13 de enero de 2012

Los niños y el sexo



Al llegar a cierta edad (o en algunos casos motivado por un embarazo de mamá o algo que vieron en la tele y les impresionó) los niños sienten una curiosidad natural por conocer su cuerpo y sus funciones, apropiárselo y reconocerlo. Hablamos de niños de cuatro/cinco años.
Y es que el cuerpo genera muchas dudas: las diferencias anatómicas entre él y otros niños y niñas, el cuerpo de papá y mamá, los tamaños de los genitales, su aspecto y sus funciones.... son asuntos que suscitan un gran interés en los pequeños.
Y aunque parezca que a esta edad ya saben mucho, en materia de sexo todavía tienen lagunas: " Todavía recuerdo -confiesa Juan Antonio, un papá de 34 años- que en el colegio estuvimos meses sin hablar a un compañero de clase porque un día se le ocurrió comunicarnos que las niñas no tenían pene: todos los demás pensamos unánimemente que era un mentiroso!!" .

El sexo es un tema delicado para los padres. Muchos se sienten incómodos hablando "esos" temas, mientras que otros no sáben dónde poner los límites de la información que se da al pequeño... y acaban dándo más información de la que el niño comprende.
En ocasiones el colegio asume la tarea de proporcionar a los pequeños una buena educación sexual, pero la labor que pueden hacer los padres en este terreno es realmente importante.

La educación sexual que se proporciona al niño influye en la forma en se aceptará a sí mismo el día de mañana, como hombre o como mujer heterosexual u homosexual, en la forma de aceptar y cuidar de su cuerpo, en el trato con el otro género y el propio y en la responsabilidad con la que se asumirán las relaciones sexuales y de procreación.

Ante sus preguntas, hay que comprender:

-Cuál es la inquietud del niño (la de verdad): No hay fórmulas mágicas, pero el primer paso para educar a los niños en temas de sexo es escuchar atentamente sus preguntas y adivinar sus inquietudes... y leer entre líneas, pues muchas veces no preguntan de forma directa, sino que aluden a temas "paralelos" : por qué los perritos se huelen entre ellos, por qué las mujeres llevan ropa diferente de los hombres...

-De dónde vienen sus dudas: Los niños son juguetones y curiosos, pero eso es todo. La curiosidad infantil poco o nada tiene que ver con la picardía de los adultos: no seamos malpensados. Sus dudas normalmente responden a informacion que proviene de su entorno (el embarazo de mamá, charlas con otros niños, películas que ve, comentarios que escucha..).

-Hasta dónde desea saber: ayudándole a delimitar y formular bien sus dudas. Por ejemplo: "Quieres saber por qué esa chica y ese chico van juntos de la mano y se besan... lo que quieres saber es qué significa ser novios" más adelante averiguaremos si su interés va más allá (si desea saber cuándo se puede ser novio de alguien, si puede haber novios del mismo sexo, la diferencia entre novios y matrimonio...etc).

-La etapa en la que se encuentra: tratando de escuchar al niño desde su punto de vista (su edad, sus inquietudes, sus experiencias, cómo suele reaccionar ante determinados temas..) y no desde el punto de vista del adulto.

A la hora de responder, tener en cuenta:

- Cómo abordar el tema: Enfrentarnos a sus preguntas con serenidad y afecto es un punto clave: si el niño percibe silencios y evasiones, sentirá que está planteando asuntos malos de los que no se debe hablar y crecerá con una idea distorsionada sobre hechos que son naturales.
Ah! y antes de eludir una pregunta incómoda, es preferible hablar abiertamente: "No estoy segura de que poder explicarte ahora qué es hacer el amor, de modo que te pondré un ejemplo parecido que puedas entender... y más adelante te contaré más cosas."

- Cuánta información darle (o hasta dónde llegar en nuestras explicaciones): hay que tener en cuenta la madurez del pequeño y cuánta información posee ya. Si es de los que anda un poco perdido en estos temas o todavía va un poco de "bebé" por la vida... seamos prudentes. Es mejor quedarnos cortos y que nos vuelva a preguntar que dejar al crío preocupado en temas que no alcanza a comprender.

- Qué lenguaje utilizar: el lenguaje de los propios niños es el más adecuado para explicarles cualquier cosa, pero también debemos llamar a las cosas por su nombre (pene, vagina, ano) cuando el niño pregunta. Sin embargo, para el día a día podemos adoptar un lenguaje más coloquial , por ejemplo "por dentro de la cola va un tubito por donde pasa el pis que luego sale" o "el culito de detrás lo tenemos igual todos, pero el de delante es distinto para chicos y chicas".

- Ser siempre sinceros: hablar con sinceridad significa hablar en confianza, despejando temores y resolviendo dudas... pero siempre respetando la capacidad del niño para entender nuestro mensaje (no hace falta que nos extendamos en detalles).

- Quién ha de hacerlo: los pequeños suelen elegir a quién preguntan qué, pero tanto papá como mamá pueden ser excelentes profesores y servir de guía al pequeño curioso. Ahora bien, si uno de los dos padres se siente incómodo explicando, lo mejor es que sea el otro quién aborde la situación con naturalidad.

- Los libros ayudan: si pese a todo, nos resulta sumamente incómodo hablar de sexo con el pequeño o simplemente nos toca un tema demasiado espinoso... podemos echar mano de algunos de los excelentes libros educativos que hay en el mercado.

Las 5 cuestiones estrella:

1-Diferencias anatómicas: Las diferencias entre niños y adultos. los pelos, el tamaño de las cosas, quién tiene qué... hay que darle información suficiente pero con tacto (si nos podemos ayudar de ilustraciones de libros, mejor), no olvidemos que los pequeños son impresionables y no es necesario que conozcan todos los detalles (sobre todo de la sexualidad adulta).

2- Niños y bebés: el embarazo de mamá genera todo un mar de dudas: ¿por donde entran y por dónde salen los bebés? (muchos críos creen que los niños entran por la boca de mamá) ¿puedo tener yo uno? ¿puede papá? ¿por dónde sale? ¿duele? ... cuando llegan estas preguntas, olvidemos el cuento de la cigüeña y contémosle con naturalidad que los papás ponen una semilla en la tripa de las mamás a través de la vagina y que los bebés van creciendo dentro y luego salen por el mismo sitio por donde entraron. Para el niño es mucho más bonito saber que su mamá lo ha tenido dentro de sí que pensar que fue encontrado debajo de una flor.

3-Privacidad e intimidad: la desnudez, los límites propios y los límites ajenos, son también temas que también les llaman poderosamente la atención y que desde luego nos preocupan a los padres. Algunas niñas piensan que pueden quedar embarazadas con un beso.. otros simplemente no tienen claro dónde están los límites entre lo privado y lo público y se dedican a "mostrar" a los demás sus descubrimientos. El momento del baño (o el de ponerse el pijama o vestirse por la mañana) es perfecto para explicarle al pequeño cómo es su cuerpo y qué partes son íntimas y cuáles no. El mensaje es sencillo: tus partes íntimas son delicadas, puedes jugar con ellas, pero nadie que tu no quieras puede verlas ni tocarlas.
A esta edad ya podemos proponerle al pequeño que se lave sus propios genitales después de haberles enjabonado nosotros el resto ("ahora te lavas tu solo con la esponja el culito") ... le ayudaremos a tomar conciencia de que algunas partes de su cuerpo son más intimas que otras.

4-Masturbación: Antes o después los críos descubren que tocarse les da un gran gustirrinin. No nos extrañemos si algún día les pillemos "con las manos en la masa", inspeccionándose o jugando a médicos con su compi de clase o con su hermano. La masturbación y el juego sexual entre niños es algo normal y sano ,de modo que si esto ocurre, hay que hablar con ellos serenamente, resolver sus dudas y explicarles que los órganos genitales son delicados, que si tocan a otro niño sin tener cuidado pueden incomodarle, que mejor lo hagan en la intimidad (no delante de toda la familia en el salón) y que, por supuesto, ningún adulto debe proponerles nunca jugar con ellos. Sin embargo, también hay que dejar claro que jugar con el propio sexo es algo sano y que ni enfermarán ni harán daño a nadie con ello.

5-Papá y mamá: El amor entre los padres y la relación entre ellos es el punto de referencia primordial para el pequeño curioso. Para los niños, normalmente el "estar casados", como papá y mamá, no implica tanto las relaciones eróticas como el hecho de no ocultarse algunas partes de su cuerpo, dormir juntos, darse besos y llamarse "cariño", "mi amor" o cosas por el estilo. Y en realidad, en esto los peques no se equivocan: debemos enseñarles que lo más importante del sexo es la relación de cariño, afecto y cuidado mutuo entre personas que se quieren.

Violeta Alcocer para Ser Padres Hoy (copyright)
Publicado en http://atraviesaelespejo.blogspot.com/
Ilustración: Cozy Tomato (Koji Tomoto)

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