1. DEBES ofrecer a tu bebé la posibilidad de participar siempre que la familia esté comiendo. Puedes comenzar a hacerlo tan pronto como el bebé muestre interés en observarte mientras come, aunque no es probable que esté preparado para llevarse comida a la boca hasta que tenga seis meses.
2. DEBES asegurarte de que tu bebé está sentado con la espalda erguida mientras experimenta con la comida. Al principio, puedes sentarlo en tu regazo, mirando hacia la mesa. Una vez que empieza a desarrollar la habilidad de coger comida, casi con toda probabilidad será capaz de mantenerse solo sentado, con un soporte mínimo, en una trona.
3. DEBES comenzar ofreciéndole alimentos adaptados al tamaño de su puño, preferiblemente en forma de palitos (o con un “asa”). Siempre que sea posible –y que los alimentos sean adecuados para el bebé-, ofrécele la misma comida que al resto, para que se sienta integrado en la experiencia familiar.
4. DEBES ofrecerle alimentos variados. No es necesario limitar su acceso a la comida, igual que tampoco lo haces con los juguetes.
5. NO DEBES meter prisa al bebé. Permítele que haga las cosas a su propio ritmo. Es especialmente importante que evites la tentación de “ayudarle” poniendo comida en su boca.
6. NO DEBES esperar que el bebé coma nada durante los primeros intentos. Una vez haya descubierto que sus nuevos juguetes saben bien, comenzará a masticarlos y, después, a tragarlos.
7. NO DEBES aspirar a que el bebé se termine cada trozo de comida, sobre todo al principio. Recuerda que todavía no ha desarrollado la habilidad de alcanzar la comida que está dentro de su puño.
8. DEBES volver a ofrecerle más adelante la comida que ha rechazado. Los bebés cambian de opinión y pueden aceptar alimentos que en un primer momento rechazaron.
9. NO DEBES dejar al niño solo mientras come.
10. NO DEBES ofrecer comidas que suponen un riesgo evidente, como frutos secos.
11. NO DEBES ofrecerle comida rápida, platos preparados o alimentos a los que se haya añadido azúcar o sal.
12. DEBES ofrecerle agua en un vaso o taza, pero no te preocupes si no muestra interés. En especial, los bebés amamantados probablemente seguirán obteniendo todos los líquidos que necesitan del pecho durante algún tiempo.
13. DEBES estar preparado para el caos y el desorden. Un plástico bajo la trona protegerá el suelo o la alfombra y facilitará la limpieza. También te permitirá volver a ofrecer al bebé los alimentos que se hayan caído, disminuyendo la cantidad de comida desperdiciada. (¡Te sorprenderá positivamente descubrir lo rápido que el bebé aprende a comer manchando menos!).
14. DEBES continuar amamantando a tu bebé a demanda, durante todo el tiempo que quiera. Es probable que cambie el patrón de las tomas a medida que come más.
15. Si tienes antecedentes familiares de intolerancia, alergias alimentarias o trastornos digestivos, DEBES consultar a tu pediatra antes de comenzar.
16. Finalmente, ¡DEBES disfrutar viendo como tu bebé aprende a comer y observando cómo desarrolla su habilidad con las manos y la boca durante todo el proceso!
© Gill Rapley, 2008
Traducción de Eloísa López
Extraído del blog "Una maternidad diferente". Puedes leer el artículo completo en el siguiente enlace:
Una maternidad diferente: Guía práctica de introducción de sólidos dirigida por el bebé
Una buena información! Gracias por compartirla.
ResponderEliminar¡¡De nada!!
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