“No” es una palabra cargada de poder, rápida en los labios, fácil de decir. Tu hijo oirá esa palabra con mucha frecuencia, y tú la oirás de tu hijo también con frecuencia. Es necesario para un padre decir no a un niños, de forma que más tarde el niño pueda decirse no a sí mismo. Todos los niños y algunos adultos tienen dificultad para retrasar la gratificación. “Lo quiero ahora” es un deseo guía para los niños pequeños. Aprender a aceptar el no de otra persona es un preámbulo a aprender a decirse no a sí mismo. Lo que hace que los niños (y los adultos) se metan en problemas es una reacción impulsiva a un deseo. Es decir sí inmediatamente sin tomarse tiempo para hacer circular el deseo por tu “sensor” interno y considerar la necesidad de decirse no a sí mismos.. Aquí expongo cómo usar esa pequeña palabra, para dar mensajes positivos.
1-. HAZ UN BALANCE:
Demasiados noes o demasiados síes pueden torcer la autodisciplina de un niño. Es importante conseguir el balance correcto de síes y noes en el entorno de un niño. Si raramente dices no a tu hijo, las pocas veces que lo hagas, tu hijo se “desintegrará” porque no está habituado a la frutración. Si todo el día está lleno de noes, el niño creerá que el mundo es un sitio negativo, y crecerá siendo una persona negativa. El mundo real está siempre lleno de síes y noes. En algunos hogares, los niños aprenden pronto cual es el padre que dice sí, y cual el que dice no. Hasta los diez mandamientos tienen cosas que debes hacer y otras que no.
2-.LOS NO CRECEN:
El arte de decir no crece con su bebé. Durante el primer año, las necesidades de su bebé y sus deseos son lo mismo, así que serásusted básicamente un padre de “si”. Durante el segundo año, los deseos del bebé no siempre son seguros o saludables, así que serásusted un padre de sí y no. De los 9 a los 14 meses, el decir no es casi seguido, los llamamos noes de baja energía. Entre los 14 y los 18 meses, a medida que los bebés meten la directa, se frustran con facilidad, y fácilmente protestarán al intentar ser dirigidos en una dirección diferente de la que ellos quieren. En este momento, necesitarás noes de alta energia y soluciones alternativas creativas. Alrededor de los 18 meses es cuando decir no se puede convertir en un asunto a tener en cuenta. Los padres pueden empezar a transmitir una actitud de “así es la vida, y yo confío en que puedas con ella.”. Hacia los dos años, los niños son expertos en decir no.
3-. USE ALTERNATIVAS CREATIVAS AL NO:
Una mañana cuando tenía 18 meses, Lauren, que estaba atravesando una fase impulsiva, revoloteaba alrededor de la casa escalando todo y metiendose en todas partes. Se estaba poniendo en peligro y revolviendo toda la casa. Tras el no número 20, yo estaba cansado de oir esa palabra, y mi hija también. En la pared de la habitación de uno de mis hijos hay un poster en el que un gatito atrapado por una pata en lo alto de un arbol dice: “señor, protégeme de mí mismo”. Mi hija necesitaba ser protegida de su propia impulsividad. Necesitaba un cambio de aires. Pasamos el resto del día fuera de casa. Los parques y áreas de juego proveen un espacio y un lugar de síes en el que correr y escalar. Si te encuentrasusted con un niño pequeño revoloteando de cosa en cosa y tú persiguiendole alrededor de la casa diciendo no, considera cambiar a algo más divertido: sal, llevate un libro, colócate en lugar seguro y déjale correr.
TIP DE DISCIPLINA: CUANTO MENOS NO, MEJOR EL DIA PASÓ.
4-. ENSEÑA SIGNOS DE PARAR:
Incluso en los meses tempranos debes enseñar al bebé a reconocer el lenguaje corporal que significa “para”. Su bebé necesita estar expuesto a estos signos de lenguaje corporal antes de oir la palabra no. El primer mordisco en tu pezón durante la lactancia, supondrá un signo de ¡ay! en su cara. La primera vez que tu bebé alcance algo peligroso, tu cara registrará alarma. Obtendrás mejores resultados de tus signos de “parar” si tu bebé está habituado al lenguaje corporal positivo, de forma que cualquier cambio le haga prestar atención. Tus noes serán mas eficaces con el niño pequeño si él ve un montón de lenguaje corporal positivo (mucha aprobación y orgullo, gestos de gusto y placer, contacto ocular, cosquillas y rostros iluminados que dicen”te quiero mucho, eres fantástico”).
Nos hemos dado cuenta de que los niños criados con apego, que pasan muchas horas en brazos y en contacto cara a cara, aprenden fácilmente a leer la cara de los padres y su lenguaje corporal. Tener mucho contacto y comunicación cara a cara en los primeros años hace la comunicación cara a cara más fácil en los años por venir. Algunos niños son tan impresionables por el lenguaje corporal que puedes obtener lo que deseas sin decir una palabra. Una madre expresiva de un niño pequeño apegado nos dijo: “habitualmente todo lo que tengo que hacer es mirar hacia ella con el ceño ligeramente fruncido, y para de comportarse mal”
5-. ENSEÑA SONIDOS DE PARAR:
Con frecuencia un cambio en tu humor o en tu lenguaje corporal no es suficiente para redirigir las acciones impulsivas. En este caso se necesitan palabras. Los niños aprenden pronto que parabras “educativas” conllevan más fuerza y demandan una respuesta más rápida. Y tambien qué tono de voz significa “tienes un problema” y cuales permiten cierta laxitud. Armate de una variedad de sonidos que signifiquen “detén lo que estás haciendo”. Elabora la intensidad del sonido en función de la gravedad del comportamiento. Reserva los sonidos realmente grandes para el peligro real.
6-. ENTRENA “LA MIRADA”:
Con frecuencia se puede corregir a un niño sin usar una palabra. He notado que los maestros en educación utilizan una mirada de desaprobación que para el comportamiento, pero preserva la autoestima del niño. Martha, después de educar a 8 hijos, ha perfeccionado “la mirada”: la cabeza ligeramente torcida, los ojos penetrantes. Exactamente la expesión facial que corresponde con las palabras “no me gusta lo que estás haciendo, te aprecio y sé que puedes hacerlo mejor”. Recuerda que tus ojos revelan lo que realmente estás pensando o sintiendo. Si lo que sientes es ira, eso será lo que el niño lea en sus ojos. Si reconoces que esto es lo que está pasando debes disculparse por la dureza del sentimiento que se está leyendo en tus ojos. Asegurate de que los signos y sonidos de “para” detienen los malos comportamientos, y no el crecimiento de la autoestima en tu hijo. Éste debe comprender que desapruebas el comportamiento y no al niño. Para estar seguro de que pones la nota correcta, tras “la mirada” haz un gesto cariñoso, una sonrisa o di: no me gustaba el comportamiento, pero tú sí me gustas.
7-. CREE ALTERNATIVAS A LA PALABRA NO:
Decir no constantemente hace que esta palabra pierda su fuerza. Como los sonidos de “para” sirven básicamente para proteger, intenta utilizar palabras qe se ajusten más específicamente a la situación. Por ejemplo, cuando un niño se acerca a la caja de las deposiciones del gato, tu primera reacción es decir ¡no!, pero seguido de una explicación: está sucio, te pondras malito. La proxima vez que lo haga ( y seguro que lo hará) en lugar de no, di solamente: está sucio, te pondrás malito. Esto y una expresión de disgusto en tu cara, ayudarán al niño a comprender el porqué del comportamiento que se espera, y la caja del gato perderá su atractivo(suponiendo que la caja del gato esté situada fuera de los trayectos habituales del niño, ya que la basura, así como la arena, son irresistibles en caso contrario). Los bebés empiezan a necesitar noes alrededor del sexto mes.
Un día nuestra hija de dos años apareció en nuestro estudio esgrimiendo una bolsa de cacahuetes. En lugar de arrancar los cacahuetes de su mano y gritar no, Mártha miró a a Lauren directamente a los ojos, y con mucha calma le dijo: "no para Lauren". Su tono de voz y su mirada detuvieron a Lauren en sus pasos. Martha tomó a Lauren en brazos y (aún con los cacahuetes en la mano) se dirigió con ella a la despensa, donde le proporcionó un aperitivo más seguro. Utilizando la frase estándar: "no para Lauren", y dandole una alternativa, Lauren no tuvo tiempo para pensar en retarnos o tener un berrinche, cosa que un no seguramente habría producido. En cualquier familia hay cosas que no son para los más peuqeños. Cuando utilizas esta frase con calma y consistencia desde bien temprano en la niñez, el pequeño comprende que le estás protegiendo.
El no es una palabra facil de decir. No requiere pensar previamente, y es automática, aunque irritante y opresiva. Decir “no puedes” comunica más y se utiliza con más reflexión, en situaciones en las que verdaderamente el bebé no debe seguir. Con esta expresión, estás protegiendo su mente y su cuerpo. En nuestra experiencia los bebés responden mejor al “para” que al “no” y detiene el comportamiento por un tiempo suficiente como para permitirte elaborar otras estrategias. "Para" es protector antes que punitivo. El no invita a una lucha de voluntades, pero incluso los bebés muy cabezotas habitualmente se detendrán un momento al escuchar la palabra “para”, para evaluarla. Estos mismos niños habitualmente ignoran el no si lo han escuchado miles de veces antes. Pero incluso la palabra “para” pierde su poder si se utiliza con demasiada frecuencia.
8-. UTILICE “LA VOZ”:
Además de perfeccionar “la mirada”, reserve un tono de voz especial para aquella ocasiones en que es importante hacerse escuchar. Una educadora veterana compartió con nosotros su secreto: "yo soy una madre de buen compás, pero mis hijos conocen tan sólo por mi tono de voz cuándo han traspasado la línea. Un día mi hija de dos años estaba comportandose mal y mi hijo de cuatro años le dijo: no juegues con mamá cuando habla así."
9-.PROPORCIONE SUSTITUTOS POSITIVOS:
Presenta un positivo con su negativa: no puedes coger el cuchillo, pero sí la cuchara. Utiliza una expresión de convencimiento para “vender” el "puedes hacer" y ablandar el "no puedes". No puedes cruzar la calle, dices con un tono apropiado a las circunstancias, y después di cuidadosamente: pero puedes ayudar a mamá a barrer el porche. Debe haber un poco de marketing creativo en cada madre.
10-. EVITA SITUACIONES ENGORROSAS:
Si llevas a tu hijo a una tienda de juguetes a comprar algo para el cumpleaños de un amigo, se consciente de que está acercandose a una confrontación, ya que tu hijo puede querer comprar todo lo que vea en la tienda. Para evitar el "no, no puedes tener ese juguete" antes de entrar explicale que estáis en la tineda para comprar un juguete para su amigo y no para él. De este modo estará preparado para no pedir un juguete.
11-. NO TAMBIÉN ES UNA PALABRA DE NIÑOS
Estate preparado para ser tú quien reciba la palabra no. Nuestra hija de dos años acaba de salir corriendo por la puerta, le pedimos que vuelva y ella chilla ¡no!. Tu primera reacción será: esta pequeña ardilla no me va a responder de esta manera, le enseñare quien manda aquí. Comprender que hay detrás de esa niña de dos años y de esa palabra de dos letras, te ayudará a aceptar este comportamiento normal en un niño pequeño. No te tome ese no como algo personal. Decir que no es saludable para el dasarrollo normal del niño y para establecer su identidad como individuo. No se trata de un desafío ni de un rechazo de su autoridad. Algunos padres sienten que no pueden tolerar ningún no en absoluto de sus hijos, pensando que esto socava su autoridad. Se enfadan interrumpiendo un importante proceso de autoafirmación. Los niños tienen que experimentar dónde termina su madre y dónde empiezan ellos. Los padres pueden aprender a respetar los deseos individuales y seguir estando al cargo y manteniendo los límites. A medida que tu hijo se hace mayor, la habilidad de pasar ciertas situaciones (robar, engañar, drogas…) dependerá de su habilidad para decir no.
A los 18 meses, Lauren tenia asumido que no significaba que nosotros queríamos que detuviera lo que estuviera haciendo. Un día estaba jugando felizmente con agua en el fregadero de la cocina. Cuando vio que me aproximaba y anticipando que yo le prohibiría el juego, emitió un enfático “¡no papá!”. Lauren había marcado su territorio, y concluido que tenía derecho a hacer aquello. Su "no" significaba que estaba preservando su espacio.
12-. USE UN NO DIVERTIDO:
Una tarde Marta y yo entramos en la habitación de la televisión y encontramos a mi hijo pequeño y un amigo viendo una vídeo que sus hermanos mayores habían estado viendo el día anterior. Al echar un vistazo a la cinta me di cuenta de que no me gustaba que la vieran, y en cualquier caso era la hora de jugar en la calle. así que en un momento de inspiración, mientras apagaba la televisión, me lancé a un monólogo imitando los gestos y la voz del protagonista. Debí hacer un buen trabajo de imitación, porque se quedaron los dos mirándome con los ojos como platos, como si no fueran capaces de creer que su madre estuviera así de loca. Los dos saltaron del sofá y se dirigieron a la puerta, riéndose aún, mientras el personaje les decía que buscaran algo mejor que hacer.
13-.PERSONALICE EL NO:
Estamos convencidos de que Lauren está destinada a las relaciones publicas: Su “no papá” es la forma diplomática de decir no. Añadiendo “papá” personalizó su mensaje. Mejor que recibir un no dictatorial, añadimos el nombre del niño. Si tienes tendencia a gritar, añadir el nombre suaviza algo el tono, y transmite respeto al interlocutor.
14-. TENGA UN DÍA DE “SI”
Una madre me confesó: no me gusta lo que me está pasando: me gusta ser madre pero pasamos el día entero discutiendo los dos. A Andrew no le importa que yo le diga que haga la cosa más sencilla, así que siento que estoy enfadada todo el tiempo. Me gustaría ser una madre más feliz. Le pedí que le dijera a su hijo exactamente lo que deseaba: ser una madre más feliz, o bien que le diera a escoger: ¿que prefieres una mamá feliz o una mamá enfadada?. Para ayudar a ser una mamá feliz sugiere un día de “si”: cada vez que digas que sí, mamá (o él ) ponen un sí en un tablero. y cuando hay más síes que noes, verás cómo mamá es mucho más feliz., y haremos algo especial juntos.
15-. SE CONSIDERADO
Cuando es necesario detener un comportamiento no hay razón para ser rudo. Por ejemplo: tu bebé acaba de descubrir que el rollo de cinta adhesiva que alguien ha dejado a su alcance es un juguete estupendo, en lugar de abalanzarte sobre el y arrancárselo de las manos, haciéndole llorar, puedes tomarte unos instantes, explorar el objeto con el bebé, decirle después adiós y alejar al niño a una distancia prudente de tan atractivo objeto, proporcionándole una actividad más adecuada para su edad a cambio.
16-. CUANDO LO DIGAS HAZLO CON INTENCIÓN:
Siga sus propias directivas. Durante meses le dijimos a Lauren que para que le contáramos su cuento tenía que lavarse previamente los dientes. Durante meses funcionó, unas veces con facilidad y otras con más resistencia. Una noche decidió ponerme a prueba. Por su gesto me di cuenta de que ese día no funcionarían la “coacción” ni el humor. Así que, apagué las luces mientras decía con calma: de acuerdo, hoy no hay cuento. Tras esto, nunca más cuestiono el cepillado dental.
17-. ERES UNA MADRE QUE NO PUEDE DECIR “NO”
En su preocupación por darle a su hijo todo lo que necesita, algunos padres caen en el error de darle todo lo que quiere, siendo el no un extraño en su estilo de educación.
Es importante que una madre se sienta cómoda diciendo no a su pequeño desde el principio. En realidad esto comienza cuando se enseña al bebé a prenderse correctamente al pecho, para que pueda alimentarse adecuadamente, y evitar las grietas, o cuando el bebé muerde el pezón. Algunas madres no pueden hacer esto. Tienen miedo de ser asertivas por no hacer llorar a su bebé. Prefieren permitir que el bebé lo haga mal, y tirar con el dolor. Al decirle que no, porque hace daño, estás comenzando a enseñarle limites. El no dicho en serio comienza cuando es un niño pequeño (toddler: desde los 18 meses más o menos). Más allá del decir no hay otras vías para comunicar que algo no es seguro o apropiado. Cuando una madre dice detente, o deja eso, o no es seguro. o cuando redirige físicamente al niño a otra actividad, está modificando gentilmente el comportamiento y enseñando límites. Con cualquier terminología, decir no no tiene que ser una cosa negativa, también es una forma de dar, y requiere mucho esfuerzo. Las madres que son incapaces de decir no, tendrán un grave problema al final del camino.
Cuando una madre dice no en los momentos apropiados, con confianza, firmeza y con amor, esto no amedrenta al niño. Puede disgustarle unos minutos, ya que no le gusta oír para o espera.
18-. CUANDO UN NIÑO NO ACEPTA EL NO
Algunos niños, especialmente aquellos algo testarudos, pueden tratar de desgastar a sus padres. Están convencidos de que deben tener algo y si no su mundo no puede seguir. E insitirán continuamente hasta obtener un sí. Esto es educación fallida. Escucha atentamente a tu hijo. Si su petición puede ser razonable, muestrate dispuesto a negociar. Alguna vez puedes darte cuenta de que es sabio cambiar de opinión después de haber dicho que no. Tú deseas que tu hijo entienda que cuando dice no quiere decir no, pero también deseas mostrarse cercano y flexible. En este caso ayuda detener el no hasta haber escuchado cuidadosamente a tu hijo. Si percibes que tu hijo se enfada de forma inusual por una negativa tuya, escucha su punto de vista.
Dr. Sears (Attachment Parenting) http://www.askdrsears.com/. Traducido por Soledad González1-. HAZ UN BALANCE:
Demasiados noes o demasiados síes pueden torcer la autodisciplina de un niño. Es importante conseguir el balance correcto de síes y noes en el entorno de un niño. Si raramente dices no a tu hijo, las pocas veces que lo hagas, tu hijo se “desintegrará” porque no está habituado a la frutración. Si todo el día está lleno de noes, el niño creerá que el mundo es un sitio negativo, y crecerá siendo una persona negativa. El mundo real está siempre lleno de síes y noes. En algunos hogares, los niños aprenden pronto cual es el padre que dice sí, y cual el que dice no. Hasta los diez mandamientos tienen cosas que debes hacer y otras que no.
2-.LOS NO CRECEN:
El arte de decir no crece con su bebé. Durante el primer año, las necesidades de su bebé y sus deseos son lo mismo, así que serásusted básicamente un padre de “si”. Durante el segundo año, los deseos del bebé no siempre son seguros o saludables, así que serásusted un padre de sí y no. De los 9 a los 14 meses, el decir no es casi seguido, los llamamos noes de baja energía. Entre los 14 y los 18 meses, a medida que los bebés meten la directa, se frustran con facilidad, y fácilmente protestarán al intentar ser dirigidos en una dirección diferente de la que ellos quieren. En este momento, necesitarás noes de alta energia y soluciones alternativas creativas. Alrededor de los 18 meses es cuando decir no se puede convertir en un asunto a tener en cuenta. Los padres pueden empezar a transmitir una actitud de “así es la vida, y yo confío en que puedas con ella.”. Hacia los dos años, los niños son expertos en decir no.
3-. USE ALTERNATIVAS CREATIVAS AL NO:
Una mañana cuando tenía 18 meses, Lauren, que estaba atravesando una fase impulsiva, revoloteaba alrededor de la casa escalando todo y metiendose en todas partes. Se estaba poniendo en peligro y revolviendo toda la casa. Tras el no número 20, yo estaba cansado de oir esa palabra, y mi hija también. En la pared de la habitación de uno de mis hijos hay un poster en el que un gatito atrapado por una pata en lo alto de un arbol dice: “señor, protégeme de mí mismo”. Mi hija necesitaba ser protegida de su propia impulsividad. Necesitaba un cambio de aires. Pasamos el resto del día fuera de casa. Los parques y áreas de juego proveen un espacio y un lugar de síes en el que correr y escalar. Si te encuentrasusted con un niño pequeño revoloteando de cosa en cosa y tú persiguiendole alrededor de la casa diciendo no, considera cambiar a algo más divertido: sal, llevate un libro, colócate en lugar seguro y déjale correr.
TIP DE DISCIPLINA: CUANTO MENOS NO, MEJOR EL DIA PASÓ.
4-. ENSEÑA SIGNOS DE PARAR:
Incluso en los meses tempranos debes enseñar al bebé a reconocer el lenguaje corporal que significa “para”. Su bebé necesita estar expuesto a estos signos de lenguaje corporal antes de oir la palabra no. El primer mordisco en tu pezón durante la lactancia, supondrá un signo de ¡ay! en su cara. La primera vez que tu bebé alcance algo peligroso, tu cara registrará alarma. Obtendrás mejores resultados de tus signos de “parar” si tu bebé está habituado al lenguaje corporal positivo, de forma que cualquier cambio le haga prestar atención. Tus noes serán mas eficaces con el niño pequeño si él ve un montón de lenguaje corporal positivo (mucha aprobación y orgullo, gestos de gusto y placer, contacto ocular, cosquillas y rostros iluminados que dicen”te quiero mucho, eres fantástico”).
Nos hemos dado cuenta de que los niños criados con apego, que pasan muchas horas en brazos y en contacto cara a cara, aprenden fácilmente a leer la cara de los padres y su lenguaje corporal. Tener mucho contacto y comunicación cara a cara en los primeros años hace la comunicación cara a cara más fácil en los años por venir. Algunos niños son tan impresionables por el lenguaje corporal que puedes obtener lo que deseas sin decir una palabra. Una madre expresiva de un niño pequeño apegado nos dijo: “habitualmente todo lo que tengo que hacer es mirar hacia ella con el ceño ligeramente fruncido, y para de comportarse mal”
5-. ENSEÑA SONIDOS DE PARAR:
Con frecuencia un cambio en tu humor o en tu lenguaje corporal no es suficiente para redirigir las acciones impulsivas. En este caso se necesitan palabras. Los niños aprenden pronto que parabras “educativas” conllevan más fuerza y demandan una respuesta más rápida. Y tambien qué tono de voz significa “tienes un problema” y cuales permiten cierta laxitud. Armate de una variedad de sonidos que signifiquen “detén lo que estás haciendo”. Elabora la intensidad del sonido en función de la gravedad del comportamiento. Reserva los sonidos realmente grandes para el peligro real.
6-. ENTRENA “LA MIRADA”:
Con frecuencia se puede corregir a un niño sin usar una palabra. He notado que los maestros en educación utilizan una mirada de desaprobación que para el comportamiento, pero preserva la autoestima del niño. Martha, después de educar a 8 hijos, ha perfeccionado “la mirada”: la cabeza ligeramente torcida, los ojos penetrantes. Exactamente la expesión facial que corresponde con las palabras “no me gusta lo que estás haciendo, te aprecio y sé que puedes hacerlo mejor”. Recuerda que tus ojos revelan lo que realmente estás pensando o sintiendo. Si lo que sientes es ira, eso será lo que el niño lea en sus ojos. Si reconoces que esto es lo que está pasando debes disculparse por la dureza del sentimiento que se está leyendo en tus ojos. Asegurate de que los signos y sonidos de “para” detienen los malos comportamientos, y no el crecimiento de la autoestima en tu hijo. Éste debe comprender que desapruebas el comportamiento y no al niño. Para estar seguro de que pones la nota correcta, tras “la mirada” haz un gesto cariñoso, una sonrisa o di: no me gustaba el comportamiento, pero tú sí me gustas.
7-. CREE ALTERNATIVAS A LA PALABRA NO:
Decir no constantemente hace que esta palabra pierda su fuerza. Como los sonidos de “para” sirven básicamente para proteger, intenta utilizar palabras qe se ajusten más específicamente a la situación. Por ejemplo, cuando un niño se acerca a la caja de las deposiciones del gato, tu primera reacción es decir ¡no!, pero seguido de una explicación: está sucio, te pondras malito. La proxima vez que lo haga ( y seguro que lo hará) en lugar de no, di solamente: está sucio, te pondrás malito. Esto y una expresión de disgusto en tu cara, ayudarán al niño a comprender el porqué del comportamiento que se espera, y la caja del gato perderá su atractivo(suponiendo que la caja del gato esté situada fuera de los trayectos habituales del niño, ya que la basura, así como la arena, son irresistibles en caso contrario). Los bebés empiezan a necesitar noes alrededor del sexto mes.
Un día nuestra hija de dos años apareció en nuestro estudio esgrimiendo una bolsa de cacahuetes. En lugar de arrancar los cacahuetes de su mano y gritar no, Mártha miró a a Lauren directamente a los ojos, y con mucha calma le dijo: "no para Lauren". Su tono de voz y su mirada detuvieron a Lauren en sus pasos. Martha tomó a Lauren en brazos y (aún con los cacahuetes en la mano) se dirigió con ella a la despensa, donde le proporcionó un aperitivo más seguro. Utilizando la frase estándar: "no para Lauren", y dandole una alternativa, Lauren no tuvo tiempo para pensar en retarnos o tener un berrinche, cosa que un no seguramente habría producido. En cualquier familia hay cosas que no son para los más peuqeños. Cuando utilizas esta frase con calma y consistencia desde bien temprano en la niñez, el pequeño comprende que le estás protegiendo.
El no es una palabra facil de decir. No requiere pensar previamente, y es automática, aunque irritante y opresiva. Decir “no puedes” comunica más y se utiliza con más reflexión, en situaciones en las que verdaderamente el bebé no debe seguir. Con esta expresión, estás protegiendo su mente y su cuerpo. En nuestra experiencia los bebés responden mejor al “para” que al “no” y detiene el comportamiento por un tiempo suficiente como para permitirte elaborar otras estrategias. "Para" es protector antes que punitivo. El no invita a una lucha de voluntades, pero incluso los bebés muy cabezotas habitualmente se detendrán un momento al escuchar la palabra “para”, para evaluarla. Estos mismos niños habitualmente ignoran el no si lo han escuchado miles de veces antes. Pero incluso la palabra “para” pierde su poder si se utiliza con demasiada frecuencia.
8-. UTILICE “LA VOZ”:
Además de perfeccionar “la mirada”, reserve un tono de voz especial para aquella ocasiones en que es importante hacerse escuchar. Una educadora veterana compartió con nosotros su secreto: "yo soy una madre de buen compás, pero mis hijos conocen tan sólo por mi tono de voz cuándo han traspasado la línea. Un día mi hija de dos años estaba comportandose mal y mi hijo de cuatro años le dijo: no juegues con mamá cuando habla así."
9-.PROPORCIONE SUSTITUTOS POSITIVOS:
Presenta un positivo con su negativa: no puedes coger el cuchillo, pero sí la cuchara. Utiliza una expresión de convencimiento para “vender” el "puedes hacer" y ablandar el "no puedes". No puedes cruzar la calle, dices con un tono apropiado a las circunstancias, y después di cuidadosamente: pero puedes ayudar a mamá a barrer el porche. Debe haber un poco de marketing creativo en cada madre.
10-. EVITA SITUACIONES ENGORROSAS:
Si llevas a tu hijo a una tienda de juguetes a comprar algo para el cumpleaños de un amigo, se consciente de que está acercandose a una confrontación, ya que tu hijo puede querer comprar todo lo que vea en la tienda. Para evitar el "no, no puedes tener ese juguete" antes de entrar explicale que estáis en la tineda para comprar un juguete para su amigo y no para él. De este modo estará preparado para no pedir un juguete.
11-. NO TAMBIÉN ES UNA PALABRA DE NIÑOS
Estate preparado para ser tú quien reciba la palabra no. Nuestra hija de dos años acaba de salir corriendo por la puerta, le pedimos que vuelva y ella chilla ¡no!. Tu primera reacción será: esta pequeña ardilla no me va a responder de esta manera, le enseñare quien manda aquí. Comprender que hay detrás de esa niña de dos años y de esa palabra de dos letras, te ayudará a aceptar este comportamiento normal en un niño pequeño. No te tome ese no como algo personal. Decir que no es saludable para el dasarrollo normal del niño y para establecer su identidad como individuo. No se trata de un desafío ni de un rechazo de su autoridad. Algunos padres sienten que no pueden tolerar ningún no en absoluto de sus hijos, pensando que esto socava su autoridad. Se enfadan interrumpiendo un importante proceso de autoafirmación. Los niños tienen que experimentar dónde termina su madre y dónde empiezan ellos. Los padres pueden aprender a respetar los deseos individuales y seguir estando al cargo y manteniendo los límites. A medida que tu hijo se hace mayor, la habilidad de pasar ciertas situaciones (robar, engañar, drogas…) dependerá de su habilidad para decir no.
A los 18 meses, Lauren tenia asumido que no significaba que nosotros queríamos que detuviera lo que estuviera haciendo. Un día estaba jugando felizmente con agua en el fregadero de la cocina. Cuando vio que me aproximaba y anticipando que yo le prohibiría el juego, emitió un enfático “¡no papá!”. Lauren había marcado su territorio, y concluido que tenía derecho a hacer aquello. Su "no" significaba que estaba preservando su espacio.
12-. USE UN NO DIVERTIDO:
Una tarde Marta y yo entramos en la habitación de la televisión y encontramos a mi hijo pequeño y un amigo viendo una vídeo que sus hermanos mayores habían estado viendo el día anterior. Al echar un vistazo a la cinta me di cuenta de que no me gustaba que la vieran, y en cualquier caso era la hora de jugar en la calle. así que en un momento de inspiración, mientras apagaba la televisión, me lancé a un monólogo imitando los gestos y la voz del protagonista. Debí hacer un buen trabajo de imitación, porque se quedaron los dos mirándome con los ojos como platos, como si no fueran capaces de creer que su madre estuviera así de loca. Los dos saltaron del sofá y se dirigieron a la puerta, riéndose aún, mientras el personaje les decía que buscaran algo mejor que hacer.
13-.PERSONALICE EL NO:
Estamos convencidos de que Lauren está destinada a las relaciones publicas: Su “no papá” es la forma diplomática de decir no. Añadiendo “papá” personalizó su mensaje. Mejor que recibir un no dictatorial, añadimos el nombre del niño. Si tienes tendencia a gritar, añadir el nombre suaviza algo el tono, y transmite respeto al interlocutor.
14-. TENGA UN DÍA DE “SI”
Una madre me confesó: no me gusta lo que me está pasando: me gusta ser madre pero pasamos el día entero discutiendo los dos. A Andrew no le importa que yo le diga que haga la cosa más sencilla, así que siento que estoy enfadada todo el tiempo. Me gustaría ser una madre más feliz. Le pedí que le dijera a su hijo exactamente lo que deseaba: ser una madre más feliz, o bien que le diera a escoger: ¿que prefieres una mamá feliz o una mamá enfadada?. Para ayudar a ser una mamá feliz sugiere un día de “si”: cada vez que digas que sí, mamá (o él ) ponen un sí en un tablero. y cuando hay más síes que noes, verás cómo mamá es mucho más feliz., y haremos algo especial juntos.
15-. SE CONSIDERADO
Cuando es necesario detener un comportamiento no hay razón para ser rudo. Por ejemplo: tu bebé acaba de descubrir que el rollo de cinta adhesiva que alguien ha dejado a su alcance es un juguete estupendo, en lugar de abalanzarte sobre el y arrancárselo de las manos, haciéndole llorar, puedes tomarte unos instantes, explorar el objeto con el bebé, decirle después adiós y alejar al niño a una distancia prudente de tan atractivo objeto, proporcionándole una actividad más adecuada para su edad a cambio.
16-. CUANDO LO DIGAS HAZLO CON INTENCIÓN:
Siga sus propias directivas. Durante meses le dijimos a Lauren que para que le contáramos su cuento tenía que lavarse previamente los dientes. Durante meses funcionó, unas veces con facilidad y otras con más resistencia. Una noche decidió ponerme a prueba. Por su gesto me di cuenta de que ese día no funcionarían la “coacción” ni el humor. Así que, apagué las luces mientras decía con calma: de acuerdo, hoy no hay cuento. Tras esto, nunca más cuestiono el cepillado dental.
17-. ERES UNA MADRE QUE NO PUEDE DECIR “NO”
En su preocupación por darle a su hijo todo lo que necesita, algunos padres caen en el error de darle todo lo que quiere, siendo el no un extraño en su estilo de educación.
Es importante que una madre se sienta cómoda diciendo no a su pequeño desde el principio. En realidad esto comienza cuando se enseña al bebé a prenderse correctamente al pecho, para que pueda alimentarse adecuadamente, y evitar las grietas, o cuando el bebé muerde el pezón. Algunas madres no pueden hacer esto. Tienen miedo de ser asertivas por no hacer llorar a su bebé. Prefieren permitir que el bebé lo haga mal, y tirar con el dolor. Al decirle que no, porque hace daño, estás comenzando a enseñarle limites. El no dicho en serio comienza cuando es un niño pequeño (toddler: desde los 18 meses más o menos). Más allá del decir no hay otras vías para comunicar que algo no es seguro o apropiado. Cuando una madre dice detente, o deja eso, o no es seguro. o cuando redirige físicamente al niño a otra actividad, está modificando gentilmente el comportamiento y enseñando límites. Con cualquier terminología, decir no no tiene que ser una cosa negativa, también es una forma de dar, y requiere mucho esfuerzo. Las madres que son incapaces de decir no, tendrán un grave problema al final del camino.
Cuando una madre dice no en los momentos apropiados, con confianza, firmeza y con amor, esto no amedrenta al niño. Puede disgustarle unos minutos, ya que no le gusta oír para o espera.
18-. CUANDO UN NIÑO NO ACEPTA EL NO
Algunos niños, especialmente aquellos algo testarudos, pueden tratar de desgastar a sus padres. Están convencidos de que deben tener algo y si no su mundo no puede seguir. E insitirán continuamente hasta obtener un sí. Esto es educación fallida. Escucha atentamente a tu hijo. Si su petición puede ser razonable, muestrate dispuesto a negociar. Alguna vez puedes darte cuenta de que es sabio cambiar de opinión después de haber dicho que no. Tú deseas que tu hijo entienda que cuando dice no quiere decir no, pero también deseas mostrarse cercano y flexible. En este caso ayuda detener el no hasta haber escuchado cuidadosamente a tu hijo. Si percibes que tu hijo se enfada de forma inusual por una negativa tuya, escucha su punto de vista.
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