3 de marzo de 2013

Decálogo para prevenir el abuso sexual infantil y juvenil

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“Yo, como adulto responsable, me comprometo ante mis pares, ante el entorno de cada barrio, cada comuna, cada ciudad y cada región en el país entero, a proteger a niñas, niños y jóvenes de abusos sexuales”
  1. Siempre escucharé y creeré en la palabra de las niñas, niños y jóvenes cuando expresen su malestar, sufrimiento, o relaten historias difíciles.
  2. Les infundiré confianza a niños, niñas y adolescentes, asegurándoles que haré todo lo posible para protegerlos, y para impedir que ocurran o se repitan situaciones de abuso sexual.
  3. Si veo o sé de abuso sexual infantil, no tardaré en pedir ayuda y en denunciar los hechos ante las autoridades, las policías y/o la Justicia. Jamás buscaré excusas para no actuar o para demorar mi acción.
  4. Nunca obligaré a un niño, niña o adolescente a estar a solas con personas sobre quienes manifieste temor, desagrado o desconfianza, aun cuando estas sensaciones sean tenues o imprecisas.
  5. Pondré máxima atención a signos y alteraciones físicas, emocionales y/o conductuales de niños y adolescentes, sabiendo que los silencios también hablan. 
  6. Enseñaré a niños, niñas y adolescentes a cuidar sus límites corporales y emocionales y a decir que NO ante situaciones incómodas o confusas. Alentaré y respetaré ese NO, siempre.
  7. Hablaré de sexualidad con confianza y usando un lenguaje claro y respetuoso, que promueva el autocuidado y la salud de niños, niñas y adolescentes. Llamaré con su respectivo nombre a las partes íntimas del cuerpo, incluyendo manos y boca.
  8. Generaré una red de confianza lúcida con los colegios y otras instituciones para detectar a tiempo situaciones de abuso sexual o factores de riesgo para su ocurrencia.
  9. Cuidaré a niños, niñas y jóvenes de mi comunidad, como si todos ellos/as fueran mis propios hijos e hijas. Todos tenemos una responsabilidad que honrar con los más pequeños o indefensos. Nunca lo olvido.
  10. Soy consciente de que podemos contribuir a que niños, niñas y jóvenes vivan una vida plena y feliz, o bien convertirnos en cómplices del abuso.
Fundación Para la Confianza, 2011.

2 comentarios:

  1. Muy interesante e importante, lo ocmparto, gracias.

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  2. Gracias por compartirlo. Es algo que todos debemos tener en cuenta porque nunca sabes de dónde puede salir el malo...

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