21 de junio de 2012

Pero ¿de dónde vengo?



¿Dónde estaba yo antes de nacer? Llega un día en que tenemos q decirle a nuestro hijo que pronto va a tener un hermanito o hermanita, o quizá haya visto por la tele, en la calle o en el parque una mujer con una barriga muy grande, y ante su inocente afirmación de “ esta señora está muy gorda” hemos tenido que corregirle más o menos apurados…

Son muy variadas las situaciones cotidianas que pueden dar pie a unas explicaciones que podemos dudar si va a comprender o no.

Lo que nuestros hijos sepan o se imaginen dependerá mucho de la edad, pero también de otros factores entre los que figuran todo lo que nosotros les hayamos dicho directa o indirectamente.

¿Qué es esto? (…) poco a poco su mundo se he ido llenando de nombres, de su entorno y de su propio cuerpo. Si cuando se fija en sus genitales evitamos utilizar nombres indirectos, “trompa”; “hucha”, etc… y desde el principio llamamos a las cosas por su nombre “pene” y “vagina”, le estamos transmitiendo naturalidad y claridad para seguir aprendiendo. Y crearemos confianza para que cuando sea algo más mayor nos siga preguntando.

“Yo soy una niña!”, alrededor de 2 o 3 años se va a dar cuanta de que existen 2 sexos y de que son diferentes físicamente.

Un poco mas tarde se dará cuenta de que pertenece a una u otra mitad de la humanidad y empezará a rechazar o pedir cosas de lo que él, ella crea que corresponde. Es habitual que los peques crean que cuando crezcan van a poder cambiar de estado y convertirse en hombres o mujeres independientemente de sus genitales, puesto que el papel de unos y otros en la vida se asocia más a vestidos, juguetes o peinados que a una cuestión de genitales.

El misterio del pene
A los tres o cuatro años, las preguntas van a aumentar en dificultad, empezará el porqué de las cosas… “por qué ella no tiene pene”.

Como regla general, respuestas simples, CIERTAS, y asequibles a su edad. Así para esa pregunta no hace falta un manual de anatomía, lo más probable es que se conforme con “porque es una niña y las niñas no tienen pene, tienen vagina”

¿Cómo se hace un niño? Saciada su curiosidad de qué o porqué, le llega el turno al cómo, de dónde, etc…, como y de dónde vienen los niños, por dónde salen o cómo han llegado hasta allí. Con naturalidad y sencillez, será mucho más sencillo.

A París con las cigüeñas
Ni los papás van a París ni a los niños los traen las cigüeñas. Ahorremos confusión y expliquemos la verdad. Podemos decirle que cuando los papás y las mamás se quieren mucho, se juntan mucho, y el papá introduce su pene en la vagina de mamá. Del pene sale una célula que se queda dentro de la tripa de mamá como una semilla. La célula crece y crece hasta convertirse en un bebé que esperará dentro de la barriga de mamá hasta que esté preparada para salir.

Podemos ayudarle con dibujos, enseñarle fotos de mamás embarazadas o enseñarle a señoras embarazadas. También podemos mostrarle alguna ecografía y decirle que era una foto suya cuando estaba en la tripa de mamá.

Nosotros que nos queremos tanto
Aprovecharemos para asociar al acto de “hacer un niño”, el amor, el respeto y la voluntad de hacerlo, así aprenderán que tanto ellos como sus hermanos han sido y serán deseados por ellos.

También es conveniente decirle que para tener un niño hacen falta más cosas además de quererse mucho, como ser mayor, como mamá y papá, y que no siempre que se tienen relaciones sexuales significa que vaya a nacer un nuevo hijo.

Con este tipo de información también evitamos que nuestro hijo se pueda pensar que si demuestra amor también pueda quedarse embarazad@

¿Y cómo sale?. Desdramaticemos el momento del parto, por imágenes de la tele o comentarios puede tener idea exagerada que le genere temor por el dolor. Le tranquilizará saber que la vagina de las mujeres está preparada para ensancharse y hacerse grande para que el bebé salga sin dificultad. Si le preocupa el tema del dolor, también le podemos decir que los médicos y las enfermeras le van a dar medicinas a mamá para que no le duela.

Actitud ante estas preguntas
Y ¿tú qué crees? Al preguntar de dónde vienen, tienen ya alguna idea preconcebida. Muchas de sus teorías aún estarán impregnadas de magia y fantasía. Si le preguntamos qué cree, podemos hacernos idea de sus ideas previas y a partir de ahí explicarle la nueva información, pero siempre de forma clara, sencilla y creíble. Si le damos respuestas claras hacemos que no pierda su espontaneidad y confianza, y facilitamos que nos pregunte cuando tenga alguna duda. Le transmitimos que con nosotros puede hablar de cualquier cosa a la vez que le estimulamos para que siga haciendo más preguntas.

Las cosas claras
Es importante que nuestras explicaciones sean coherentes. Para conseguirlo es interesante informar a su entorno para que no haya alguien que le explique historias de cigüeñas…

Si la coherencia es importante, también lo es la claridad con que nos dirijamos. Debemos vigilar el vocabulario y usar palabras que entienda adaptándonos a su edad y nivel de comprensión.

De esta manera primero podemos hablar de “semillita”, luego de célula” y finalmente de “óvulo y espermatozoide”.

Suele ser útil hacer referencia a ejemplos familiares, como huevo y la gallina, posible perra/gata preñada próxima, las semillas del jardín, incluso algún reportaje de la tele. Estos ejemplos le ayudarán a comprender que la vida de los seres que le rodean y la suya propia tiene un origen y una explicación.

¡Qué cosas tienes! A pesar de sus explicaciones no deberíamos extrañarnos y menos recriminarle o ridiculizarle por muy extravagante que parezca su explicación. Se han creado sus propias respuestas a partir de los conocimientos que ha ido recopilando. No es raro que tenga ideas como que cuando las niñas crecen les sale pene, o que los niños salen por el ombligo o explotando la barriga de la mami o cuando va al baño.

Tanto monta monta tanto….
Ambos padres igual de implicados, aunque después pueda sentirse mas cómodo hablando con uno u otro, en un principio ofrecerle la posibilidad de que pueda hablar con los dos. Así se refuerza la idea de naturalidad y normalidad que queremos transmitirle sobre la sexualidad.

Cuando juegan a médicos
Desde muy pequeños, los niños tienen en el sentido del tacto una gran fuente de información y lo usan para explorar y reconocer el mundo. Su curiosidad les llevará a explorar su propio cuerpo y el de los demás. El que se toquen, se miren, se exploren, es fruto de la curiosidad normal que forma parte de su desarrollo. No obstante, también deben aprender que tales cosas deben hacerse en la intimidad, y que la información que buscan se la podemos dar nosotros.

Debemos evitar las caras de desaprobación o las reprimendas exageradas o aquellas reacciones que les puedan hacer sentir que están haciendo algo sucio o que no se deben hacer. Si actuamos de esa manera podemos hacerles sentir que hacen algo malo, pudiendo generar en un momento dado la atracción hacia lo prohibido. Es más adecuado utilizar argumentos de conveniencia social o de respeto para no comportarse así en público.

Si nos pillan a nosotros
Si nos pillan in fraganti, en pleno acto sexual, es probable que se asuste, ya que lo más probable es que interprete la situación de manera errónea, incluso como un acto de violencia física. En tales casos, lo mejor que podemos hacer es tranquilizarle explicándole que papá y mamá se quieren mucho y que nunca se harían daño. Puede ser una buena estrategia preguntarle qué le ha parecido o si tiene alguna pregunta que hacer (lo que nos permite ganar tiempo y averiguar cómo ha interpretado la situación). El tipo de explicación dependerá de lo que sepa o lo que hayamos explicado antes.

Importante
Podemos refrescar nuestros conocimientos repasando, e incluso, si lo comentamos entre nosotros como padres, podemos ponernos de acuerdo en cómo transmitírsela, evitándo sorpresas producidas por la improvisación.

Es una buena ocasión para comentar los valores que queremos transmitirles y el mensaje que queremos que nuestros hijos reciban.

Por Sergi Cámara

1 comentario:

  1. Nosotros llamamos a las cosas por su nombre y luego no hay que contar demasiado en profundidad
    ya que ellos mismo lo entienden perfectamente.
    Me ha encantado Gracias

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