Texto: Ramón Soler publicado en el blog www.mentelibre.es/?p=1304, un blog muy recomendable.
Los seguidores de este blog, ya conocéis nuestra opinión sobre los métodos conductistas para enseñar a dormir a los niños, de hecho, en varios artículos hemos alertado sobre las dramáticas consecuencias que tiene el dejar llorar solo a un bebé. Estas técnicas de adiestramiento constituyen maltrato infantil y tienen gravísimas consecuencias para la futura vida emocional del niño. En este artículo, queremos volver sobre este tema, pues, periódicamente, aparecen noticias en los medios en las que se trivializa el enorme impacto negativo que estos métodos tienen sobre la salud emocional y física de los niños.
Como casi todos sabréis, el traductor para España del método Ferber para enseñar a los niños a dormir, Eduard Estivill, está presentando estos días su último libro, una especie de manual con consejos pediátricos de “sentido común” para padres. Por otro lado, el susodicho, está promocionando una nueva edición revisada de su biblia de maltratos conductistas del sueño en la que promete que va a enseñar a los bebés a dormir solos ¡¡desde el primer día de vida!! Una atrocidad, vaya. Los niños no necesitan que nadie les enseñe a dormir, ni a comer, ni a hacer pipí/caca, ni a jugar. Cuando llega su momento, lo aprenden, sólo tenemos que respetar sus tiempos madurativos
Las absurdas y delirantes declaraciones de Estivill, en El País, para vender su último libro, nos proporcionaron algunos detalles sobre su vida que nos pueden ayudar a entender las motivaciones inconscientes que este médico tiene para promocionar y alentar el maltrato infantil.
Pasada la indignación inicial que sentí al leer la entrevista, afronto esta entrada con tristeza por el niño maltratado que fue, pero sin pena alguna por el adulto en el que se ha convertido, responsable y cómplice del maltrato de miles de niños. Según las cifras, ha vendido tres millones de libros, de modo que podemos hacernos una idea de la cantidad de infancias traumatizadas que ha provocado.
Leyendo las declaraciones del Sr. Estivill, podemos observar cómo refleja perfectamente los efectos de una infancia maltratada descritos por muchos especialistas y que observamos habitualmente en la consulta:
- Infancia violentada y negación de la verdad.
“Sufrí una obesidad mórbida porque soy hijo de la posguerra y mis padres me sobrealimentaron. Entonces, un niño gordo significaba un niño sano.”
Habla con naturalidad y con absoluta frialdad del comportamiento de sus padres con respecto a la comida. ¿Qué quiere decir “unos padres de posguerra que le sobrealimentaron”? Traducido, esto significa: una escena de tensión en torno a la mesa, unos padres que fuerzan a comer a un niño, aunque éste ya estuviera lleno o no le apeteciera la comida, gritos, golpes en la mesa y, quizás, la cuchara metida a la fuerza en la boca del pequeño Eduard que no podía hacer nada por defenderse. La única solución para que acabara toda aquella situación era callarse y engullir todo lo que quisieran sus padres.
Tuvo que tragarse toda la comida, pero, también, las emociones de frustración, rabia e impotencia que sentía el niño frente a la imposición de sus padres. Además, los comentarios de los familiares y vecinos reforzarían toda la situación… “qué niño más sanote, qué bien cuidado, es cómo un angelote, etc.” El niño Eduard, acabó sucumbiendo a la única realidad que conocía y a lo que escuchaba por todos lados. Incluso, con el tiempo, dejó de hacer caso a sus emociones y terminó convenciéndose de que sus padres hacían lo mejor para él, que lo hacían “por su propio bien”. Por cierto, este patrón de comportamiento, lo vuelve a utilizar en la actualidad: convence a los padres que utilizan su método de que, aunque los niños lloran y sufran, ellos están haciendo lo mejor para sus hijos. Retorcido ¿verdad? Exculpa de toda responsabilidad moral, a los padres que usan su cruel método, con el fin de negar y esconder la culpa de sus propios progenitores y, de este modo, evitar examinar su propia realidad de niño maltratado.
Actualmente, en lugar de espantarse por cómo le forzaron a comer, se mantiene neutro, sin manifestar emoción alguna. ¿Cómo podría ser de otra manera, si tuvo que negar sus propias emociones?
- Volcar sus emociones reprimidas sobre inocentes.
“La crisis salvará a los niños, seguramente los enseñará a sufrir, estarán educados en la frustración. El éxito es algo totalmente puntual, hemos de tender a buscarlo, pero el camino al éxito está lleno de frustraciones. Hasta ahora los niños lo tenían todo”
En la infancia, el pequeño Eduard tuvo que negar el maltrato recibido y reprimir las emociones que no podía expresar, pero esto no significa que la energía de estas emociones haya desaparecido. Si pensamos en la frialdad del método Estivill al no permitir acudir a los padres a consolar al niño que llora solo en la habitación, no resulta difícil deducir dónde vuelca el Dr. Estivill toda la rabia y frustración que no pudo expresar contra sus padres. Sólo alguien que haya sido forzado a reprimir sus emociones y a no reconocer el maltrato sufrido en su infancia podría justificar este tipo de métodos para enseñar a dormir a los niños. Sólo alguien que ha debido negar su propio sufrimiento permanecerá ciego ante el sufrimiento de los demás y será capaz de vender un método de adiestramiento que roza el sadismo.
Se percibe en las declaraciones de este sujeto, la errada filosofía de personas que han sufrido mucho, según la cual, como la vida es dura, hay que preparar a los niños desde que son pequeños y educarles en la frustración. El pequeño Eduard interiorizó las ideas de sus padres, según las cuales, las cosas se consiguen mediante el sufrimiento y la frustración.
El daño es aún mayor si tenemos en cuenta que sus libros confunden a muchos padres en unos momentos tan delicados como son los primeros meses y años de sus hijos. Toman al Sr.Estivill como una referencia de autoridad y no pueden cuestionarse si lo que dice tiene o no tiene sentido. En momentos de desesperación, recurren a la solución “fácil” que les ofrece su método, pero en su libro, el Sr. Estivill, debería informarles también de que las privaciones de apego, cariño y acompañamiento en la primera infancia, conllevan en la vida adulta numerosas secuelas tanto físicas como psicológicas.
- Soluciones fáciles, pero sin profundizar en el problema
“Hace ocho años tuve una embolia que por suerte se quedó en la pierna”. Y comenta la periodista: “Llegó a pesar 138 kilos y no tuvo más salida que la cirugía. Ahora está hecho un figurín. Come muy despacio. Tarda una hora de reloj en acabar con el enorme plato de arroz.”
Ante un problema tan extremo y crónico como la obesidad mórbida, en algunas ocasiones, se hace necesario recurrir a la cirugía para revertir el proceso. Sin embargo, me hubiera gustado que el Sr. Estivill hubiese podido trabajar también las causas emocionales que influían en su problema. Estoy seguro de que no lo hizo, máxime cuando hace tiempo declaró que se había operado porque “las dietas no van conmigo”.
En una sociedad estresada como la nuestra que busca la solución inmediata para todos los problemas sin tener que esforzarnos lo más mínimo, esa actitud está bastante extendida, pero eliminar el síntoma no significa que el problema haya desaparecido. Tarde o temprano, las mismas emociones que no ha querido ver y que provocaron la obesidad, buscarán una nueva forma de expresión, a través de otro síntoma.
Esta actitud de centrarse únicamente la punta del iceberg, sin atender al origen del problema ni pensar en las consecuencias que pueda tener la solución que adoptemos, es la misma que se refleja en su método para enseñar a dormir a los niños. Una intervención que consigue que duerman, pero que se despreocupa de las secuelas emocionales que deja.
- Desconexión con la realidad.
“No hay un solo artículo científico ni una sola controversia y crítica en las sociedades y el mundo científico. No he inventado nada: mi mérito es saber poner en palabras sencillas lo que la ciencia ha ido descubriendo. Internet no es un foro científico: cualquiera pueda hacer de médico o de periodista.”
Este párrafo de la entrevista, muestra claramente una desconexión total de la realidad. No sólo niega toda la evidencia empírica de los últimos cuarenta años sobre el apego, sino que, además, se erige en el portavoz que nos traduce los conocimientos científicos a los pobres legos e ignorantes que, prácticamente, no sabemos leer. Sr. Estivill, en Internet hay muchísimos profesionales de muy distintos campos, formados y con la preparación suficiente como para poder entender el lenguaje científico.
Tal y como usted dice, no hay controversia alguna en el mundo científico con respecto a su método, pero es justo al contrario de cómo usted lo interpreta. Todos los descubrimientos de los últimos años sobre apego y neurología, ponen de manifiesto las gravísimas consecuencias de separar a un niño de sus padres y dejarlo llorar hasta que se duerma. Desde John Bowlby hasta Sue Gerhardt, pasando por Alice Miller o Thomas Verny, todos coinciden en lo mismo. No hay absolutamente ningún estudio que diga que el abandono es beneficioso para los bebés. Lo único que usted puede afirmar de su método es que consigue que los niños duerman, pero sin importarle las consecuencias emocionales que pueda acarrear, lo cual, me parece además de irresponsable, muy peligroso.
- Defensa ciega de su método.
Durante la semana pasada, en todas las entrevistas del Sr. Estivill concedidas a numerosos medios de comunicación, hemos podido ver cómo tanto las preguntas como las respuestas eran muy similares. Parecía como si cada intervención fuera la representación de un guión estudiado, preparado de antemano y sin preguntas incómodas. En cada una de las entrevistas, Estivill repetía de forma insistente las mismas ideas falaces: que la comunidad científica apoya su método y que él es el encargado de hacer entender al pueblo llano las conclusiones actuales de la ciencia.
Pero por mucho que se repita una mentira, ésta no se convierte en verdad. Aunque el Sr. Estivill insista, hasta la saciedad, en defender su método, la realidad sigue siendo la misma: los niños sufren y se traumatizan terriblemente por culpa de su sistema para “enseñarles” a dormir. Jamás un estudio podrá demostrar los beneficios de los métodos conductistas de adoctrinamiento para enseñar a dormir, por mucho que él se esfuerce en convencernos de lo contrario.
Por otro lado, siempre intenta desprestigiar todas las críticas que se le hacen en Internet diciendo que no quiere entrar en polémicas y basándose en un supuesto apoyo científico que, por cierto, nunca muestra. En ningún momento, ni siquiera en sus libros, cita un solo artículo que apoye su sistema.
Ante esta defensa tan obstinada y fortificada de su método, no puedo evitar preguntarme si no estará el Sr. Estivill tan encerrado en su burbuja de falsedad que, inconscientemente, teme que una sola pregunta sobre las emociones de los niños y las consecuencias de su sistema pueda desmoronar el inestable castillo de naipes en el que vive.
Sospecho que la misma energía que emplea actualmente para defender su método a pesar de la crueldad que supone para los niños, fue la misma que tuvo que utilizar de pequeño para negar la realidad del maltrato al que fue sometido por sus padres.
Una recomendación final.
Por todo lo visto anteriormente, Sr. Estivill, me preocupa que su percepción de la realidad esté más influenciada por su educación coercitiva y las emociones reprimidas de su infancia que por los avances científicos.
Dado el daño que usted provoca en millones de niños, engañando a sus padres y convenciéndoles de la bondad de su método, considero de vital importancia para nuestra sociedad, que usted sea capaz de sacar a la luz y asumir la realidad de su propia infancia. Se aprovecha de que muchos padres, que también fueron maltratados de pequeños, ven en su método una manera de seguir perpetuando esa misma educación con sus propios hijos y, además, encuentran en sus libros una excusa para atenuar su culpa. Muchas madres me han dicho cosas como “amigas mías lo han utilizado con sus hijos y no pasa nada”, pero la realidad es que sí que este método conlleva repercusiones físicas y psicológicas negativas para la salud de sus hijos.
Debido a esa gran influencia que usted tiene sobre tanta gente, sería muy importante que, tras someterse a una profunda terapia, fuera capaz de retractarse de todo lo que ha escrito. Si lo hiciera, podría ayudar a quitar la venda de los ojos a muchos padres que siguen tan ciegos como usted con respecto al sufrimiento de los niños.
Debería tomarse este trabajo terapéutico muy en serio ya que, en algunos casos, esa separación de la realidad resulta peligrosa, sobre todo, si publica libros y sus opiniones confunden a millones de personas. El daño que usted está provocando a la sociedad es incalculable. Los niños adiestrados con su método serán adultos frustrados y resentidos que, al igual que usted, podrán acabar proyectando esas emociones sobre los demás y no ayudarán a rebajar el nivel de tensión y violencia de nuestro mundo.
No sabía si callarme porque voy a parecer una madre maltratadora por no estar deacuerdo...
ResponderEliminarmis hijos duermen en su cuarto (tengo trillizos), cuando empecé a probar este método les dejaba en su cuna y si no se dormian a los 2 o 3 minutos entro a ponerles el chupete, les tapaba, les daba un beso y me volvia a ir, lo repetia las veces que fuera necesario hasta que se dormian, que no solian ser más de tres.
Si alguno llora en plan que le pasa algo le cojo un poco hasta que se calma y le vuelvo a dejar en su cuna.
No considero que mis hijos sean niños traumatizados, maltratados, adiestrados, resentidos o frustrados (por esto tengo que contestar, porque me siento insultada la verdad).
Son niños muy felices, que duermen muy muy bien, tanto por la noche como las siestas.
Cuando seguia el método de dormirlos en brazos y estar con ellos hasta que se dormian, al principio, mi vida era horrible y la de los niños tambien que lloraban muchisimo más y dormiamos todos fatal(que ahora no lloran nada cuando van a dormir). Porque si estoy durmiendo a uno en brazos los otros dos lloran esperando su turno y el que tengo no se duerme con los lloros de los otros, y lloran de sueño porque no saben dormirse solos, porque se acostumbran a que les duermas tu. Me encontraba muchas veces con uno en cada hamaca acunandolos con el pie y otro en brazos. Y cuando estaban domidos los pasaba a la cuna. Pasé así dos horribles meses hasta que me aconsejaron como hacerlo y fué un cambio muy bueno tanto para los niños como para mi.
Los niños saben cuando es su hora de dormir, me lo piden y les dejo en la cuna y se quedan tan tranquilos y se duermen muy rápido.
No veo ningun sufrimiento, ni maltrato en ello, mis niños no lloran nunca de noche. Al revés, si se despiertan por la noche, no me entero porque saben dormir solos, no lloran, se dan una vuelta y se duermen, como hacemos nosotros si nos despertamos, que ni lo recordamos.
Conozco otras madres con niños de la edad de los mios que no saben dormir solos que se tienen que levantar a dormirlos 3 veces por la noche, y los niños lloran cuando se despiertan llamando a su madre. ¿Que niño llora más? ¿el que se duerme solo o el que necesita que alguien le duerma?
Y ahora llevo un rato pensando si mandarlo o no...relamente tenemos libertad las madres de actuar como creemos que es mejor? ¿porque se nos critica tan duramente?¿yo he probado las dos opciones y he elegido la que veo que mis hijos descansan mejor, lloran menos, estan más tranuilos y con menos ansiedad, ¿porque no me respetan y me llaman maltratadora? me parece muy mal, creo que las cosas no son tan blancas o negras, yo no he dejado nunca a mis hijos llorando abandonados media hora o más como es la imagen que se da sobre esto...
Si tengo que ser sincera nunca he sido partidaria de usar métodos para nada de nada... cada uno de mis hijos es diferente y solo tube que descubrir las necesidades de cada uno a la hora de dormir...
ResponderEliminarPrincesita es una marmota, pero eso si se la debe acostar y cerrar la puerta porque en caso de que vea luz o alguien por el pasillo se pone a berrear para que le hagan caso, en cambio cerrando la puerta (nunca del todo) y bajándole la persiana porque con luz no duerme se queda dormida en nada de tiempo...
Repollete me costó más descubrir sus necesidades... él necesita luz, asique le dejo una lámpara de lava puesta, y necesita algo con que jugar antes de dormir... aquí descubrí que tiene un libro con música que le apasiona, lo meto en la cuna con su libro y con luz y siempre con la puerta abierta que le da tranquilidad y después de tres meses experimentando descubrí que esta era la fóruma para que REpollete callera en brazos de morfeo.
REspecto a los métodos que vienen en libros pues está bien leer y luego que cada uno aplique lo que le venga bien.
Bueno, poco mas se puede añadir.
ResponderEliminarSe comenta que Ferber pidió perdón, años después, por su nefasto método. Habrá que ver si este señor pide perdón alguna vez.
Gracias por el texto.
Pero Cintia, es que eso que has hecho tú no es el método Estivill. Lo que aquí se critica es que se deje llorar a los niños durante mucho rato, a veces horas, para que APRENDAN a dormir. Lo que aprenden es a someterse. Tú no les has dejado llorar, o eso me parece vislumbrar de lo que escribes. En cualquier caso, con trillizos en casa, nadie podrá criticar jamás que hayas hecho todo lo posible y lo imposible por intentar dormirlos y dormir tú.
ResponderEliminarNo yo no he leido a este hombre, la verdad que el consejo me vino de alguien que quizá lo leyó y me aconsejó y luego yo lo apliqué adapatandolo a mis peques, como dice mismellis experimentando un poco. Simplemente me he sentido un poco aludida y además me ha parecido un poco radical el texto con tanta palabra fea como maltrato, trauma y cosas así. Yo siempre he sido partidaria de la crianza con apego, y si habría tenido un bebé solitario lo hubiera intentado, de hecho lo intenté con mis tres fieras, pero no ha sido posible.
ResponderEliminarRespeto mucho a quien lo hace, a quien duerme con sus hijos, los acuna o lo que sea que haga cada madre con su hijo, pero no me parece bien criticar tan duramente a quien tiene que recurrir a otros métodos por las circustancias que sean. En mi caso que son tres en otros casos pueden ser otras circustancias y no por ello tienen que ser necesariamente niños traumatizados de por vida que serán personas perversas....
Cintia, no te des por aludida mujer :) Tu no los has dejado llorar horas. Has ido, les has calmado y habeis buscado entre los cuatro una forma de poder dormir tu y ellos. Eso es otra cosa que dejar llorar a tus hijos durante horas para que aprendan a dormir mientras que tu corazon te pide no hacerlo y buscar otras maneras. Dejarles llorar intervalos de tantos minutos xq lo pone en un libro...eso es otra cosa que buscar un camino intermedio entre los brazos y el llorar.Por supuesto que el metodo es efectivo, el ni~no se acaba durmiendo. Es tan efectivo como seria el cortarse la cabeza para quitarse el dolor de cabeza, pero a que precio? Creo que la intencion del escritor era dar a los padres algo en lo que pensar mas que en las maravillas magicas que cuenta la gente sobre este metodo. Es un metodo pero tiene consecuencias ya que les ense~namos que aunque lloren no va a venir nadie. Es decir, les ense~namos que sus necesidades no son escuchadas por sus padres.
ResponderEliminarY por supuesto que la crianza de apego es posible con multiples. La crianza de apego no es la teta, el llevar todo el dia en brazos y el colechar. Si solo fuera eso, que tristeza tan grande por favor, se acabaria en cuanto nuestros hijos tuvieran como max 4-5 a~nos, y entonces? La crianza de apego es criar a tu hijos con respeto, respetando sus necesidades y sus ritmos tal y como lo hariamos con unos adultos. En algun sitio lei que la crianza con apego era hacerle a tus hijos lo que te gustaria que te hicieran a ti en la misma situacion. Y esi se puede hacer con uno, con dos y con tres...lo unico que en cada caso va a tomar una manera diferente para poderse adaptar a la familia y a la situacion.
Bueno, yo creo que todo es como una linea que tiene en un extremo métodos como es de Estivill, y el otro extremo no se si podría ser el colecho.
ResponderEliminarLo que quiero decir es que entre ambos extremos hay muchas posibilidades y cada una escogemos la que mejor se adapta a nuestras circunstancias y nuestra forma de entender las cosas.
Cintia, yo creo que eres una buenísima madre que siempre se preocupa por como se sienten sus hijos. Y eso es crianza con apego, respetar sus ritmos, ponernos en su lugar para imaginar como se sienten, entender las fases de su desarrollo para saber que necesitan y por que se comportan de una determinada forma... Yo creo que tu haces todo eso.