19 de febrero de 2013

La agitación del amamantamiento


Es fácil imaginarse que a una madre con experiencia en la lactancia, que ha ayudado a muchas mamás a resolver sus problemas, ya nada afectaría a sus experiencias personales con respecto al amamantamiento. Sin embargo hay que estar alerta, el fenómeno de la agitación del amamantamiento puede sucederle a cualquiera.

Tener una clara perspectiva de la agitación del amamantamiento puede ayudarte, ya sea para entender a una madre a la que estás apoyando o a ti misma si quieres amamantar en tándem. Lo siguiente es una adaptación de Adventures in Tandem Nursing: Breastfeeding during Pregnancy and Beyond, (Las Aventuras de la lactancia en tándem: lactancia durante el embarazo y más allá), la mas reciente publicación de la Liga de La Leche Internacional.

La agitación del amamantamiento no es divertida, y el embarazo parece ser la etapa específica para que se de la agitación del amamantamiento (afectando a más de una tercera parte de las mujeres que amamantan durante el embarazo). Algunas mujeres embarazadas pueden decir con exactitud en qué semana sintieron por primera vez la agitación, y a pesar de que varía mucho de madre a madre, parece ser que a mediados del embarazo es cuando se inicia en la mayoría de las personas. Para muchas mujeres la agitación disminuye al final del embarazo, mientras que para otras este parece ser el periodo en que es más intensa. De cualquier manera, la agitación puede sucederle también a cualquier mamá que amamanta a un niño mayorcito inclusive sin que exista un nuevo embarazo.

Cuando se amamanta embarazada, la agitación puede ser motivada exclusivamente por la succión del niño mayorcito, o puede suceder solamente cuando los dos niños amamantan simultáneamente. las madres que amamantan en tándem y se quedan embarazadas parecen más propensas a sufrir esta agitación. En muchos casos la agitación puede no tener nada que ver, o muy poco con el embarazo o la lactancia en tándem.
El mayor fenómeno con el que me enfrenté fue muy inesperado. Me había preparado para tener sentimiento negativos hacia mi niño mayorcito cuando naciera mi nuevo bebé, pero no sucedió. Los tres tuvimos una maravillosa relación de lactancia. Después cuando mi hijo tenia un año y mi hija cono tres, mis sentimientos cambiaron. Amamantar a mi hija se convirtió en una experiencia terrible. Ella todavía tenía mucha necesidad de mamar y yo ya no podía mas. Me sentía incomoda, angustiada, y enojada cuando ella estaba al pecgi. Mis emociones y reacciones eran primarias y muy fuertes. --- Elisa, New York
La naturaleza precisa de la agitación varía enormemente de mujer a mujer. Algunas madres describen un sentimiento de irritación. 
Es casi imposible describir lo que se siente; es como si pudieras convertir el sonido de clavos contra una pizarra en una sensación física. Algunas veces la agitación me producía ganas de gritar a todo lo que dan mis pulmones, y al mismo tiempo dar vueltas en un circulo muy pequeño una y otra vez. --- Lisa, California
Para algunas es más como piel de gallina. 
Lo mejor que puedo hacer es decir que sentía como si tuviera insectos recorriendo todo mi cuerpo, y no me los pudiera sacudir. Comenzaba siendo una molestia y pronto se hacia intolerable. La gente me preguntaba, “¿Duele mucho?” , y yo pensaba, “ojalà” El dolor lo habría podido manejar. Esto iba mucho mas allá que el dolor, esto era rarísimo, muy extraño ---Barbara, Minesota 
Algunas veces es como si tuvieras tu mente en contra de ti y del bebé. 
Sentía una urgencia poderosísima de parar de amamantar inmediatamente. Era una reacción viseral, de las entrañas, como una comezón , que me ponía tensa, ansiosa, de malas y agitada. Era muy confuso, porque no sentía dolor, y yo estaba decidida a amamantar a mi hijo tanto tiempo como lo necesitara. El sentimiento solo venía cuando Jake amamantaba, y pronto desaparecía cuando el terminaba --- Sarah, Texas
La severidad de la reacción varía de ligera (“¿Por qué ya no disfruto al dar el pecho a mi hijo?”) a extrema (“¡Ahhhhhh! ¡Quítenme de aquí a este niño!”). Algunos le llaman repulsión a la lactancia. En ciertas ocasiones, las madres no se dan cuenta de la agitación hasta que el dolor del seno disminuye y el deseo de separarse persiste. 

La agitación del amamantamiento puede venir de nuestras raíces como mamíferos. La agresión maternal no es poco común en el mundo animal durante el tiempo de destete, y es posible que el embarazo haga que nuestros cuerpos piensen que es tiempo de destetar. 
Me sentí como mi perra de la niñez cuando destetó a sus perritos solo levantándose y caminando cada vez que querían amamantar. El sentimiento que tenía mientras lactaba embarazada solo se puede describir como “primario”, era tan instintivo huir de la lactancia que casi no me podía controlar. Sentía una urgencia muy fuerte de levantarla, quitarla del medio y salir corriendo lejos de ella. De ninguna manera estaba preparada para eso y me sentía como la peor madre del planeta. Después de mi experiencia, he hecho una encuesta informal ente mis colíderes y otras mamás de LLL que amamantaron durante el embarazo, y la mayoría experimentaron emociones negativas muy poderosas al amamantar estando embarazadas. ---Kelly, Georgia
Las historias de las madres acerca de la agitación nos dejan claro que esta no es un reflejo de la relación de la madre con el hijo y ni siquiera de sus sentimientos acerca de la lactancia. Parece ser una instancia en que la sabiduría del cuerpo y la conciencia personal son muy útiles. ¿Es posible que formas alternativas de acurrucarnos con el niño pudieran ayudar a la relación de la madre con su hijo? ¿Es que la madre está agotada? Se sugiere que trate de alimentarse mejor, descansar más, y que pase más tiempo a solas. Recuérdale que haga todo lo que le sea posible para consentirse a sí misma, ¡a nadie le hace daño! Una madre se dio cuenta de que incluso un pequeño descanso de la lactancia representa una gran diferencia. 
Me di cuenta de que levantarme y caminar durante algunos segundos me ayudaba a recobrar un sentido de paz. ---Helene, Ontario, Canadá 
Extraído de "Adventures in Tandem Nursing: Breastfeeding during Pregnancy and Beyond" de Hilary Flower.

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