Cuando supe que mi esposa estaba embarazada, pocos meses después de nuestra boda, me sentí tanto emocionado como aterrado. Estaba realmente ansioso por convertirme en padre, pero al mismo tiempo me sentía aprehensivo acerca de cuánto tiempo podría realmente contribuir como padre trabajador. Yo sabía que debía compartir las labores de crianza, ya que no teníamos ningún familiar cerca para ayudarnos. Algo aún más importante es que yo quería encontrar una mejor manera para crear lazos de afecto con mi bebé desde el principio, aparte de ayudar en los cambios de pañal y las tomas nocturnas.
No fue sino hasta el tercer trimestre del embarazo que me encontré con la respuesta en “El Libro del Bebé”, de William y Martha Sears. Llevar al bebé (babywearing), como los Sears lo llaman, es algo con lo que yo estaba familiarizado por haber crecido en Indonesia. Allí, los bebés son llevados tradicionalmente por sus madres (o cuidadoras) en un pedazo de tela llamado “Selendang” (foto de la izquierda), por la mayor parte del primer año y aún después. Sin embargo, los Sears sostienen que esta práctica también es una excelente forma de que los padres creen lazos con sus bebés. Aunque no estaba totalmente convencido, decidí que no haría daño intentar. Compré mi primer porta bebés (una bandolera de anillas con acolchado) en Ebay, un mes antes de que naciera nuestro hijo Samuel.
Mi primera experiencia llevando a mi bebé
Como es típico en padres primerizos, nuestro primer día con Samuel fue desafiante. Era el perfecto angelito, siempre y cuando estuviera cerca de nuestros cuerpos. Casi no dormimos la primera noche en el hospital, ya que él se negaba rotundamente a que lo acostásemos. La noche siguiente, me ofrecí a cuidar del bebé mientras mi esposa dormía un poco. Luego de tomarlo en brazos por algunas horas y de tener poca suerte de hacerlo dormir, decidí probar la bandolera. Me tomó un poco de tiempo darme cuenta de cómo usarla, en mi estado somnoliento, pero tan pronto lo coloqué correctamente, se calmó instantáneamente y ¡se quedó dormido! Yo estaba impresionado. Pasé el resto de la noche mirándolo dormir en paz, pegado a mí, mientras mi esposa tomaba su muy necesitado descanso junto a nosotros. Esa noche me convertí en un convencido de la Crianza en Brazos.
La Crianza en Brazos promueve la creación de Lazos Afectivos
Como padre primerizo, me preocupaba ser dejado de lado durante los primeros meses de la vida de Samuel, debido al apego natural entre él y su madre. La crianza en brazos me ayudó a sobreponer este miedo permitiéndome crear lazos de afecto con él mientras lo cuidaba. Llevándolo conmigo en toda oportunidad que se presentaba, fui capaz de calmarlo en momentos en los que estaba molesto y hacerlo dormir sin necesidad de recurrir a la leche de mamá. Mirarlo dormido apretado contra mi cuerpo se convirtió en mi actividad favorita. Llevarlo cargado también elevó la relación con mi esposa, ya que ella sabía que podía confiarme al bebé. Esto me ayudó a sentirme “capacitado” como padre.
Llevar al bebé es práctico, conveniente y seguro
Llevar al bebé hizo también que la crianza fuera mucho menos desalentadora de lo que originalmente temíamos. Liberó nuestras manos para hacer otras cosas sin tener que dejar a Samuel en las manos de algún objeto inanimado. Nos permitió a mí y a mi esposa realizar trabajos domésticos y de oficina, con él junto a nosotros. Mi esposa se benefició de la conveniencia de amamantar con las manos libres, y mantuvo a salvo nuestros brazos durante esos momentos “demandantes” (enfermedad, ansiedad por la separación, etc.) cuando él quería ser cargado durante horas. Durante los primeros 6 meses, la bandolera se convirtió en la “cuna” de día de Samuel, ya que se negaba a dormir solo en su verdadera cuna. Sin embargo, esto tenía la ventaja adicional de que nosotros podíamos llevarlo a cualquier parte y saber que él no perdería sus siestas (y que nosotros no sufriríamos las consecuencias), siempre que llevásemos un porta bebés con nosotros.
Aunque inicialmente estaba un poco indeciso de cargar a Samuel fuera de casa, finalmente decidía que tener un bebé satisfecho es mucho más importante que preocuparse por lucir diferente. Para mi sorpresa, recibí nada más que comentarios positivos (“Se ve realmente cómodo ahí”, “Me hubiera gustado usar uno de esos cuando tuve a mi bebé”, etc.) y miradas tiernas de extraños (sobre todo mujeres, para el disgusto de mi esposa) durante mi primera salida con la bandolera. Está demás decir que nosotros llevábamos la bandolera a cualquier parte a donde íbamos, ya que nos dimos cuenta inmediatamente de que esta era la opción más conveniente. Podíamos comer en restaurantes (no importa cuán pequeño o lleno de gente) y tomar transporte público sin problemas de llevar un pesado asiento de carro o carrito. Podíamos salir de casa en cuestión de segundos (solo poner al bebé en el porta bebés y salir) sin preocuparnos de carritos, cobijas extras, etc. Ninguna escalinata o nieve en la calle nos podía detener. La gente frecuentemente comentaba cuán contento y alerta era nuestro hijo; yo creo que era porque siempre observaba el mundo a su alrededor al nivel de su vista, sabiendo al mismo tiempo que estaba a salvo y protegido.
También hallé que el uso de porta bebés es mucho más seguro en comparación con la alternativa (mis brazos). Además de la protección que un cargador proporciona, todavía tengo la posibilidad de usar mis manos para asegurar aún más al bebé cuando es necesario (por ejemplo, cuando me inclino hacia delante, etc.). Gracias a nuestros diferentes cargadores, fuimos capaces de involucrar al bebé en nuestros quehaceres diarios (cocinar, limpiar, arreglar el jardín, etc.) desde temprana edad.
Escogiendo los porta bebés adecuados para padres
Aunque un creciente número de porta bebés está ahora disponibles en las tiendas, mi experiencia es de que muchos de estos sacrifican versatilidad y confort a favor de la apariencia, y que estos son generalmente bastante caros. Algo grandioso de la Crianza en Brazos es que no necesita ser costosa en absoluto. Existen instrucciones gratuitas en la Web para hacer su propio cargador. Puede inclusive improvisar usando una sábana, una bufanda o un pedazo de tela sin necesidad de coser.
En mi búsqueda del porta bebés “perfecto”, me sorprendí encontrando una gran variedad. La mayoría de ellos son hechos por madres que trabajan en casa y están disponibles solamente por Internet, y algunos son derivados de otros cargadores tradicionales al rededor del mundo. En general, se pueden clasificar en dos categorías; los que se llevan sobre un hombro, y los que pueden llevarse sobre los dos hombros.
Cargadores de un solo hombro
Los cargadores de un solo hombro son ideales para principiantes, ya que generalmente son fáciles de usar, rápidos de ponerse, y pueden acomodarse a más posiciones que los cargadores de dos hombros. Son fabulosos para recién nacidos y bebés que aún no gatean, y para llevar en la cadera a bebés más grandes, que están en la etapa de subir y bajar.
Algo importante que observar en un cargador de un solo hombro es que la tela sea suficientemente ancha para repartirla sobre su hombro (y preferiblemente hasta la parte superior de su brazo), ya que esto ayuda a distribuir el peso del bebé. Para los padres que son nuevos llevando a su bebé y quieren algo simple y elegante, pero funcional, yo recomiendo una bandolera tipo bolsa (pouch). Estos son muy fáciles de usar y no hay nada que ajustar: simplemente coloque al bebé en la posición que prefiera y listo. Algunas de estas bandoleras son ajustables, haciéndolas adecuadas para compartir con personas de diferente talla. Otras son no-ajustables y son generalmente más baratas. Vale la pena asegurarse de que la tela del pouch sea apropiada para el clima en el que vive: algunos están hechos de tela polar (que es cómodo pero caliente), mientras otros están hechos de algodón u otros materiales más livianos. Algunas bandoleras tipo bolsa están disponibles en una variedad de colores y diseños, incluyendo muchos neutrales. Un buen ajuste es la clave para la comodidad en una de estas bandoleras, especialmente en las no ajustables. Una buena regla a seguir (para cualquier porta bebés) es que el asiento del niño esté sobre la cintura del portador.
Las bandoleras de anillas son otro tipo de cargador de un solo hombro que vale la pena considerar. Estas toman un poco más de tiempo que las bandoleras tipo bolsa para aprender a usarlas, pero son también más ajustables (por lo tanto es más fácil de conseguir un buen ajuste y se puede compartir con otras personas) y más versátiles que las bandoleras tipo bolsa. Pienso que las bandoleras de anillas fueron indispensables durante los primeros seis meses de vida de Samuel. Prefiero estas a un cargador tipo Baby Bjorn porque las encuentro más cómodas para largos períodos de tiempo, y porque nos permiten cargar a Samuel en posiciones similares a las de nuestros brazos (reclinado o sentado con soporte, en lugar de colgado de la entrepierna). Las bandoleras de anillas están disponibles en una gran variedad de opciones: con acolchado o sin este (en el hombro y/o en los bordes de la tela), en diferentes modelos en el hombro y tipos de tela, de cola abierta y de cola cerrada. Algunos fabricantes producen bandoleras en telas especialmente escogidas para lucir en los hombres.
En general, yo prefiero las bandoleras de anillas que no tienen acolchado o que tienen solo un poco, y las de cola abierta. Mi primer cargador era una bandolera de anillas con mucho acolchado. Aunque el acolchado en los lados de la tela era útil para dar sujeción adicional cuando Samuel era un recién nacido, el acolchado lo hacía incómodo en un clima cálido y hacía a la bandolera menos portátil. Una buena alternativa para los recién nacidos es una bandolera con menos acolchado pero con tela suave como la franela. Las bandoleras de cola cerrada generalmente hacen que la bandolera se vea más estilizada y fácil de usar; sin embargo, una cola abierta permite ajustar los lados de la tela independientemente para un ajuste apropiado, puede ser usada para cubrir al bebé, y puede ser envuelta fácilmente o recojida alrededor de las anillas. Una buena opción para llevar al bebé en climas más cálidos es una bandolera hecha de tela tipo velo solar-provee protección solar y puede ser usada en la piscina o la ducha.
Cargadores de dos hombros
Los cargadores de dos hombros son generalmente más cómodos para uso prolongado y bebés más pesados, y lucen más “normales” que los cargadores de un solo hombro. Generalmente estos cargadores funcionan mejor con bebés que pueden sentarse o que tienen un buen control de la parte superior de su cuerpo (alrededor de los 6 meses). Yo prefiero usar cargadores de dos hombros que puedan usarse tanto adelante como atrás. También es importante la sujeción adicional en la cintura, ya que esto ayuda a distribuir el peso de los hombros a la cadera. Para aquellos que prefieren la facilidad de uso de las hebillas y tiras, yo recomiendo el uso de mochilas blandas estructuradas (como Ergo, Sutemi Pack, Patapum, Yamo y Beco). Aquellos que prefieren un diseño simple sacrificando la funcionalidad, pueden preferir cargadores más tradicionales, como los de tipo asiático (ABC): Mei Tai, Onbu-Himo, Podeagi, Hmong. Con un ABC se puede llevar al bebé al frente y a la espalda, y un mismo cargador puede ser usado por personas de todas las tallas, a diferencia de los modelos con hebillas y tiras. Algunos hombres prefieren la apariencia áspera de las mochilas con varillas, aunque estas sean más voluminosas y caras –y menos versátiles-que los cargadores blandos antes mencionados.
Los fulares (wraps) funcionan tanto como cargadores de un solo hombro como de dos, y están hechos de una pieza larga de tela. Podría decirse que los fulares son los cargadores más versátiles, cómodos y durables porque pueden ser usados en diferentes posiciones, son muy ajustables, y sirven para llevar desde recién nacidos hasta preescolares.
Estos cargadores toman un poco más de tiempo para ponerse y para dominar su uso, pero, según mi experiencia, vale la pena el tiempo de aprendizaje. Debido a su comodidad superior, yo prefiero los fulares a otros cargadores cuando necesito cargar a Samuel por largo tiempo. Los fulares estirables son los cargadores más cómodos que he probado; son perfectos para recién nacidos y bebés pequeños. Los fulares tejidos son mejores para bebés más pesados y para cargar a la espalda porque la tela sujeta mejor. Estos pueden inclusive usarse para otros propósitos, como hamaca o toldo. Como lo mencioné anteriormente, uno puede fabricarse su propio fular fácilmente usando una sábana u otra pieza larga de tela, aunque una mejor calidad de tela se ajustará mejor. Yo he hecho un magnífico fular estirable en pocos minutos, simplemente cortando un pedazo de tela tipo microfibra (no se necesita coser).
Resumen
Aquí pongo algunos tipos de cargadores que han funcionado mejor para mí, a diferentes edades de mi hijo:
- De recién nacido a bebé que aún no se sienta (0-5 meses): bandolera de anillas con poco acolchado, bandolera de anillas sin acolchado, bandolera tipo bolsa (pouch), y fular estirable.
- Bebé que se sienta/gatea/empieza a caminar (5-12 meses): cargador de dos hombros (mochila o ABC) y fular tejido
- Párvulo (+1 año): bandolera de anillas para cargar al niño a la cadera, mochilas estructuradas, ABCs, y fular tejido para cargar al frente o a la espalda. He llegado a la conclusión de que ningún porta bebés será perfecto para todos los padres y todos los bebés. Al igual que con la ropa, hay que tomar en consideración muchos factores cuando se escoge el porta bebés para Ud: su talla y tipo de cuerpo (y el de su pareja, si quiere compartir el porta-bebés), el clima en el que vive, los gustos personales, y la edad del bebé y su temperamento. Afortunadamente, existen recursos (la mayoría de ellos gratuitos) disponibles en la web y a veces incluso a nivel local, a través de grupos de crianza natural (como La Liga de la Leche y NINO) que pueden ayudarlo en cualquier etapa durante el tiempo que dure la etapa en brazos. Nuestro hijo Samuel nunca encajó con la imagen del bebé “perfecto” que frecuentemente vemos en anuncios publicitarios-aquel que permanece contento, acostado solo en su cuna o asiento. Durante los primeros seis meses, él quería permanecer cargado la mayor parte del tiempo. Aunque algunas personas clasificarían esto como un comportamiento de alta demanda, esto debería ser rectificado. Yo me di cuenta de que esta era su forma de comunicarnos sus necesidades: su medio de supervivencia. La crianza en brazos nos permitió responder a sus necesidades manteniéndolo cerca de nosotros, feliz y seguro, mientras continuábamos con nuestra vida diaria. Esto también me permitió forjar un fuerte lazo de afecto con mi hijo desde el principio. Pero sobre todo, a mí, como padre, me parece algo natural, tal como lo ha sido durante generaciones de padres alrededor del mundo. Aunque la práctica de llevar al bebé no dure para siempre, ha sido definitivamente la decisión correcta para nosotros. No veo la hora de poder cargar a mis próximos hijos.
Por Paulus Wanandi. Original publicado en The baby wearer
Fotos: Un orgulloso superpapi porteador del foro de criandomultiples.info.
Fotos: Un orgulloso superpapi porteador del foro de criandomultiples.info.
Me alegro que descubrieras este suludable modo de llevar al bebe, disfrutalo que luego ya andan y ya no usan trapitos, lo digo por experiencia jejeje, pasanmos a llevarle en hombros.
ResponderEliminarSaludos
Me gusta éste superpapi porteador. :-) :-)
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