños/as solos y pasivamente delante de la televisión como si esta fuera “una niñera electrónica”, debemos estar con ellos hablando, comentando y preguntando sobre lo que se está viendo.
Se ha estudiado que cuando un niño/a cumple 15 años, ha visto televisión durante un tiempo equivalente a 17 meses. Es decir, ha dedicado un año y medio de su vida a ver la tele.
Los niños pequeños no distinguen entre programación y anuncios hasta los 4 ó 5 años aproximadamente, la televisión simplemente es un todo que les llama la atención. Los niños pequeños se distraen y entusiasman mucho más viendo los anuncios por su colorido, sonido, cambio de imágenes, es decir, por su mayor atractivo que por los programas infantiles o por la programación en general.
Es en estas edades, a partir de los 2 y 3 años es cuando podemos moldear el gusto por diferentes contenidos, estilos y estéticas de la imagen. Se empieza en estas edades pero ya no se acaba. Este dato lo conocen bien los anunciantes. Podemos hacer que nuestros hijos/as vean y se fascinen por el cine mudo, el cine en blanco y negro, programas culturales…. es decir, podemos hacer a nuestros hijos críticos frente al bombardeo de anuncios y a la televisión de masas no pensante predominante en la actualidad.
También podemos educarles auditivamente. Lo haremos escuchando con ellos diferentes tipos de música: oriental, clásica, tranquilizadora o sonidos de la naturaleza, oír cuentos por radio, etc. Muchos de nosotros, adultos ahora, pensamos ¿por qué no me gustará la música clásica? Y os pregunto: ¿Recordáis haberla oído a menudo en vuestra casa?
Las películas infantiles de Walt Disney (por citar alguno) son el McDonald’s del cine infantil, no son perfectas, están llenas de tópicos anticuados y fomentan el consumismo irracional. Hay que pensar junto al niño que está viendo, qué nos quiere decir, qué ideales posee y qué grado de moralidad tiene. En la variedad está el fomentar y desarrollar la imaginación de nuestros niños y niñas. Por eso os recomiendo que busquéis la película: Kirikou y La Bruja.
Sentarse con nuestros niños a ver la tele y hablarles es muy difícil después de un día de trabajo, pero es nuestra responsabilidad como padres y madres. Educarle es conseguir que piense por sí mismo y sea capaz de decidir de forma coherente con sus ideas. La televisión puede ser muy positiva si la usamos como medio de educación y no como fin.
Beatriz Rodríguez
Beatriz: Bueniísima entrada. Estoy totalmente de acuerdo con las películas de walt disney (que a mis hijos les encantan). Mi solución fue precisamente la que tú apuntas: Kirikou y la Bruja y Kirikou y las bestias salvajes. Y también les encantan (aunque la bruja les da bastante más miedo que la de blancanieves...). ¿Podrías recomendar alguna película más estilo Kirikou para niños de 5 (y de 2) años? Busco, busco y no encuentro. Millones de gracias!
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