Es una fase de desarrollo físico acelerado: se triplica el peso de nacimiento, se duplica la talla y el perímetro cefálico alcanza el 50% del de adulto.
La alimentación
La alimentación ocupa un papel principal en la vida del recién nacido. La succión, además de un instinto natural para la satisfacción alimenticia, es una fuente de placer y de descarga de tensiones internas.
- La leche materna es por sí solo el mejor alimento y bebida que puede darse a un bebé menor de seis meses de edad, no precisa ningún otro alimento o bebida, durante ese periodo. Contribuye a proteger a bebés y niños pequeños frente a enfermedades y reforzar el vínculo entre madre-hijo, favoreciendo la salud de la mujer y el distanciamiento de los embarazos, en determinadas condiciones. Para iniciar la lactancia natural conviene iniciarla en la 1ª hora tras el parto y los recién nacidos deben estar cerca de sus madres. Casi todas las mujeres pueden amamantar a sus bebés, sólo precisan de un adecuado sostén de profesionales capacitados y del medio familiar y social, pudiendo continuarla junto con otros alimentos adecuados a la edad todo el tiempo que madre e hijo deseen.
- La alimentación con leche artificial, para aquellas mujeres que opten por ella, debe realizarse en condiciones higiénicas y los sucedáneos deben ser los adecuados para la edad y salud del bebé, teniendo muy presente las recomendaciones médicas en este sentido.
- A partir de los 6 meses se introducen lenta y paulatinamente otros alimentos adecuados para su edad, favoreciendo la actitud de tocar y coger los alimentos con la mano.
- El apetito disminuye al final del primer año y de forma progresiva en los dos años siguientes: el peso aumenta en dos kilos y medio aproximadamente en el segundo año, dos kilos el tercer año y unos 17 centímetros en estos últimos. Se favorece una adecuada alimentación en esta etapa, si se respetan las necesidades individuales de cada niño, no forzando la ingesta y ofreciendo una dieta variada que evite las golosinas, bollería y zumos. Como medida de apoyo institucional en este terreno están desarrollados la atención pediátrica hospitalaria y el Programa de Atención al Niño Sano, que se realiza en los centros de salud.
El sueño
El sueño en esta etapa es distinto del de la vida adulta, al contrario que éste el 80 % del sueño es ligero, de ahí los frecuentes despertares nocturnos, además de la necesidad de siestas diurnas.
- Los problemas que muchos padres plantean sobre el sueño de sus hijos en sus primeros años, derivan en mayor medida de un problema de expectativas poco realistas sobre sus hábitos y la dificultad de armonizarlos con los restantes miembros de la familia incorporados al ritmo de vida social y productivo. Las razones culturales parecen pesar en determinadas recomendaciones que invitan a forzar la adquisición de hábitos de sueño “adulto” en niños de temprana edad, así como a no satisfacer sus necesidades de compañía si las hubiera, pudiendo resultar en un conflicto de sentimientos niños-padres.
- Para prevenir el Síndrome de Muerte Súbita en el Lactante (en los primeros seis meses de vida), muerte atribuida cuando no existe accidente ni enfermedad diagnosticada que la justifique y generalmente atribuible a un fallo respiratorio, se recomienda dormir cerca del bebé, no arroparle excesivamente, si es posible amamantarlo y no exponerlo a humo.
La higiene
La higiene incluye varios conceptos.
- La ropa y calzado deben permitir la libertad de movimientos, evitando el abrigo excesivo y siendo respetuoso con su desarrollo psicomotor.
- La higiene corporal depende básicamente de los cuidadores principales aunque entre el primer y el segundo año se pueden favorecer lavarse las manos, dientes de forma autónoma y aprovechando su natural imitación a los adultos que les rodean.
- La higiene de la vivienda y entorno deben favorecer ambientes exentos de suciedad, gérmenes, parásitos, roedores...., esto incluye los espacios de juego en el medio urbano o rural y los de guarderías o escuelas infantiles.
La actividad física
La actividad física y la necesidad de ejercicio evoluciona enormemente a lo largo de esta etapa, pasando de la ausencia de movimientos voluntarios al total dominio de la marcha antes de los tres años.
- Los primeros 6 meses desde la total/parcial ausencia de movimientos voluntarios, se favorecerá el intercambio amoroso en los cuidados al bebé; sin apuros ni imposiciones respetando sus necesidades y favoreciendo el descubrimiento de las partes y límites de su cuerpo: manos, pies,...
- Con la aparición de los movimientos voluntarios se puede favorecer el desarrollo de los grandes movimientos motores, evitando la intervención del adulto y proporcionando libertad de movimientos en el espacio, mediante: acostar boca arriba sobre manta en el piso, favoreciendo el volteo, después el arrastre y progresivamente la posición semisentada con la posibilidad de manipulación de objetos, hasta lograr el gateo y deseo de incorporarse.
- Posteriormente y entre los 12-15 meses comienzan los primeros pasos por su propia iniciativa, primero unos pocos pero tras 1-2 semanas adquieren la marcha segura.
- Entre el 1er y 2º año se muestran muy activos en la conquista de su autonomía, surgiendo la necesidad de espacios libres y el contacto con elementos naturales: agua, tierra, plantas, animales,....
La necesidad de protección
La necesidad de protección incluye importantes medidas de prevención:
- Organización doméstica que facilite el cuidado del bebé los primeros meses y adecuada a la seguridad en las fases de exploración y autonomía (eliminando muebles, agentes tóxicos,...).
- Dispositivos adecuados y presencia de adultos en el traslado en vehículos familiares o de guarderías y colegios.
- Espacios verdes y de juego libres de peligrosidad y basuras.
Helena Herrero, Mª Etelvina Suárez, Mª Eugenia Vigil
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